“En los últimos 25 años, los ingresos reales de los hogares crecieron 1.7 por ciento para el 10% de los mexicanos más ricos, pero solo 0.8 por ciento para el 10% más pobre", destaca un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), quien añadió que en 2008 los más ricos tuvieron ingresos por 228 mil 900 pesos, es decir, 26 veces por encima de los 8 mil 700 pesos que percibieron el segmento de menores ingreso.
Al hacer un recuento entre los países miembros de la OCDE resultó que México tiene el segundo lugar de mayor desigualdad de ingresos, solo superado por Chile.
Aunque en promedio los mexicanos trabajan más horas que en ningún otro país de la OCDE, la cantidad de horas anuales de los trabajadores con menores ganancias disminuyó de 2,600 a 2,150 horas, mientras que las de los trabajadores con ganancias superiores aumentaron, de 2,400 a 2,500 horas.
En ese sentido, las prestaciones sociales en especie constituyen alrededor del 7 por ciento de los ingresos posteriores a la deducción de impuestos. Aunque esta cifra se ha multiplicado por dos desde los años 90, sigue siendo inferior a la media de la OCDE (12 por ciento).
"Si bien estas prestaciones contribuyen a reducir los niveles de desigualdad únicamente en un 3 por ciento, su impacto no ha variado en los últimos años. Mientras que nuevos programas de transferencias condicionadas introducidos en la última década (Oportunidades y Seguro Popular) han contribuido a mejorar los resultados escolares y de salud y a disminuir la pobreza, pero su impacto en el nivel de desigualdad es pequeño dado el bajo nivel de gasto en relación con el PIB per cápita", indica el organismo.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, alertó que la brecha entre ricos y pobres en los países que integran el organismo ha llegado a su nivel más alto desde hace más de 30 años.
"El contrato social está empezando a desvelarse en muchos países. Este estudio disipa la hipótesis de que los beneficios del crecimiento económico automáticamente se filtrarán a los desfavorecidos y los que la mayor desigualdad fomenta una mayor movilidad social. Sin una estrategia integral para el crecimiento inclusivo, la desigualdad es probable que continúe aumentando", lamentó.
Para el caso de México, la OCDE recomendó impulsar el empleo mejor remunerado, como el principal reto para hacer frente a la desigualdad.
"Empleos que ofrezcan buenas perspectivas profesionales y den a la gente oportunidades reales de superar la pobreza".
También considera la inversión en capital humano como factor fundamental y la reforma de las políticas fiscales y de las prestaciones sociales como los instrumentos más directos para aumentar la redistribución.
"Las considerables y persistentes pérdidas económicas que sufren los grupos de bajos ingresos a consecuencia de las recesiones ponen de manifiesto la importancia de las transferencias gubernamentales y las políticas bien concebidas de ayuda a los ingresos", añadió.
Al hacer un recuento entre los países miembros de la OCDE resultó que México tiene el segundo lugar de mayor desigualdad de ingresos, solo superado por Chile.
Aunque en promedio los mexicanos trabajan más horas que en ningún otro país de la OCDE, la cantidad de horas anuales de los trabajadores con menores ganancias disminuyó de 2,600 a 2,150 horas, mientras que las de los trabajadores con ganancias superiores aumentaron, de 2,400 a 2,500 horas.
En ese sentido, las prestaciones sociales en especie constituyen alrededor del 7 por ciento de los ingresos posteriores a la deducción de impuestos. Aunque esta cifra se ha multiplicado por dos desde los años 90, sigue siendo inferior a la media de la OCDE (12 por ciento).
"Si bien estas prestaciones contribuyen a reducir los niveles de desigualdad únicamente en un 3 por ciento, su impacto no ha variado en los últimos años. Mientras que nuevos programas de transferencias condicionadas introducidos en la última década (Oportunidades y Seguro Popular) han contribuido a mejorar los resultados escolares y de salud y a disminuir la pobreza, pero su impacto en el nivel de desigualdad es pequeño dado el bajo nivel de gasto en relación con el PIB per cápita", indica el organismo.
José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, alertó que la brecha entre ricos y pobres en los países que integran el organismo ha llegado a su nivel más alto desde hace más de 30 años.
