Enfurece a priistas el acoso del PAN

En el Senado reventó el enojo del PRI ante las acusaciones del dirigente panista Germán Martínez, de que no apoyan las leyes contra la inseguridad, y los desplegados de "sopa de letras" y "relaciona las columnas" en los que los asocian con corrupción y se burlan de las frases con las que dirigentes priistas han criticado al líder del blanquiazul.

De pie, en el centro del salón de sesiones, el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, acusó de tramposa a la bancada del PAN y a su líder, Gustavo Madero, por no dar trámite al dictamen de Ley de Extinción de Dominio aprobado y firmado desde la noche del miércoles.

"¡Tramposos, la presidencia está haciendo trampa!", gritó el sonorense mientras señalaba con el dedo al panista que intentaba dar continuidad a la sesión.

Los priistas denunciaron que Acción Nacional pretendía retrasar la aprobación de la Ley para que su dirigente, Germán Martínez, pudiera mantener una campaña de ataques contra el tricolor.

"¿No era eso lo que querían?, ¿quiénes eran los de la prisa? No les interesa la ley, lo único que les importa son las elecciones", vociferaba el secretario general del PRI, Jesús Murillo.

"Cómo duelen las encuestas", reflexionaba desde su lugar el senador del PAN, Rubén Camarillo.

Ante el amotinamiento, Madero se atrincheró en la Mesa Directiva, desde donde intentó, en por lo menos cuatro ocasiones, continuar con la sesión.

Cada vez que hacía uso del micrófono, el panista provocaba una nueva andanada de gritos de los priistas, que se amontonaban para exigir que se votara el dictamen. Incluso tomaron en sus manos una copia del documento con la que le pedían a Madero proceder a la discusión.

"Aquí está el dictamen", señalaba el priista Fernando Castro, mientras mostraba las hojas.

"Esa fotocopia no es con lo que se puede trabajar", respondió el panista.

Fue entonces cuando Madero le recordó al senador del PRI, Francisco Arroyo, que él mismo había avalado proceder con la sesión, en espera de que quedara listo el dictamen oficial, al que sólo se le daría primera lectura.

Los argumentos fueron inútiles y los priistas no pararon hasta que se dictó un receso. Los coordinadores abandonaron el salón para discutir el tema en privado.



¡No me toques!

Iniciado el receso se registró un enfrentamiento que casi llega a los golpes.

El panista Alejandro González, se acercó a la bancada del PRI para dialogar con Murillo sobre el estatus del dictamen.

Apenas tocaba territorio tricolor, cuando el senador del PVEM, Manuel Velasco, pidió al panista conducirse con respeto.

La solicitud generó la molestia del panista quien empujó al pevemista.

-¡Espérame tantito, tú cállate muchachito pendejo!-, le soltó González.

-¡Pues cállate tú!-, respondió Velasco.

-¡Ya te dije, si lo que quieres es echarnos nos vamos allá afuera!-, retó el panista.

-¡Pues cuando quieras!-, contestó el senador del Verde.-¡Cuándo quieras, cabrón!-

-¡Oye, yo no te estoy provocando!-

-¡Entonces suéltame, no me agarres! -

-¡No me toques!-

-¡No me agarres!-


El problema

Tras el incidente, Alcocer intentó explicar a los priistas que el dictamen sí se presentaría en la sesión.

Sin embargo, la senadora Amira Gómez le reprochó la estrategia mediática de su partido y la guerra sucia emprendida contra el PRI.

-¿Quieres saber cuál es el problema? ¡Te voy a decir cuál es el problema! -, reclamaba la tamaulipeca.

- Calmada senadora -, respondía el panista.

- El problema es la estrategia mediática del PAN -.

Castro acusó al panista de actuar como porro.

-¡Regrésate a tu escaño, porro!-, le gritaba.

-¡Fernando, me vas a demostrar que es una trampa!-, respondía a lo lejos González.

Mientras, PRI y PAN peleaban, los perredistas se sobaban las manos.

Graco Ramírez abrazó a Murillo para darle "el pésame".

"Se acabó la familia feliz... pero ahora el PRD puede ser tu casa chica", le ofreció.

Tras la negociación a puerta cerrada, los coordinadores alcanzaron un acuerdo. La sesión se reanudó y luego de los posicionamientos en la tribuna, el Senado aprobó la nueva Ley de Extinción de Dominio.



El doctor

Al terminar la sesión, Madero salió directo al consultorio de un doctor, pero tuvo que aclarar en conferencia que la visita no tuvo ninguna relación con la confrontación y que ya estaba programada.

¿Se le subió la presión?

"Nombre, ni la presión ni nada, es una cuestión lumbar de la espalda, es un quiropráctico que me da un tratamiento, es todo", respondió.
Claudia Guerrero, Reforma, 3 de abril.

0 Responses to "Enfurece a priistas el acoso del PAN"