MADRID.— La ex candidata a la vicepresidencia de Colombia, Clara Rojas, quien estuvo secuestrada durante seis años por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recomendó ayer “muy humildemente y muy respetuosamente” al presidente de su país, Álvaro Uribe, “que abra un poco más esa puerta de flexibilidad para ver cómo, a través del diálogo, se logra una aproximación mayor a las FARC”.
Rojas reconoció sentir una “profunda admiración” por Uribe, elogió su “capacidad de trabajo y liderazgo”, aunque subrayó la necesidad de que el mandatario “se meta con todo el ahínco en el tema, no sólo para reforzar la política de seguridad democrática sino también para lograr la paz”.
La ex política hizo estas declaraciones durante la presentación en la Casa de América de Madrid de su libro Cautiva. Un volumen en el que relata sus seis años de cautiverio, del 23 de febrero de 2002 al 10 de enero de 2008 en que fue liberada gracias a la gestión de, entre otros, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En su libro relata distintos momentos de los seis años que pasó con los guerrilleros, como cuando fue capturada junto con Íngrid Betancourt, entonces candidata presidencial; el día a día de ambas en la selva; su felicidad al descubrir que estaba embarazada pero su angustia de sentirse sola y sin recursos; su parto agarrada a un árbol mientras le practicaban una cesárea; la enorme angustia que sintió cuando la separaron de su hijo Emmanuel, del que sigue negándose revelar la identidad del padre; su distanciamiento de Betancourt después de varios intentos de fuga fracasados y con quien ahora confía en reconciliarse; su liberación y su reencuentro con su hijo y con su madre.
Dijo sentirse feliz de estar en libertad: “Duermo bien y no tengo pesadillas”. Explicó que lo primero que hace al levantarse y después de dar gracias a Dios por estar viva es pensar en todos los secuestrados por las FARC, y reconoció que jamás había pensado que un día estaría “en libertad, celebrando el quinto cumpleaños de mi hijo, y presentando mi libro como hoy ante ustedes”. Sobre la escritura apuntó que le sirvió de terapia aunque recordar lo ocurrido le provocó bloqueos emocionales, y que vivió momentos muy duros y dramáticos en el cautiverio pero fue su hijo gracias a quien mantuvo la fe y la esperanza.
Por último, reconoció que perdona a sus secuestradores y que espera contribuir a lograr el perdón y la reconciliación en su país. “No descarto volver a la política”, apuntó. “Aunque todavía es pronto para tomar una decisión”, concluyó. Rojas viajará en mayo a México para presentar Cautiva.
Rojas reconoció sentir una “profunda admiración” por Uribe, elogió su “capacidad de trabajo y liderazgo”, aunque subrayó la necesidad de que el mandatario “se meta con todo el ahínco en el tema, no sólo para reforzar la política de seguridad democrática sino también para lograr la paz”.
La ex política hizo estas declaraciones durante la presentación en la Casa de América de Madrid de su libro Cautiva. Un volumen en el que relata sus seis años de cautiverio, del 23 de febrero de 2002 al 10 de enero de 2008 en que fue liberada gracias a la gestión de, entre otros, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En su libro relata distintos momentos de los seis años que pasó con los guerrilleros, como cuando fue capturada junto con Íngrid Betancourt, entonces candidata presidencial; el día a día de ambas en la selva; su felicidad al descubrir que estaba embarazada pero su angustia de sentirse sola y sin recursos; su parto agarrada a un árbol mientras le practicaban una cesárea; la enorme angustia que sintió cuando la separaron de su hijo Emmanuel, del que sigue negándose revelar la identidad del padre; su distanciamiento de Betancourt después de varios intentos de fuga fracasados y con quien ahora confía en reconciliarse; su liberación y su reencuentro con su hijo y con su madre.
Dijo sentirse feliz de estar en libertad: “Duermo bien y no tengo pesadillas”. Explicó que lo primero que hace al levantarse y después de dar gracias a Dios por estar viva es pensar en todos los secuestrados por las FARC, y reconoció que jamás había pensado que un día estaría “en libertad, celebrando el quinto cumpleaños de mi hijo, y presentando mi libro como hoy ante ustedes”. Sobre la escritura apuntó que le sirvió de terapia aunque recordar lo ocurrido le provocó bloqueos emocionales, y que vivió momentos muy duros y dramáticos en el cautiverio pero fue su hijo gracias a quien mantuvo la fe y la esperanza.
Por último, reconoció que perdona a sus secuestradores y que espera contribuir a lograr el perdón y la reconciliación en su país. “No descarto volver a la política”, apuntó. “Aunque todavía es pronto para tomar una decisión”, concluyó. Rojas viajará en mayo a México para presentar Cautiva.
Ana Anabitarte corresponsal, El Universal, 22 de abril.
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