La crisis destruyó 425 mil empleos formales, acepta Ortiz Martínez

La caída de la economía este año, la más pronunciada en siete décadas, provocó la destrucción de 425 mil empleos formales, un número superior al de las plazas que se crearán en 2010, anticipó Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México.

Estimó que el producto interno bruto (PIB), la medida más amplia del valor de la economía, habrá registrado una contracción de 7 por ciento en 2009 y que, si no ocurre un deterioro de las condiciones externas, repuntará entre 2.5 y 3.5 por ciento en 2010.

Lo que es un hecho es que el alza de impuestos propuesta por el gobierno y avalada por la mayoría del Congreso, así como el incremento en el costo de energéticos y tarifas públicas dispararán la inflación hasta 5.7 por ciento el próximo año, esto es, 1.7 puntos porcentuales más de lo previsto antes de que fuera aprobado el paquete económico, consideró Ortiz en una conferencia de prensa.

“Las familias mexicanas sufren cuando hay inflación, estamos conscientes”, dijo.

Ortiz Martínez, acompañado por los cuatro subgobernadores del banco central, presentó este miércoles una actualización de los pronósticos de la institución para la actividad productiva y la inflación.

Ayer Ortiz Martínez anticipó que la economía tendrá una contracción en 2009 de 7 por ciento, una estimación prácticamente similar a la caída de 6.8 por ciento hecha por la Secretaría de Hacienda en el paquete económico para el siguiente año.

De ocurrir como lo prevé el banco central, en 2009 se dará el peor desempeño de la economía desde 1932.

Sobre la dependencia que tiene México de la economía estadunidense, Ortiz Martínez observó que la recuperación esperada en ese país “es lenta, sobre todo dado el tamaño de la caída”. Expresó que, en el caso de Estados Unidos, “cuando ha habido recesiones fuertes el rebote es mucho más rápido, pero en esta ocasión el Fondo Monetario Internacional estima que la recuperación será de menor vigor en relación con otros episodios históricos”.

Una de las consecuencias inmediatas del desplome de la actividad económica en México este año fue lo que Ortiz Martínez llamó ayer “la destrucción de empleo”. La cifra final estimada por el banco central es que la crisis “destruyó” entre 325 mil y 425 mil empleos formales que existían al final de 2008. Cada año se agregan a la población económicamente activa 1.3 millones de personas.

Así que, de ocurrir efectivamente un crecimiento de la economía en 2010 de entre 2.5 y 3.5 por ciento, como estimó ayer el banco central, la generación de empleos será escasa para recuperar lo perdido en 2009, aun sin considerar el aumento de la población en edad de trabajar por la dinámica demográfica.

El gobernador Ortiz dijo ayer que el banco central estima que el próximo año se crearán entre 300 mil y 400 mil empleos en el sector formal de la economía, menos de los perdidos en 2009, y que equivalen a una tercera parte de la demanda generada por la dinámica demográfica.

Estímulo a la inflación
El paquete económico para 2010 propuesto por el Ejecutivo y aprobado con algunos cambios por la mayoría en el Congreso considera el aumento de impuestos tanto al ingreso como al consumo. Además del incremento en los impuestos para el siguiente año, el banco central consideró que existe la posibilidad de que se modifiquen las políticas de precios y tarifas, tanto a nivel federal como local (por ejemplo, la petición del gobierno del Distrito Federal de subir 50 por ciento el precio del pasaje en el Metro).

La combinación de mayores impuestos, de la modificación de la política de precios y tarifas a nivel federal y local, anticipó, provocarán un incremento “de una sola vez” de 1.7 puntos porcentuales en la inflación general de 2010, que de este modo crecerá a una tasa anual de entre 4.75 y 5.25 por ciento.

Un “soldado de México”
“Soy un soldado de México”. Guillermo Ortiz dejó claro que si se lo piden se queda otros seis años como gobernador del Banco de México (BdeM), la institución autónoma del Ejecutivo encargada de la política monetaria. Lo que ocurre es que, al menos hasta ayer, no se lo han pedido.

“No hay que dar muchas vueltas. Pronto se sabrá”, declaró Ortiz Martínez, quien ha estado al frente de la institución por 12 años.

La decisión sobre la permanencia de Ortiz, o su relevo como gobernador del banco central, depende de una propuesta del Ejecutivo que debe ser aprobada o rechazada por el Senado de la República, que termina su periodo ordinario de sesiones el 15 de este mes.

“El presidente (Felipe Calderón) mencionó hace unos días, en el aniversario de su tercer año de gobierno, una frase en sentido de que servir al país en condiciones difíciles es un privilegio. Pues a mí me ha tocado ese privilegio ya durante bastante tiempo”, añadió Ortiz en una conferencia de prensa.

“Si el Presidente y el Congreso piensan que puedo seguir aportando, que puedo ser de utilidad, pues con mucho gusto lo haré, nunca le voy a decir que no a México”.

Añadió: “Si no es el caso, les digo que me voy satisfecho en parte por los resultados y, sobre todo, porque he puesto lo mejor de mi esfuerzo en esta tarea. Ya no hay que darle muchas vueltas a esto, que ya pronto se sabrá lo que va a pasar”.

Cuando el actual titular del Ejecutivo Felipe Calderón era presidente del Partido Acción Nacional y diputado federal, esa formación política presentó en la Cámara de Diputados una solicitud de juicio político contra Guillermo Ortiz por su desempeño como secretario de Hacienda durante el rescate bancario que siguió a la crisis de 1995. Por exigencia de Acción Nacional, desde ese entonces Ortiz está vetado para ocupar el asiento que corresponde al banco central en la junta de gobierno del IPAB.

–¿Es usted un soldado del presidente?- fue interrogado ayer Ortiz Martínez en la conferencia de prensa.

–Sí, soy hijo de un militar. Eso está claro. Y además soy soldado de México.

Roberto González Amador, La Jornada, 3 de diciembre.


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