Tránsfugas de PRD, con Eruviel

René Arce siempre ha jugado al mejor postor. Para las elecciones federales de 2009, tras ganar en tribunales la postulación de su esposa Silvia Oliva a la jefatura de la delegación Iztapalapa, el senador sacó a sus seguidores para tratar de ganar los comicios a Rafael Acosta Juanito, postulado por el Partido del Trabajo (PT).

Arce hizo cuentas y, según sus cálculos, con más de 120 mil votos lograría mantener la delegación que él gobernó durante tres años, la cual cedió después a su hermano Víctor Hugo Círigo. Sin embargo, el legado político-familiar terminó cuando Juanito sumó más de 180 mil sufragios de la mano del ex candidato presidencial de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. Después, Juanito cedió su lugar como lo prometió públicamente a Clara Brugada.

Antes de convertirse en fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Arce militó en el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), fuerza política en la que estuvo con Ricardo Pascoe y Pedro Peñaloza. De hecho, los tres se vincularon con otras fuerzas políticas en cuanto perdieron posiciones en el sol azteca.

Junto con Peñaloza, se autonombraban los reformistas del PRD, postura con la que logró un contrapeso ante el grupo de René Bejarano, con quien mantuvo enfrentamientos por el control de delegaciones, hasta que alcanzó asentarse en Iztapalapa y Venustiano Carranza, con Ruth Zavaleta.

Como dirigente sindical en Aeroméxico, fue acusado de traidor por los mismos trabajadores luego de que los directivos de dicha empresa desbarataron al grupo más inconforme, por lo que fue acusado de fraude y enviado a la cárcel a principios de los noventa.

Oaxaqueño de nacimiento, avecindado desde hace décadas en la capital del país, lo mismo que Víctor Hugo Círigo, su hermano, Arce intentó tras declinar a su militancia perredista en diciembre del 2009 conformar un partido político junto con el ex presidente nacional del Partido Socialdemócrata (PSD), Jorge Carlos Díaz Cuervo.

Lo hizo para los comicios celebrados en julio de ese año, cuando ambos recibieron 58 millones de pesos para tratar de evitar la pérdida del registro de esa fuerza política. Arce accedió a unos 10 millones de pesos, cifra que le alcanzó para levantar la votación del PRD en el DF, e incluso lograron un diputado local, el cual luego de tomar posesión se deslindó de ellos.

El senador no ha cejado en la intención de formar un partido político en el Distrito Federal.

Cercanos a Arce confiaron que a finales de septiembre y principios de octubre de 2010, tanto él como Círigo se reunieron con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para acordar finalmente la formación de varios partidos locales y solicitar su registro. Una de sus compañeras de corriente, Ruth Zavaleta, apareció a principios de 2011 con el gobernador mexiquense Peña Nieto en eventos proselitistas en el estado de Guerrero, para apoyar al candidato priísta Manuel Añorve.

El escenario legal se conformó el 27 de abril, cuando el último día de sesiones del congreso local en el Estado de México, el PRI presentó reformas al código electoral local para abreviar el trámite de la constitución de partidos.

Arce volvió a ser acusado de traidor por la diputada Alejandra Barrales y exigió su expulsión del PRD luego de que el Senado de la República aprobó reformas al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, que limita las facultades del gobierno local, elimina la cláusula de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa y abre la posibilidad de registro de partidos locales. Todo, promovido por Arce junto con el senador panista Federico Döring, quien incluso lo acompañó en actos públicos.

Ahora reaparece en territorio mexiquense para apoyar la candidatura del priísta Eruviel Ávila. Ésta ha sido la trayectoria de un político que al interior del PRD se ha calificado de traidor.

José Gerardo Mejía, El Universal, 31 de mayo.