“Mi padrino ha sido el pueblo”

El candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México, Eruviel Ávila, asegura que no tiene padrinos políticos, que en su campaña el único padrino que tiene es la gente y no confía en los resultados de las encuestas.

¿Es posible cumplir en un sexenio todos los compromisos que se han firmado en campaña?

La meta es de 6 mil, todos ante notario público. Hay un candidato que está criticando esto, pero es que yo nací en el Estado de México, es la diferencia que tiene alguien que ha vivido toda su vida en el Estado de México. Yo sé lo que es viable.

¿Qué implica la ausencia de Enrique Peña en su campaña?

Enrique Peña me ha dado su apoyo moral, pero también fue muy claro conmigo: “Yo voy a respetar el proceso, voy a gobernar y que los candidatos y los partidos hagan su campaña”. Así que es una decisión que respeto y apoyo. Le agregaría, eso ya es de mi cosecha, creo que está bien para no darle pretexto a la oposición, porque hasta lo que no comen les hace daño.

¿En términos financieros, qué tan preocupado está con la revisión de los recursos?

Lo que veo es que los opositores están tratando de justificar su derrota, desde ahora están empezando a poner pretextos, pero yo soy un hombre respetuoso, vamos avanzando. Si tienen pruebas que las aporten. Estoy en el marco de la ley, con lo que se eroga estoy dentro de los límites. Es más, no voy a llegar al tope, que se erogue lo menos posible. Que me siento más, que me veo más, que me reúno con más gente, bueno eso es diferente, yo no tengo la culpa que el PRI, Nueva Alianza y el Verde tengamos mayor capacidad de convocatoria.

¿Cuál es el monto de la inversión en materia de seguridad y está de acuerdo con militarizar la Secretaría de Seguridad Pública que propone crear durante su sexenio?

En el caso del Estado de México he ofrecido duplicar el presupuesto en materia de seguridad pública y la creación de una Secretaría de Seguridad Pública, por lo que la idea es que en los siguientes 32 meses se eleve a más de 9 mil millones de pesos. Respecto al tema de la participación del Ejército, mientras no se solucione la inseguridad, temporalmente puede coadyuvar en el ámbito estatal y municipal. Soy un partidario de que el Ejército participe, mientras continuamos en este bache en el que estamos metidos todos los mexicanos.

¿Por qué tomó la decisión de no impugnar la candidatura de Alejandro Encinas?

Porque decidí que lo mejor era ganarle en las urnas y no a través de litigios, inclusive pedí que nos desistiéramos de varias quejas que el PRI había interpuesto en la vía legal, porque no quería que fuera una proceso litigioso.

¿Se podía victimizar a Alejandro Encinas?

Partí de la buena fe, desde un principio pedí respeto y dije voy a ofrecer lo mismo de mi parte. Para pedir hay que dar. Imagínate si pedía respeto, campaña de altura, propuestas y empezaba a interponer demandas, no estaría predicando con el ejemplo. Vamos a hacer propuestas por cada denostación.

¿Qué piensa de Alejandro Encinas?

Respeto, así de sencillo, es un hombre de izquierda, tiene su mérito por ser un hombre de izquierda, le reitero la disposición de hacer una campaña de respeto.

¿De Luis Felipe Bravo Mena?

Un hombre de derecha, un hombre con principios de derecha, lo respeto. Cuando eran candidatos los conocí en el 93, me acuerdo porque estaba haciendo mis pininos en la política. Ahí los conocí, desde entonces hay respeto para ellos.

¿Le teme a una alianza de facto?

De ninguna manera, considero que la gente está muy politizada, cada vez es más crítica y qué bueno, cada vez sabe hacer uso de ese poder, del derecho que tiene a través del voto, así que no me preocupa esa circunstancia.

Como precandidato pidió en Atlacomulco, que se le adoptara como hijo político, ¿fue así?

Lo que hice fue en todas las regiones del estado, me refería a que los militantes del partido me adoptaran como hijo de su región en un sentido simbólico para generar una hermandad. Reconozco que mi vida la he desarrollado más en aquella región (de Ecatepec), fue una expresión muy sentida que finalmente todas las regiones, el sur, el norte, me adoptaron como su hijo.

No conozco a ese grupo, no voy a analizar si existe. Mi respeto a toda la clase política del Estado de México. Más que hablar de regiones, siento que el PRI demostró que está abierto y da oportunidades a la militancia. No tengo un padrino político, mi jefe político, mi padrino siempre ha sido el pueblo. Qué bueno que el PRI dé oportunidades —yo no me considero chavo— pero sí como una nueva generación de políticos.

¿Está confiado en las encuestas?

No, alientan mucho, pero todo concurre, un gobierno del estado que está bien evaluado, me alientan, pero tan no estoy confiado que el primer día de mi campaña lo empecé a las 00:01 horas.

¿Se dirimieron las diferencias después del proceso interno en el partido?

Nunca las hubo, nunca hubo ruptura. Entiendo que quienes no fueron tenían su corazoncito legítimo, claro que aspiraban. Pero todos previo a la designación teníamos un acuerdo de que íbamos a respetar el consenso que se diera y finalmente salió el candidato, además todos están incluidos.


Miriam Castillo y Ana Salazar, Milenio, 30 de mayo.

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