Peña Nieto y Beltrones, hombro a hombro, en discurso de Pedro Joaquín

Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, por primera vez el mexiquense ya como virtual candidato presidencial del PRI, y el sonorense ya sin ninguna presión de disputar esa responsabilidad, estuvieron hombro a hombro en la unción de Pedro Joaquín Coldwell como nuevo nacional del dirigente del PRI.

Incluso, el líder de los senadores priístas acompañó de pie, hasta en tres ocasiones, el aplauso que los 780 consejeros del PRI asistentes al evento brindaron a Peña Nieto, al ser mencionado por el político quintanarroense como quien será el próximo presidente de la República, a partir del 1 de diciembre de 2012.

En el presídium, ambos en su calidad de consejeros políticos del PRI, Peña Nieto y Beltrones intercambiaban con frecuencia comentarios acerca del puntual discurso de Joaquín Coldwell, quien en tribuna dejaba clara la postura de su partido frente a lo que llamó “polarización auspiciada desde el gobierno federal”.

Desde antes del registro de Peña Nieto como precandidato único del tricolor, ambos personajes clave del priísmo actual no se encontraban en ningún evento. Anoche lo hicieron y la militancia, ya sin los amarres a que estuvo sujeta semanas atrás, se prodigó sin reservas en reconocimiento al ex gobernador mexiquense.

Pero había en el ánimo de la concurrencia el hacer un homenaje a Manlio Fabio Beltrones, como aquella voz anónima, pero suficientemente fuerte que agradeció al sonorense “su unidad y apoyo”, lo que desató una fuerte andanada de aplausos.

O aquella otra carretada de ovaciones cuando antes de tomar la protesta a Joaquín Coldwell, el viejo priísta Jorge de la Vega Domínguez, resaltó su también añeja amistad con Beltrones.

Y en el espíritu de la sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional, desde luego imperaba el reconocimiento sin reservas a quien dejaba la dirigencia tricolor, a Humberto Moreira Valdés, quien ganó todo lo que le pusieron enfrente en materia electoral. Moreira no acudió a la sesión.

No le hacía falta para ser recordado como un líder ganador, un dirigente que supo posicionar al PRI, con un precandidato de unidad, en la antesala de la victoria presidencial en 2012.


Luciano Franco, La Crónica, 9 de diciembre.