Pascual, vicepresidente de la Institución Brookings, señaló que la política hacia Cuba debe estar basada en el principio de darle poder a los propios cubanos para cambiar la situación de la isla y ese principio debe ser amplificado por los países de la región.
“Brasil, México, España, Canadá y la Unión Europea tienen que tener un papel. Todos estos países tienen relaciones constantes. Tenemos que darnos cuenta de que no podemos abandonar el diálogo que debemos tener sobre la democracia y derechos humanos”, dijo en entrevista.
“Esas conversaciones se tiene que amplificar con varios países uniéndonos en el mismo objetivo”, señaló al término de un foro sobre Cuba organizado por la institución Brookings en esta ciudad.
“Si podemos definir el principio de que tenemos el mismo objetivo, que tenemos que darle poder a los cubanos para cambiar la política de su país, entonces tenemos una mejor chance”, abundó.
Pascual encabezó el panel que presentó el reporte Cuba: una nueva política de diálogo crítico y constructivo, escrito por expertos y que propone una serie de medidas de corto, mediano y largo plazos para cambiar la política de Estados Unidos hacia la isla.
Entre éstas figuran revisar la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, no poner objeciones a un diálogo dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre su estatus de miembro y permitirle participar en agencias especializadas.
Durante el foro, el presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, José Hernández, miembro del panel, dijo que de parte del exilio deben también darse pasos, como renunciar a la violencia para buscar un cambio de régimen en Cuba.
Pascual señaló en la entrevista que la conclusión del análisis sobre Cuba es que Estados Unidos debe saber y entender primero cuál es la estrategia de promover el cambio en la isla.
“Esa estrategia tiene que estar basada en darle apoyo y recursos a los cubanos dentro de la isla, que el cambio no puede venir de afuera”, sintetizó.
Consultado sobre su próxima misión en México, de ser confirmado por el Senado estadunidense, Pascual se limitó a señalar: “En Estados Unidos hay un proceso para anunciar cualquier propuesta diplomática y eso no se ha hecho”.
“Yo no tengo misión en México hasta este momento”, asentó Pascual, cuya designación por parte del gobierno de Barack Obama fue anunciada a finales de marzo.
Una fuente legislativa del Comité de Relaciones Exteriores del Senado señaló que hasta el momento no han recibido notificación oficial de la nominación de Pascual.
La fuente legislativa estadunidense señaló que en caso de que llegara al Congreso esta semana, quizás se le podría dar trámite antes del receso de mayo, o de lo contrario el plazo de ratificación podría alargarse hasta antes del receso del 4 de julio.
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