Apartar al Ejército de Chihuahua es un error en la estrategia de seguridad del gobierno federal, ya que está cediendo a las presiones y a las críticas contra los militares y se entrega la estafeta del mando a la Policía Federal, con el riesgo de que el narcotráfico logre corromper a esta corporación, aseguró el general de división retirado, Luis Garfias Magaña.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea dijo que con esta decisión se está generando una falsa idea de que los militares fracasaron en su misión de combatir al narco, cuando la violencia que se vive en Juárez es resultado de la lucha entre organizaciones rivales por la plaza.
Esta es su opinión entorno a la decisión del gobierno de retirarle el mando al Ejército y crear la Operación Coordinada Chihuahua, que estará a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, con 2 mil efectivos que realizarán trabajos de vigilancia e investigación contra la delincuencia organizada. Aunque el Ejército y policías locales colaborarán en esta operación que estará bajo el mando de Vidal Díaz, delegado estatal de la Policía Federal en Chihuahua.
Garfias Magaña explicó que este paso estratégicamente es equivocado, ya que el combate a una amenaza como la que representa el narcotráfico requiere de la disciplina y la experiencia que existe en el Ejército, “que es el que ha demostrado ser la única institución capaz de hacer frente de manera directa a estos grupos delictivos cada vez más violentos”.
El general recordó además que las labores de inteligencia militar ya sean del Ejército o la Marina han permitido que en los últimos años se hayan suscitado las capturas más importantes de zares del narcotráfico, como lo fue en su momento la detención de Osiel Cárdenas Guillén, otrora líder del Cártel del Golfo o el caso más reciente que es el de la caída de Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de jefes.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea dijo que con esta decisión se está generando una falsa idea de que los militares fracasaron en su misión de combatir al narco, cuando la violencia que se vive en Juárez es resultado de la lucha entre organizaciones rivales por la plaza.
Esta es su opinión entorno a la decisión del gobierno de retirarle el mando al Ejército y crear la Operación Coordinada Chihuahua, que estará a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, con 2 mil efectivos que realizarán trabajos de vigilancia e investigación contra la delincuencia organizada. Aunque el Ejército y policías locales colaborarán en esta operación que estará bajo el mando de Vidal Díaz, delegado estatal de la Policía Federal en Chihuahua.
Garfias Magaña explicó que este paso estratégicamente es equivocado, ya que el combate a una amenaza como la que representa el narcotráfico requiere de la disciplina y la experiencia que existe en el Ejército, “que es el que ha demostrado ser la única institución capaz de hacer frente de manera directa a estos grupos delictivos cada vez más violentos”.
El general recordó además que las labores de inteligencia militar ya sean del Ejército o la Marina han permitido que en los últimos años se hayan suscitado las capturas más importantes de zares del narcotráfico, como lo fue en su momento la detención de Osiel Cárdenas Guillén, otrora líder del Cártel del Golfo o el caso más reciente que es el de la caída de Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de jefes.
Silvia Otero, El Universal, 18 de enero.
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