El sueño de Hugo Chávez era público: que en Caracas, la capital de Venezuela, se enterrase a la Organización de Estados Americano (OEA), por ser ésta, según el mandatario, un ente al servicio de Estados Unidos. No pudo ser, las presiones del presidente venezolano y de sus aliados chavistas, los mandatarios de Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua, no pudieron con el muro de contención que levantaron Chile, Colombia y, sobre todo, México.
“No veo que nadie esté pensando en que se puede eliminar la OEA”, sentenció la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, para zanjar rápidamente el asunto.
En un debate previo a la cumbre de jefes de Estado, que hoy consagrará el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), los representantes de los 33 países que conformarán el nuevo organismo acordaron que éste sea, por ahora, un foro de integración, que complemente la labor de la decena de organismos ya existentes en la región, entre ellos el Grupo de Río.
Pasito a pasito. Desde febrero de 2010, cuando se acordó en Cancún la Celac, Chávez ha presionado para que este nuevo organismo reemplace a la OEA. De inmediato se pusieron de su parte sus aliados más “chavistas”, como el ecuatoriano Rafael Correa, quien acusó a la OEA de ser un “instrumento” de Washington. Pero ante un eventual veto de mandatarios como el mexicano Felipe Calderón o de su nuevo aliado, el colombiano Juan Manuel Santos, Chávez se ha vuelto más cauteloso y ahora dice que “a medida que pasen los años, [la Celac] va a dejar atrás a la vieja y desgastada OEA”.
Al respecto, el presidente de Uruguay, José Mujica, dijo: “No tocaremos el cielo, pero subiremos unos escaloncitos”.
Cruzada contra el crimen. A su llegada a Caracas, el presidente Felipe Calderón afirmó que “es la hora y la década de América Latina” y llamó a que la integración regional que se puede dar a través de la Celac “no sólo sea en palabras”.
Al intervenir como primer orador en la Cumbre de la Celac, el mandatario abogó “poner un alto al crimen organizado transnacional”.
“Defender a la ciudadanía del acoso de los criminales constituye un imperativo ético y legal para todos los gobiernos del mundo”, declaró y añadió que “es fundamental detener a los delincuentes que amenazan la vida, la libertad y los derechos de nuestros ciudadanos y que han convertido, para tristeza de todos nosotros, a nuestra América Latina en la región más violenta del mundo”.
Tras desear una pronta recuperación al presidente anfitrión, Hugo Chávez, al que le dijo: “No te rajes”, Calderón subrayó que “la solución al problema internacional del crimen tiene que pasar por una respuesta también internacional, una respuesta conjunta que involucre la responsabilidad de todos”, añadió.
El sueño de Bolívar. En su prolongada participación en este encuentro que culminará hoy con la firma de la Declaración de Caracas, el presidente Chávez dijo que “esto es un espacio político, un espacio económico, geopolítico, tal cual era el proyecto de Bolívar”.
Dijo que solo la unidad nos hará libres y recordó que vacilar es perdernos. “Lo que queremos y pedimos es respeto, igualdad, libertad verdadera”, dio y recordó la tesis de James Monroe en 1823 que se sintetiza en la frase “América para los americanos”, para recordar a los Estados Unidos, excluidos de esta cumbre.
Cautela en Estados Unidos. Desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, recordó que la OEA es “la organización multilateral preeminente que habla por el hemisferio”.
Agencias en Caracas y Cecilia Téllez, La Crónica, 3 de diciembre.
Nace la CELAC, pero Chávez fracasa en su intento de que América Latina prescinda de la OEA; México y la mayoría de naciones se oponen
Celac, Felipe Calderón, Venezuela Medios México sábado, 3 de diciembre de 2011 0 comentarios
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