Videojuegos a la mexicana

Nuestro país tiene unos 13 millones de consumidores potenciales que poseen al menos una consola de videojuegos; representa 70% del consumo regional en Latinoamérica; el mercado nacional alcanza un valor de mil 400 millones de dólares; esta industria en el mundo vale unos 55 mil millones de dólares; y tuvo un crecimiento entre 2006 y 2008 de 60%, con una proyección para este año de 15%.

Ante este panorama, Visionaria, firma de servicios y productos de aceleración de negocios establecida en México desde 2003, inició DevelopMX, programa de formación de empresas para integrar la primera comunidad de la industria de videojuegos en México, en conjunto con la Secretaría de Economía.

El objetivo de DevelopMX es consolidar un modelo de negocios a través del cual se capitalicen las iniciativas y el talento humano que existe en el país para ofrecer, desarrollar, producir, distribuir e importar videojuegos, ya que el consumo nacional proviene de Estados Unidos, Japón y Canadá.

De esta manera se atraerán a pequeñas y medianas empresas interesadas en la producción de videojuegos para acceder a un modelo de aceleración de negocios que les permitirá desarrollar sus áreas de oportunidad y competencia dentro de la industria; con la meta para este año de por lo menos 30 empresas.

Joel Cano, director de mercadotecnia de Visionaria, comentó que “en los últimos años se ha despertado un particular interés por el desarrollo de esta industria (videojuegos), donde el gobierno a través de programas federales y algunos estados, ha tratado de incentivar la creación de empresas; nuestro interés como aceleradora es tratar de apoyar estos esfuerzos”.

Y agregó que gracias a la experiencia adquirida en los últimos cinco años, se ha buscado un mecanismo para lograr dicho apoyo y hacerlo crecer, ya que el consumo de videojuegos en Latinoamérica es importante, sin embargo, no hay producción local.

“No sólo estamos intentado crear la primera empresa mexicana que desarrolle un videojuego, también compañías que desarrollen contenidos digitales, historias, encontrar animadores, programadores y canales de distribución locales”, dijo.

Una vez lograda dicha identificación llega la fase de articulación, en la cual los participantes se conocerán y podrán colaborar. Pero no se trata sólo de desarrollar videojuegos, sino de ser parte activa de otros procesos: “Habrá empresas que podrán fabricar productos originales y que se puedan vender como productos globales; pero también empresas mexicanas que produzcan alguna parte importante de esta cadena de valor de los videojuegos y que sean actores dentro del mercado”, dijo Cano.

Aseguró que México tiene buenos antecedentes artísticos que se han visto reflejados en otras áreas como el cine o la música. Los videojuegos no pueden quedarse atrás.
Susana Tamayo, El Universala, 13 de abril.

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