En su comentario titulado Sueños delirantes, Castro dice que no se explica “la causa de la euforia” de algunos participantes del cónclave de Puerto España, calificada por presidentes como los de México, Panamá, Canadá y Trinidad y Tobago, como “la más extraordinaria cumbre que tuvo lugar nunca”.
“Algún milagro debió producirse, pensé. La piedra filosofal ha sido descubierta. ¿Por qué preocuparse un solo segundo más? Nadie piense que fue obra de la casualidad. ¿Es que no sabemos leer y escribir? Es la OEA quien nos salvó a todos”, expresó.
“Hice un gran esfuerzo y leí la famosa Declaración de Compromiso, aprobada en esa ‘Cumbre de las Américas’”.
El ex gobernante cubano criticó que 13 de los 97 epígrafes de las 67 páginas de la declaración final se refieren a la OEA, de la cual Cuba fue suspendida en 1962 y por lo que no puede participar en las cumbres de las Américas.
“¿Acaso la OEA es garantía de la soberanía e integridad de los pueblos de América Latina? ¡Siempre! ¿Intervino alguna vez en los asuntos internos de un país en el hemisferio? ¡Nunca!, dijo con sorna.
“¿Murió un solo latinoamericano o caribeño por culpa suya? ¡Ni uno solo!”, prosiguió. ¿Es cierto que constituye siempre un instrumento dócil de Estados Unidos? ¡Jamás!”, prosiguió.
Si la isla, continúa en el artículo, “no rectifica”, el gobierno “desinteresado y noble” de Estados Unidos “no le venderá a Cuba ni una aspirina”. “La OEA es garantía para el sufrido pueblo cubano de sus derechos democráticos”, remató.
Castro y su hermano, el presidente Raúl Castro, reiteraron en los últimos días la negativa rotunda de Cuba a retornar a esa organización, pese a que los presidentes latinoamericanos abogan por su regreso y así lo pidieron en la Cumbre de las Américas.
Durante la reunión, el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, se comprometió a proponer en la próxima asamblea de la OEA, en junio próximo, que se invalide la resolución que excluye a la isla de pertenecer a la organización.
La Habana es el único país del continente americano que no forma parte de la OEA ni de las cumbres de presidentes del hemisferio occidental. Estados Unidos ha impuesto a la isla un embargo económico desde hace 47 años.
Es la segunda columna que publica Castro tras el cierre el domingo de la Cumbre de Trinidad y Tobago, donde los líderes del hemisferio pidieron al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ponga fin al embargo que pesa sobre La Habana desde 1962.
En sus artículos, el ex presidente, en cambio, no ha hecho referencia a las recientes declaraciones la semana pasada de su hermano Raúl para conversar de “todo” con Washington, incluso respecto de presos políticos o derechos humanos.
En otro orden, Fidel Castro se reunió este martes durante casi cuatro horas con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con quien conversó sobre la recién celebrada Cumbre de las Américas, de acuerdo con una nota oficial.
Obama, popular entre cubano-estadunidenses
El presidente Barack Obama goza de un nivel de aprobación de 67 por ciento entre los cubano- estadunidenses, la mayoría de los cuales respalda sus esfuerzos por flexibilizar el embargo comercial contra la isla, reveló una encuesta esta semana.
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