Indígenas desafían a FARC por sus muertos

Indígenas colombianos concluyeron ayer una peligrosa travesía por la selva para recuperar los cuerpos de compañeros awá asesinados por las FARC, con la que visibilizaron el drama de este pueblo que se resiste a ser involucrado en el conflicto armado interno del país.

De ocho cadáveres que hallaron, dos de mujeres que tenían siete y ocho meses de embarazo fueron abiertos por los guerrilleros y les sacaron los fetos, denunció el presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Andrade.

“Encontramos los cuerpos abiertos desde el cuello hasta el estómago y sin los fetos”, dijo a AFP Andrade en declaraciones telefónicas desde el corregimiento del Diviso, en departamento (provincia) de Nariño (sur y limítrofe con Ecuador), donde llegaron los indígenas tras la búsqueda. Los ocho cuerpos permanecen en la zona en espera de que la Fiscalía realice técnicamente el levantamiento de los cuerpos y los identifique oficialmente, por lo que AFP no pudo confirmar de fuente independiente esa denuncia.

“No queremos que nos involucren en la guerra. Cada bando quiere que estemos de su lado”, agregó Andrade, que recordó que en los últimos seis años fueron asesinados 1,240 indígenas por los grupos enfrentados, en tanto que unos 50 mil se han visto forzados a desplazarse. “Las comunidades que viven en la zona permanecen confinadas en sus casas por temor a los enfrentamientos entre los actores armados de la guerra. Allí hay niños muriéndose por enfermedades previsibles y curables, pero que no pueden salir, precisamente porque si salen se les asesina”, aseguró la ONIC en una declaración. “Las acciones de los actores armados ilegales y las fuerzas militares del Estado en el territorio awá violan el derecho internacional humanitario, vulneran los derechos humanos de las comunidades y afectan nuestra autonomía como pueblo”, agregó el pronunciamiento de ONIC. Unos 600 indígenas iniciaron el 23 de marzo la búsqueda de los cuerpos internándose en la espesa selva húmeda de Nariño, bajo el riesgo de los campos minados puestos por la guerrilla, según indicó Andrade y el Ejército.

Del total de ocho cadáveres que encontraron, cinco son de un grupo de al menos 17 indígenas awá que según esa comunidad las FARC asesinaron a principios de febrero, en tanto que los restantes tres corresponden “a la masacre de septiembre de 2008 cometida por el mismo grupo armado”, explicó la ONIC.

De ese grupo de 17 integrantes de la comunidad awá que habita el resguardo Tortugaña Telembi, en Nariño, “once fueron asesinados y el resto aún permanecen desaparecidos”, de acuerdo con el informe que la ONIC presentó sobre el resultado de la búsqueda. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reconocieron haber “ejecutado” a ocho de esos indígenas a los que acusaron de ser informantes del Ejército.

Al respecto, el presidente de la ONIC, denunció una “grave” situación que están enfrentando los 35 mil indígenas awá que habitan en Nariño, de los cuales, según aseguró, un 60 por ciento se ha visto obligados a desplazarse por causa del conflicto armado que padece el país. “A la gente se le nota hasta en el rostro el terror por las FARC, porque les han dicho que los van a degollar”, dijo Andrade en sus declaraciones a AFP, y requirió del gobierno protección para que los desplazados puedan regresar a su resguardo.

Noraldo Chiripua, consejero de Derechos Humanos de la ONIC, dijo por su parte que de los 1,300 indígenas que habitaban el resguardo Tortugaña Telembi, 632 permanecen desplazados, e insistió que los 1.3 millones de indígenas colombianos (3 por ciento de la población) son “neutrales” frente al conflicto armado.

“EU rescató a Ingrid”

- Olga Cecilia Vega, una periodista colombiana que asegura ser mediadora del Gobierno de EU dijo ayer que militares de ese país dirigieron la Operación Jaque, el rescate de la ex rehén Ingrid Betancourt, tres estadunidenses y once secuestrados.

- Vega, aseguró que comprobó que los tres estadunidenses rehenes de las FARC eran agentes de la CIA, y que EU también dirigió el ataque en Ecuador en que murió el guerrillero Raúl Reyes.
AFP en Bogotá, Milenio, 3 de abril.

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