Ofrece Arzobispado vida contra el narco

El Arzobispado de México condenó ayer la guerra emprendida por los narcotraficantes y advirtió que, de ser necesario, los ministros de la Iglesia defenderán con su sangre a los fieles.

Además, advirtió que la revelación del Arzobispo de Durango, Héctor González, quien denunció la versión de sus fieles sobre la presencia de Joaquín "El Chapo" Guzmán en aquella entidad, no debe ser tomada con ligereza.

"La preocupación expresada por Mons. Héctor González, lejos de ser tomada a la ligera, debe tocar el corazón de todas aquellas personas que aman a México (...)

"Nos preocupa la seguridad de nuestros obispos, sacerdotes y fieles, pero es obligación de la Iglesia alzar la voz en contra de aquellos criminales que dañan a la sociedad", difundió el Arzobispado en un comunicado que tituló "Narcotraficantes, en la Puerta del Infierno".

"La Iglesia recuerda que los mártires son su gloria y no su desgracia, y que si es preciso que los ministros de la Iglesia derramen su sangre por proteger a los fieles que Dios le ha encomendado, no dudarán en hacerlo (...)

"No obstante la Iglesia recuerda al Estado, que es su obligación brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos", agregó.

Ayer por la tarde, el Obispo de Saltillo, Raúl Vera, dijo que la ejecución de dos militares en Durango muestra que los narcotraficantes se ríen de la lucha que emprendió en su contra el Gobierno federal porque se saben protegidos por políticos.

"Se tiene que empezar a investigar y meter a la cárcel a Gobernadores, Presidentes Municipales, porque muchos están coludidos con el crimen, y las ejecuciones demuestran que el Estado no nos está dando garantía de vida a ningún ciudadano", acusó.

Señaló que otra cosa que las autoridades no están haciendo es quitarles a los capos el dinero.


Con información de Luis Brito
Alma Paola Wong, Reforma, 23 de abril.

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