Bajo la lluvia

CHALCO, Edomex.- Ya hay muchos con banderines del PRD, el PT, el Movimiento Ciudadano y del infaltable SME, cuando Juan Carlos López llega a la cancha de futbol de la Universidad Azteca moviendo las caderas salerosamente.

Ahí tendrá lugar el primer mitin de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en el Estado de México.

El Municipio es Chalco, obligada y populosa parada de los candidatos.

Juan Carlos podría haber pasado desapercibido entre los asistentes de no ser porque va ataviado con una botarga de un sonriente candidato del Movimiento Progresista, que hasta tiene el gallito en el cabello entrecano y la corbata amarilla.

Aquél en realidad es serigrafista, tiene 42 años y lo lleva un grupo que promueve a la precandidata perredista a la diputación del Distrito 40 de Ixtapaluca, Martha Sandoval.

La botarga de AMLO baila sin cesar. Las chicas le toman fotos, los niños le saludan de mano.

Aquel entusiasta, muy parecido al candidato, se llama Juan Antonio López, otro López; viene de Valle de Chalco, Municipio 122 del Edomex, y los amigos, socarrones, tratan de pararle los cabellos de la mollera para aparezca el gallo característico de AMLO.

Sus amigos de playeras amarillas le apodan "El peje de Valle de Chalco".

El municipio Valle de Chalco-Solidaridad sirvió como proyecto piloto del Pronasol con el que Salinas impulsó su política social. Ese programa es el padre del Progresa que implementó Ernesto Zedillo, y abuelo del Oportunidades de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.

El acarreo aquí se da hasta en autobuses con publicidad de Enrique Peña Nieto. El animador dice que AMLO ha recorrido el País en cuatro ocasiones, que no es ningún improvisado, que sabe lo que hace falta y que hará justicia.

La gente que llega en masa, seguida por vendedores, perros y chiquillos con nieve de limón, ni escucha al del micrófono por estar viendo el cielo encapotado y los relámpagos.

"A'i viene el agua", dice una mujer y apunta hacia la enorme nube cargada que, como en las caricaturas, comienza a chispear precisamente encima de la cancha.

Ante el primer chipi chipi, algunos que llevan rato sentados se levantan de la sillas blancas y se dirigen hacia la salida; en tanto, los vendedores de playeras de Morena y de dulces comienzan a envolver sus productos.

"¡Vamos a ir juntos hasta el final!", arenga el animador, quien advierte que AMLO está a minutos, pero la lluvia arrecia. La estampida tumba sillas aun y cuando AMLO aparece en la tarima venido de quién sabe dónde. Rodeado de candidatos de izquierda, habla después de dos, uno de los cuales denuncia que uno de los panorámicos del candidato perredista a Alcalde de Chalco fue quemado por policías del Estado de México:
"Yo sé que está lloviendo", dice bajo la lluvia el tabasqueño, sonriente y enfundado en una chaqueta gris, "pero nos aguantamos. ¿Les afecta esto?", pregunta.

Las cientos de personas que quedan contestan "sí", medio desalentadas, pero AMLO se pone mesiánico: "Debemos ver esta lluvia como un presagio". Casi se puede decir que él atrae la lluvia en los eventos que ha realizado en el centro del País.

En San Juan del Río, Querétaro, el tercer día de campaña, cayó un chaparrón que dispersó a la gente. Ese mismo día, en su camino a Actopan, Hidalgo, cayó una granizada que cubrió de blanco los bordes de la carretera. El 11 de abril, las gotas cayeron con fuerza cuando llegó a Apizaco, Tlaxcala, y, al terminar el mitin en Cholula, Puebla.

"Ya nos permitió la lluvia hacer esta asamblea. Si se tratara de un acto del PRI, ese señoritingo (en referencia obvia a Enrique Peña) ni se hubiera bajado del helicóptero en el que anda", afirma el tabasqueño entre las carcajadas de los asistentes.

Llega el Himno Nacional. La lluvia ha cesado y AMLO ofrece, así lo dice, su corazón.

"¿Entonces, por quién vas a votar?", le preguntan unos a un viejo y él, convencido, responde: "Pues por el PRT".

El izquierdista se retira. La gente quiere hacer lo mismo, pero el único acceso tiene tres metros de ancho y los apretones se dan en serio.

Alguien se pregunta qué fue de la botarga de AMLO.

"La última vez que la vi iba corriendo hacia la salida", contesta uno de los empapados durante el aguado mitin.


José David Estrada y Daniel de la Fuente, Reforma, 14 de abril.

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