San Cristóbal de las Casas, Chis. 26 de enero. El profesor Alberto Patishtán Gómez, miembro de La Voz del Amate y adherente de la otra campaña, recibió hoy en el penal de San Cristóbal el reconocimiento jTatic Samuel jCanan Lum, otorgado por el obispo emérito Samuel Ruiz García y diversos organismos civiles. El profesor tzotzil “ha recorrido tres cárceles de Chiapas en 9 años de injusto encarcelamiento”.
El reconocimiento fue entregado por el propio Tatic (padre), quien acompañado por ex presos políticos visitó a Patishtán en el penal, “por ser ejemplo de cómo un ser humano puede mantener su espíritu íntegro, compartiendo sus virtudes con amor y sencillez con otras personas privadas de su libertad”.
Patishtán se dijo “recluido injustamente por delitos prefabricados y condenado arbitrariamente”, y agradeció a Ruiz García su visita. El reconocimiento “me da el valor para seguir ayudando a buscar siempre la libertad y la defensa de nuestros hermanos oprimidos y marginados y despojados de sus derechos”.
También recibieron la distinción tres organizaciones católicas indígenas: la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, la Coordinadora Diocesana de Mujeres (Codimuj) y Teología India Ecuménica Mayense. Se les reconoció “por su trabajo diario y servicio comunitario, en la defensa de su pueblo, por amar, cuidar y defender a los oprimidos y luchar por su liberación”.
Los acreedores a la distinción se dieron a conocer en el contexto del 50 aniversario episcopal de Ruiz García, quien llegó a esta ciudad en 1960. Los convocantes son organizaciones civiles “presididas, fundadas o inspiradas en el trabajo realizado por monseñor Ruiz García, en las áreas de derechos humanos, solidaridad y paz”. Explicaron que el título del reconocimiento “resume el sentido que los pueblos indígenas de Chiapas encontraron en el servicio de don Samuel”, y que jCanan Lum significa “el cuidador de su pueblo, el que lo ama y lo defiende, cuidador de la vida, de la tierra y de la naturaleza”.
Las organizaciones convocantes fueron el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria (Coreco), Desarrollo Económico Social de los Mexicanos Indígenas (Desmi), Instituto de Estudios e Investigación Intercultural (Inesin), Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América Latina (Sicsal) y el Servicio Internacional para la Paz (Sipaz).
Las Abejas de Acteal, “actualmente sometidas a una fuerte presión para abandonar la resistencia pacífica, por su constancia y perseverancia en la lucha pacífica del pueblo indígena”, recibieron la distinción pues, “a pesar de la excarcelación de 35 sentenciados por la masacre de Acteal, mantienen y profundizan su proceso organizativo y su lucha contra la impunidad”.
A Codimuj se le reconoció “por haber formado a un gran número de mujeres, promoviendo sus procesos de liberación, la lucha por sus derechos y su empoderamiento” desde los año 80. Codimuj representa “una lucha histórica de las mujeres indígenas y campesinas”. De Teología India Ecuménica Mayense, “que en medio de grandes dificultades ha sostenido su reflexión y profundización en las raíces de la tradición y espiritualidad de los pueblos mayas”, se destacó su “serio y profundo servicio al pueblo indígena, alentando la lucha pacífica, la autonomía y la resistencia comunitaria”.
El reconocimiento fue entregado por el propio Tatic (padre), quien acompañado por ex presos políticos visitó a Patishtán en el penal, “por ser ejemplo de cómo un ser humano puede mantener su espíritu íntegro, compartiendo sus virtudes con amor y sencillez con otras personas privadas de su libertad”.
Patishtán se dijo “recluido injustamente por delitos prefabricados y condenado arbitrariamente”, y agradeció a Ruiz García su visita. El reconocimiento “me da el valor para seguir ayudando a buscar siempre la libertad y la defensa de nuestros hermanos oprimidos y marginados y despojados de sus derechos”.
También recibieron la distinción tres organizaciones católicas indígenas: la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, la Coordinadora Diocesana de Mujeres (Codimuj) y Teología India Ecuménica Mayense. Se les reconoció “por su trabajo diario y servicio comunitario, en la defensa de su pueblo, por amar, cuidar y defender a los oprimidos y luchar por su liberación”.
Los acreedores a la distinción se dieron a conocer en el contexto del 50 aniversario episcopal de Ruiz García, quien llegó a esta ciudad en 1960. Los convocantes son organizaciones civiles “presididas, fundadas o inspiradas en el trabajo realizado por monseñor Ruiz García, en las áreas de derechos humanos, solidaridad y paz”. Explicaron que el título del reconocimiento “resume el sentido que los pueblos indígenas de Chiapas encontraron en el servicio de don Samuel”, y que jCanan Lum significa “el cuidador de su pueblo, el que lo ama y lo defiende, cuidador de la vida, de la tierra y de la naturaleza”.
Las organizaciones convocantes fueron el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria (Coreco), Desarrollo Económico Social de los Mexicanos Indígenas (Desmi), Instituto de Estudios e Investigación Intercultural (Inesin), Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos de América Latina (Sicsal) y el Servicio Internacional para la Paz (Sipaz).
Las Abejas de Acteal, “actualmente sometidas a una fuerte presión para abandonar la resistencia pacífica, por su constancia y perseverancia en la lucha pacífica del pueblo indígena”, recibieron la distinción pues, “a pesar de la excarcelación de 35 sentenciados por la masacre de Acteal, mantienen y profundizan su proceso organizativo y su lucha contra la impunidad”.
A Codimuj se le reconoció “por haber formado a un gran número de mujeres, promoviendo sus procesos de liberación, la lucha por sus derechos y su empoderamiento” desde los año 80. Codimuj representa “una lucha histórica de las mujeres indígenas y campesinas”. De Teología India Ecuménica Mayense, “que en medio de grandes dificultades ha sostenido su reflexión y profundización en las raíces de la tradición y espiritualidad de los pueblos mayas”, se destacó su “serio y profundo servicio al pueblo indígena, alentando la lucha pacífica, la autonomía y la resistencia comunitaria”.
Hermann Bellinghausen, La Jornada, 27 de enero.
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