San Juan Chamula, Chis., 31 de marzo. En este enclave de los Altos de Chiapas, donde el caciquismo del PRI y la religión católica caminaron de la mano durante décadas, hoy las porras y la propaganda política estuvieron sobre todo a cargo del PVEM. Y llegó Enrique Peña Nieto para encontrarse con indígenas tzotziles y fustigar a quienes atribuyen a la diversidad y a la pluralidad la razón de que nuestros pueblos no avancen; cuánto se equivocan y qué poco entienden la realidad de Chiapas
, les dijo.
Se le veía arrobado. Y se confesó conmovido por la experiencia. Pero si bien presume como su principal activo político a las mujeres, los organizadores no tomaron en cuenta el carácter monolingüe de la mayoría de las tzotziles y no se les ofreció traducción simultánea del discurso del aspirante presidencial.
Más tarde, en Comitán, el segundo mitin chiapaneco estuvo a punto literalmente de naufragar.
A las 4 de la tarde, una hora antes del inicio, cayó tal tormenta –con granizo y todo– que prácticamente se vació el estadio municipal. Los comitecos al menos pudieron correr o regresar a sus casas, no así quienes fueron trasladados desde Tuxtla Gutiérrez, Ocosingo y Las Margaritas, entre otros sitios; miles, sin embargo, terminaron ensopados y de plano ya no volvieron.
Peña terminó hablando –según testimonios– ante unas 3 mil personas a quienes agradeció el gesto de permanecer y les aseguró: Ni la tormenta ni la lluvia habrán de detenernos para llegar a la Presidencia de la República
.
Ahí, además, sumó al compromiso suscrito en San Juan Chamula, de otorgar escuelas dignas a los indígenas, los de crear un parque agroindustrial y modernizar las carreteras de la región.
Y como en Guadalajara, en el inicio de la campaña, los rubricó ante notario público, porque exclamó: ¡Ya basta de falsos discursos y de falsas promesas; de esas que cuando viene la campaña se dejan sentir y cuando se hace gobierno pareciera que se olvidan!
Esto le fue muy reconocido por la gente, pero de algún modo un mal fario se haría presente en esta gira chiapaneca, en el segundo día de la campaña presidencial del aspirante PRI-PVEM, cuando tras el mitin ocurrió, según diversos reportes, un grave accidente con saldo de 12 heridos –siete muy graves– entre un microbús donde viajaban hombres tojolobales de regreso a la comunidad de Justo Sierra, en Las Margaritas, y una camioneta. El hecho ocurrió a unos 4 kilómetros de Comitán, esto es, cuando apenas emprendían el camino de regreso hacia su pueblo. Quienes provocaron el accidente, se dijo, iban ebrios.
En medio de ambos actos masivos, Peña Nieto se reunió, según trascendió, a comer con el gobernador Juan Sabines en el parador museo Santa María en la Trinitaria. Además de ellos sólo estuvieron sus esposas y el senador Manuel Velasco, del PVEM, casi seguro candidato a gobernador en alianza con el PRI.
Para la clase política priísta local saber esto resultó harto significativo, pues todavía no terminan de asimilar la decisión de su dirigencia nacional de apostar todo a una coalición con losverdes, partido de meteórico crecimiento aquí en los años recientes, y con la apuesta de tener por primera vez un gobernador surgido de sus filas. Además, a resultas de esa negociación de cúpulas renunció al PRI la senadora y hoy virtual candidata de la izquierda María Elena Orantes.
No trascendió el contenido de este almuerzo, pero especulaciones sobraron. Se dijo, sin embargo, que Sabines tendrá la misma hospitalidad mañana cuando llegue a Tapachula la aspirante del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota.
Abonó a la especulación sobre los rejuegos políticos locales el significativo fragmento del discurso de bienvenida a Peña Nieto por la dirigente local Raquel Cruz: “Nuestro Chiapas, en los últimos años, ha logrado mostrar a México y al mundo que la pobreza se puede ir quitando, que ahora nuestra ley hace valer, como es debido, el derecho de las mujeres, de los migrantes y los derechos humanos de todas las personas (…) que pueden irse dejando atrás las muertes de ancianos, niños y mujeres, que subimos los bajos niveles educativos con un gobierno que ahora atiende a todos sin diferencias…”
Pero de inicio, aquí en San Juan Chamula –y como es costumbre inveterada para con sus visitantes distinguidos– los tzotziles locales lo ataviaron con su traje típico y le entregaron el bastón de mando.
Incrementa el reproche
Sus gestos de cortesía llegaron hasta ese punto. Los indígenas no escandalizan ni se vuelcan en muestras de algarabía. Tales manifestaciones, de nuevo, quedaban a cargo de los citadinos, quienes, al parecer, alcanzaron niveles abiertos de rivalidad con los priístas, al grado de recibir la admonición de Peña Nieto en Comitán:¡Ni se preocupen de echarse porras entre Verde y PRI! Qué les preocupa, tienen al mismo candidato y van a ganar
, les dijo. Velasco, por cierto, estuvo en los mítines de este día, pero no subió a los templetes. Debe esperar los tiempos legales de postulación, se dijo.
Por lo demás, Peña elevó hoy un grado el tono de reproche y censura a las administraciones del PAN: no hay, dijo, educación en cobertura y calidad suficientes; la estrategia de combate a la inseguridad ha fallado y la violenciaha enlutado a miles de hogares
.
Limitado crecimiento económico, añadió; 12 millones de nuevos pobres, falta de empleos y, sobre todo, una juventud con los sueños frustrados y sin posibilidades de realización.
Y para ellos, algo totalmente entendible para los tzotziles: kolavalik(gracias a todos).
Rosa Elvira Vargas y Elio Henríquez, enviada y corresponsal, La Jornada, 1º de abril.
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