Después de ser ratificado y de rendir protesta ante el pleno del Senado como integrante de la junta de gobierno del Banco de México, Agustín Carsten restó importancia a los nuevos reportes negativos de empresas calificadoras, entre ellas Standard and Poor’s (S&P).
“El mercado nos califica todos los días y el desempeño de los mercados ha sido muy favorable”, dijo, y aseguró que “vienen mejores tiempos para el país”, ya que espera que en 2010 haya “una recuperación sostenida y vigorosa” de la economía.
El nombramiento de Carstens para un periodo inicial que concluirá en 2015 fue ratificado por 81votos a favor y 19 en contra, estos últimos de senadores del PRD, PT y Convergencia. El perredista Pablo Gómez pidió votar en contra de que el ex secretario de Hacienda asuma la gubernatura del Banco de México, ya que, dijo, es responsable del mal manejo de la recesión, lo que se tradujo en el aumento de la pobreza y en la pérdida de más de 400 mil empleos.
Critican “tesis del catarro”
“El entonces secretario de Hacienda afirmó que en México no habría recesión y somos el país de la mayor recesión en la actual crisis económica internacional. La tesis del catarro llevó a no tomar ninguna de las medidas que un gobierno responsable debió haber adoptado”, recalcó.
La postura del PRD fue ayer muy distinta a la expresada por la senadora Minerva Hernández en la reunión de comisiones dictaminadoras, una noche antes. Ayer, el también perredista Graco Ramírez resaltó ante el pleno que van a entregar las llaves de la política monetaria al responsable del actual desastre económico.
A su vez, el coordinador de Convergencia, Dante Delgado, deploró “la falta de profesionalismo y de visión de Estado de Felipe Calderón, al haber hecho cambios en su gabinete tan sólo para favorecer a su grupo cercano, a su burbuja”.
Expresó que Calderón debió ratificar a Guillermo Ortiz en el Banco de México y mantener a Carstens en la Secretaría de Hacienda, porque quien llegó a suplir a este último no tiene experiencia ni reconocimiento internacional.
Carstens, sin embargo, recibió el apoyo de las dos bancadas mayoritarias, las del PRI y del PAN, además de los votos de los senadores del Verde. El panista Fernando Elizondo expresó apoyo incondicional al funcionario.
A nombre de su grupo, la priísta María de los Ángeles Moreno expresó que discreparon de Carstens en la estrategia económica y en la tibieza y la lentitud de las medidas aplicadas para la recuperación, pero respaldarían su nombramiento al frente del Banco de México, aunque no se trata de “un cheque en blanco”, ya que le pedirán cuentas de su gestión.
Al final, luego de que rindió protesta ante el pleno del Senado y se tomó la foto con los integrantes de la Comisión de Hacienda, Carstens –acompañado de su esposa– respondió a algunas preguntas de los reporteros.
Aclaró que no tienen ningún fundamento las versiones sobre una supuesta violación a la autonomía del Banco de México por su cercanía con el Ejecutivo.
Insistió en que lo único que pretende Calderón “es que se exploten mejor las instancias de coordinación entre la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal y el Banco de México”.
Durante la sesión se leyó después un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, por el que se hace un “amplio reconocimiento” a Guillermo Ortiz por su desempeño como gobernador del Banco de México durante el periodo 1998-2009, lapso en el que “contribuyó a fortalecer el instituto central”.
“El mercado nos califica todos los días y el desempeño de los mercados ha sido muy favorable”, dijo, y aseguró que “vienen mejores tiempos para el país”, ya que espera que en 2010 haya “una recuperación sostenida y vigorosa” de la economía.
El nombramiento de Carstens para un periodo inicial que concluirá en 2015 fue ratificado por 81votos a favor y 19 en contra, estos últimos de senadores del PRD, PT y Convergencia. El perredista Pablo Gómez pidió votar en contra de que el ex secretario de Hacienda asuma la gubernatura del Banco de México, ya que, dijo, es responsable del mal manejo de la recesión, lo que se tradujo en el aumento de la pobreza y en la pérdida de más de 400 mil empleos.
Critican “tesis del catarro”
“El entonces secretario de Hacienda afirmó que en México no habría recesión y somos el país de la mayor recesión en la actual crisis económica internacional. La tesis del catarro llevó a no tomar ninguna de las medidas que un gobierno responsable debió haber adoptado”, recalcó.
La postura del PRD fue ayer muy distinta a la expresada por la senadora Minerva Hernández en la reunión de comisiones dictaminadoras, una noche antes. Ayer, el también perredista Graco Ramírez resaltó ante el pleno que van a entregar las llaves de la política monetaria al responsable del actual desastre económico.
A su vez, el coordinador de Convergencia, Dante Delgado, deploró “la falta de profesionalismo y de visión de Estado de Felipe Calderón, al haber hecho cambios en su gabinete tan sólo para favorecer a su grupo cercano, a su burbuja”.
Expresó que Calderón debió ratificar a Guillermo Ortiz en el Banco de México y mantener a Carstens en la Secretaría de Hacienda, porque quien llegó a suplir a este último no tiene experiencia ni reconocimiento internacional.
Carstens, sin embargo, recibió el apoyo de las dos bancadas mayoritarias, las del PRI y del PAN, además de los votos de los senadores del Verde. El panista Fernando Elizondo expresó apoyo incondicional al funcionario.
A nombre de su grupo, la priísta María de los Ángeles Moreno expresó que discreparon de Carstens en la estrategia económica y en la tibieza y la lentitud de las medidas aplicadas para la recuperación, pero respaldarían su nombramiento al frente del Banco de México, aunque no se trata de “un cheque en blanco”, ya que le pedirán cuentas de su gestión.
Al final, luego de que rindió protesta ante el pleno del Senado y se tomó la foto con los integrantes de la Comisión de Hacienda, Carstens –acompañado de su esposa– respondió a algunas preguntas de los reporteros.
Aclaró que no tienen ningún fundamento las versiones sobre una supuesta violación a la autonomía del Banco de México por su cercanía con el Ejecutivo.
Insistió en que lo único que pretende Calderón “es que se exploten mejor las instancias de coordinación entre la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal y el Banco de México”.
Durante la sesión se leyó después un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, por el que se hace un “amplio reconocimiento” a Guillermo Ortiz por su desempeño como gobernador del Banco de México durante el periodo 1998-2009, lapso en el que “contribuyó a fortalecer el instituto central”.
Andrea Becerril y Víctor Ballinas, La Jornada, 16 de diciembre.
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