Cae Moreira en el PRI; pactan ir con Coldwell

Humberto Moreira Valdés renunció a la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) después de nueve meses de liderazgo y de enfrentar un escándalo derivado por la contratación ilegal de deuda para Coahuila.

Presentó su dimisión ante el pleno extraordinario del Consejo Político Nacional del PRI, que de inmediato la aprobó. Cristina Díaz, secretaria general, protestó como presidenta interina y el secretario de Organización, Ricardo Aguilar, como secretario general.

La cúpula priísta acordó que el sucesor de Moreira seaPedro Joaquín Coldwell, y ayer mismo, los sectores campesino y popular del PRI, gobernadores y legisladores, se manifestaron a favor del senador por Quintana Roo.

Emilio Gamboa Patrón, líder del sector popular, confió en que Joaquín Coldwell “realizará un esforzado trabajo para fortalecer la unidad, la cohesión, para que todos los priístas trabajemos en torno a nuestro aspirante a la candidatura en 2012”.

Tras rendir protesta, Díaz Salazar dijo que mantendrá el espíritu de unidad y cohesión impulsado por su inminente candidato a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto.

Por la noche, anunció que se convocaría al pleno del Consejo Político Nacional a “sesión electiva” para el próximo 8 de diciembre, a fin de que elija al presidente sustituto.

Moreira es señalado por la ilegalidad en la adquisición de deuda por más de 34 mil millones de pesos durante su gestión en el gobierno de Coahuila, y alrededor de la cual hubo falsificación de documentos y denuncias penales de instituciones bancarias contra funcionarios.

Ayer, Díaz Salazar precisó que una vez que se haya elegido al líder sustituto —que estará en funciones hasta el 4 de marzo de 2015— ella regresará a la Secretaría General y Aguilar Castillo a su cargo en la Secretaría de Organización.

Especialistas del IFE concluyeron que el cambio de dirigencia nacional es un asunto de vida interna del PRI, y que lo único que hará el instituto será, al ser informado del cambio, revisar que el proceso haya sido apegado a estatutos para validarlo y darle su visto bueno.

Así, al mediodía, en el auditorio “Plutarco Elías Calles”, Moreira argumentó su dimisión: “Presento mi renuncia como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido. La presento porque lo más importante que tenemos los priístas es nuestra institución y nuestro instituto político. Porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido.

“Lo hago también porque provengo del estado que ha dado los mejores resultados al PRI a nivel nacional. Y lo hago también porque confío en un hombre que es la esperanza de México, que es Enrique Peña Nieto”.

En un discurso de apenas 10 minutos, Moreira Valdés hizo un reconocimiento a Joaquín Coldwell por su desempeño al frente de la Comisión Nacional de Procesos Internos del partido; el quintanarroense fue sustituido en ese cargo por Jesús Murillo Karam, quien ahora dirigirá el proceso para confirmar la candidatura de Peña Nieto y definir abanderados al Congreso.

Moreira Valdés recordó su ascenso en la estructura priísta, la situación de pobreza en que asumió el gobierno de Coahuila y cómo entregó al estado.

También destacó los triunfos electorales que obtuvo el PRI bajo su liderazgo en Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo y Michoacán. Entonces, presentó su renuncia.

Aseguró que desde hace varios años no existía en el partido un Comité Ejecutivo Nacional que le diera a la militancia la victoria electoral en todos los comicios que se disputaron.

“Pero yo quiero dejar una petición en ustedes, sólo una. Tenemos que trabajar para construir el mejor proyecto social de gobierno. México enfrenta un crecimiento de la marginación social y la pobreza”, concluyó gritando “vivas” para su partido y para Peña Nieto. 

Francisco Reséndiz, El universal, 3 de diciembre.