Representantes partidistas aún no logran consenso en los temas del primer debate


Los representantes de los partidos y candidatos alcanzaron un acuerdo para designar a la periodista Guadalupe Juárez como la moderadora del primer debate, a celebrarse en el World Trade Center el próximo 6 de mayo.
De igual forma, se pactó que serán tres los temas –aún no definidos– que se discutirán bajo el formato de cuatro rondas de 8 minutos y medio por cada uno de ellos, a partir de la pregunta que les corresponda, tras lo cual habrá réplicas y una contrarréplica.
En la fase final de las definiciones, los representantes pasaron ya de la fase de propuestas a la postura de vetos a los posibles moderadores del debate, bajo la única premisa de que sería una mujer. Fue así como a partir de consultas con los candidatos se fueron descartando los nombres, hasta llegar al consenso por la periodista de Radio Red.
Al responder a las acusaciones del candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, de que el Instituto Federal Electoral (IFE) pretende proteger al aspirante de Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, el consejero Francisco Guerrero señaló que los acuerdos no los adopta el instituto, sino los representantes partidistas.
Tras indicar que el IFE actúa de manera imparcial, Guerrero pidió a López Obrador tener confianza en el instituto, e hizo un llamado a la serenidad.
Al término del encuentro se dio a conocer la mecánica del primer debate, que incluirá una presentación inicial de Juárez, la explicación de la fórmula del debate y un mensaje inicial de un minuto y medio por cada uno de los cuatro candidatos. Después se abrirá la discusión sobre un primer tema; uno de los candidatos sorteará una pregunta que responderá en dos minutos para dar paso a una intervención del resto de los aspirantes, que en minuto y medio podrán cuestionar al primer orador o fijar postura sobre el tema. La ronda concluirá con otro minuto y medio de quien comenzó el turno.

Por cada tema, los aspirantes a la Presidencia sortearán una pregunta, a partir de lo cual se desarrollará el mismo proceso. Concluido el tema, al que se destinarán en total 34 minutos, se pasaría al siguiente punto. El debate cerrará con un mensaje final de los cuatro candidatos.
Cada candidato designará a un académico o persona de su confianza, con ese perfil, para que replantee las preguntas, con la finalidad de que no haya afirmaciones implícitas, que tengan un sesgo político o no puedan ser respondidas en el tiempo determinado.
El representante de Movimiento Progresista, Jaime Cárdenas, reconoció que hubo un regaño fuerte de su candidato por el formato acordado, pues tiende a la espotización del debate y da poco tiempo para la exposición de ideas. Indicó que la preocupación de López Obrador es que los ciudadanos tengan la información para ejercer un voto razonado.
El representante del PAN, Rogelio Carvajal, precisó que no se alcanzó un acuerdo sobre los temas de cada uno de los debates, por lo que se mantendrán las reuniones para consensuarlos y discutir sobre detalles en la preparación del primer encuentro. Se confirmó que el segundo lo moderará un hombre y será en Guadalajara.
Por el lado de los priístas, Jorge Carlos Marín explicó que Peña Nieto preferiría dejar el tema de seguridad para el segundo debate e incluir la economía en el primero, caso contrario al PAN. Mencionó que en su caso designarán a alguien de la Fundación Colosio para realizar los ajustes de forma a las preguntas.
Mañana se presentará el documento al Consejo General del IFE para su aval definitivo. Aunque no se han definido los temas de cada debate, éstos se elegirán de entre: economía y empleo; seguridad y justicia; política y gobierno; desarrollo social; desarrollo sustentable, y México ante el mundo.
Alonso Urrutia, La Jornada, 17 de abril.

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