"El contrato social está empezando a desvelarse en muchos países. Este estudio disipa la hipótesis de que los beneficios del crecimiento económico automáticamente se filtrarán a los desfavorecidos y los que la mayor desigualdad fomenta una mayor movilidad social. Sin una estrategia integral para el crecimiento inclusivo, la desigualdad es probable que continúe aumentando", lamentó.
Para el caso de México, la OCDE recomendó impulsar el empleo mejor remunerado, como el principal reto para hacer frente a la desigualdad.
"Empleos que ofrezcan buenas perspectivas profesionales y den a la gente oportunidades reales de superar la pobreza".
También considera la inversión en capital humano como factor fundamental y la reforma de las políticas fiscales y de las prestaciones sociales como los instrumentos más directos para aumentar la redistribución.
"Las considerables y persistentes pérdidas económicas que sufren los grupos de bajos ingresos a consecuencia de las recesiones ponen de manifiesto la importancia de las transferencias gubernamentales y las políticas bien concebidas de ayuda a los ingresos", añadió.
Insuficiente generación de empleos hasta 2015: Base
Apesar de que México tendrá un crecimiento económico para 2011, en medio de la crisis mundial que se vive, los empleos que se generen no serán suficientes para igualar la distribución del ingreso, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
En conferencia de prensa señaló que habrá repercusiones porque Estados Unidos permanecerá en el estancamiento económico por lo menos de 3 a 5 años, mientras que la recesión en la eurozona es inminente hacia el primer trimestre de 2012.
Explicó que a pesar de que se han generado un número importante de empleos formales, la mayoría de ellos no son remunerados adecuadamente, lo cual provoca una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos.
"Esta desigualdad tiene como consecuencia que en un periodo de crisis los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos", lamentó la directora.
Pero además, abundó que este fenómeno de empleos mal remunerados se seguirá dando entre los próximos tres a cinco años, como resultado de un estancamiento del desarrollo económico de Estados Unidos.
Sobre las expectativas de crecimiento, dijo que se espera un Producto Interno Bruto (PIB) de 3.9 por ciento en 2011 y de 3.1 por ciento en 2012.
Detalló que la dinámica de crecimiento que lleva la economía mexicana continuará el próximo año como rebote de la caída de 6.5 por ciento de 2009, donde su evolución también dependerá de lo que suceda en el vecino país del norte.
También comentó que México debe estar pendiente de China, pues si continúa devaluándose su moneda, el yuan, habrá mayores beneficios en materia de competitividad.
Siller aseguró que dada la estabilidad financiera del país, el tipo de cambio debería de estar en 11.80 pesos por dólar, pero este nivel de cotización no se logrará en el mediano plazo, ni siquiera en 2012, pues se espera mayor volatilidad por los problemas de deuda en los países de la eurozona.
Apesar de que México tendrá un crecimiento económico para 2011, en medio de la crisis mundial que se vive, los empleos que se generen no serán suficientes para igualar la distribución del ingreso, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
En conferencia de prensa señaló que habrá repercusiones porque Estados Unidos permanecerá en el estancamiento económico por lo menos de 3 a 5 años, mientras que la recesión en la eurozona es inminente hacia el primer trimestre de 2012.
Explicó que a pesar de que se han generado un número importante de empleos formales, la mayoría de ellos no son remunerados adecuadamente, lo cual provoca una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos.
"Esta desigualdad tiene como consecuencia que en un periodo de crisis los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos", lamentó la directora.
Pero además, abundó que este fenómeno de empleos mal remunerados se seguirá dando entre los próximos tres a cinco años, como resultado de un estancamiento del desarrollo económico de Estados Unidos.
Sobre las expectativas de crecimiento, dijo que se espera un Producto Interno Bruto (PIB) de 3.9 por ciento en 2011 y de 3.1 por ciento en 2012.
Detalló que la dinámica de crecimiento que lleva la economía mexicana continuará el próximo año como rebote de la caída de 6.5 por ciento de 2009, donde su evolución también dependerá de lo que suceda en el vecino país del norte.
También comentó que México debe estar pendiente de China, pues si continúa devaluándose su moneda, el yuan, habrá mayores beneficios en materia de competitividad.
Siller aseguró que dada la estabilidad financiera del país, el tipo de cambio debería de estar en 11.80 pesos por dólar, pero este nivel de cotización no se logrará en el mediano plazo, ni siquiera en 2012, pues se espera mayor volatilidad por los problemas de deuda en los países de la eurozona.
Lindsay Esquivel, La Crónica, 6 de diciembre.
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