Suena la campana. Y el ring es el Instituto Federal Electoral.
Ahí están, por fin, frente a frente, listos para el combate, cada uno en su esquina, una azul, la otra roja, dispuestos a fajarse y dejar en claro quién manda.
¿Sopa de letras? ¿Campaña negativa? Es el momento de resolverlo. De una buena vez por todas. En papel de púgiles, Roberto Kid Gil y Sebastián Manos de Piedra Lerdo de Tejada, representantes del PAN y el PRI ante el IFE, se trenzan a golpes verbales. Inéditamente, se dan con todo sobre la lona.
Ya estuvo. Ya se armó la buena. ¡Dense, dense!, podrían gritar todos, lo mismo los consejeros como los representantes electorales del PRD, del Verde, de Convergencia y del Partido del Trabajo, con boleto de primera fila para la batalla estelar del día. ¡Dense, dense! Se les cumplirá la petición. Vaya que sí.
•••
El debate/batalla de puños gira en torno a las letras. La ortografía. El significado de una palabra por encima de otra. ¿Es corrupción una injuria? ¿Es narcotráfico un insulto? ¿Es este un asunto político o de libertad de expresión?
En resumidas cuentas: ¿es la famosísima sopa de letras del PAN campaña negativa, eco de 2006? Gil dice que no. Lerdo de Tejada que sí. Ahí está el detalle.
Los consejeros… se reservan su decisión para el final, al igual que los demás partidos. Hoy prefieren ver al azul y al rojo reventársela todita, darse en la madre, sudar bajo la luz y sangrar sobre la arena cual coliseo romano. “A ver si ya opinan, porque para palco sale bastante caro”, reclama Lerdo de Tejada cuando nota el silencio. Primer round.
Arranca la ofensiva panista. Dos cajas que dicen: “Pruebas, sopa de letras”, cargadas por los auxiliares de Gil y de las cuales el ex secretario particular de Germán Martínez extraerá una veintena de libros, recuentos históricos de lo negro del PRI, de lo más debatible de sus setenta años de gobierno.
La masa, dice, con la que el PAN dio forma a su crucigrama.
Gil saca la lista: la devaluación del 82, la matanza del 68, el jueves de Corpus del 71, Aguas Blancas en el 95. Y recorre el santoral más oscuro del priismo: José López Portillo, Arturo Durazo, Luis Echeverría, Gustavo Díaz Ordaz…
“Las mordazas, señores del PRI, no les van a servir para lavarse la cara. El pasado se ve a leguas en las caras de sus candidatos”, remata.
Golpe a la quijada. Pero viene la respuesta del rojo. Una veintena de libros que hablan de lo más negro del PAN, lo más debatible de sus 9 años de gobierno.
Ahora es Lerdo de Tejada el que saca su propia lista: la posible corrupción de Vicente Fox, los excesos de su sexenio y el teórico miedo a gobernar del panismo.
“Hay algo que hace muy bien el PAN: ser oposición. Esa es la vocación del PAN, se les olvida que son gobierno”, dice. Y el uppercut: “Señor Presidente de la República: ¡saque las manos del proceso electoral!”.
El réferi, Leonardo Valdés, sólo atina sonreír. Como en realidad sonríen todos. Porque dicho sea de paso, ¡qué sabroso espectáculo!
•••
El consejero Marco Gómez resume mejor lo que viene: “Viví un 2006 y con 2006 tuve en lo que se refiere a guerra sucia”. El voto final, la decisión de los jueces marcará victoria para el PRI: el PAN es castigado. Pero, señoras y señores, esto apenas empieza. Y ya vendrá el turno de los pesos pesados…
Ahí están, por fin, frente a frente, listos para el combate, cada uno en su esquina, una azul, la otra roja, dispuestos a fajarse y dejar en claro quién manda.
¿Sopa de letras? ¿Campaña negativa? Es el momento de resolverlo. De una buena vez por todas. En papel de púgiles, Roberto Kid Gil y Sebastián Manos de Piedra Lerdo de Tejada, representantes del PAN y el PRI ante el IFE, se trenzan a golpes verbales. Inéditamente, se dan con todo sobre la lona.
Ya estuvo. Ya se armó la buena. ¡Dense, dense!, podrían gritar todos, lo mismo los consejeros como los representantes electorales del PRD, del Verde, de Convergencia y del Partido del Trabajo, con boleto de primera fila para la batalla estelar del día. ¡Dense, dense! Se les cumplirá la petición. Vaya que sí.
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El debate/batalla de puños gira en torno a las letras. La ortografía. El significado de una palabra por encima de otra. ¿Es corrupción una injuria? ¿Es narcotráfico un insulto? ¿Es este un asunto político o de libertad de expresión?
En resumidas cuentas: ¿es la famosísima sopa de letras del PAN campaña negativa, eco de 2006? Gil dice que no. Lerdo de Tejada que sí. Ahí está el detalle.
Los consejeros… se reservan su decisión para el final, al igual que los demás partidos. Hoy prefieren ver al azul y al rojo reventársela todita, darse en la madre, sudar bajo la luz y sangrar sobre la arena cual coliseo romano. “A ver si ya opinan, porque para palco sale bastante caro”, reclama Lerdo de Tejada cuando nota el silencio. Primer round.
Arranca la ofensiva panista. Dos cajas que dicen: “Pruebas, sopa de letras”, cargadas por los auxiliares de Gil y de las cuales el ex secretario particular de Germán Martínez extraerá una veintena de libros, recuentos históricos de lo negro del PRI, de lo más debatible de sus setenta años de gobierno.
La masa, dice, con la que el PAN dio forma a su crucigrama.
Gil saca la lista: la devaluación del 82, la matanza del 68, el jueves de Corpus del 71, Aguas Blancas en el 95. Y recorre el santoral más oscuro del priismo: José López Portillo, Arturo Durazo, Luis Echeverría, Gustavo Díaz Ordaz…
“Las mordazas, señores del PRI, no les van a servir para lavarse la cara. El pasado se ve a leguas en las caras de sus candidatos”, remata.
Golpe a la quijada. Pero viene la respuesta del rojo. Una veintena de libros que hablan de lo más negro del PAN, lo más debatible de sus 9 años de gobierno.
Ahora es Lerdo de Tejada el que saca su propia lista: la posible corrupción de Vicente Fox, los excesos de su sexenio y el teórico miedo a gobernar del panismo.
“Hay algo que hace muy bien el PAN: ser oposición. Esa es la vocación del PAN, se les olvida que son gobierno”, dice. Y el uppercut: “Señor Presidente de la República: ¡saque las manos del proceso electoral!”.
El réferi, Leonardo Valdés, sólo atina sonreír. Como en realidad sonríen todos. Porque dicho sea de paso, ¡qué sabroso espectáculo!
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El consejero Marco Gómez resume mejor lo que viene: “Viví un 2006 y con 2006 tuve en lo que se refiere a guerra sucia”. El voto final, la decisión de los jueces marcará victoria para el PRI: el PAN es castigado. Pero, señoras y señores, esto apenas empieza. Y ya vendrá el turno de los pesos pesados…
Víctor Hugo Michel, Milenio, 7 de abril.
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