WASHINGTON (Agencias).— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, planea abolir las restricciones a los viajes familiares y al envío de remesas a Cuba, en cumplimiento de una de las promesas que hizo durante su campaña, reportó ayer The Wall Street Journal, justo el mismo día en que llegaron a La Habana ocho congresistas de EU para posibilitar un diálogo que permita una relación bilateral.
La idea de Obama, según el Wall Street Journal, que citó a un funcionario del gobierno que pidió el anonimato, es mandar una nueva señal al gobierno de Raúl Castro, sin que ello signifique que el mandatario estadounidense tenga intenciones de solicitar un levantamiento del embargo comercial a la isla, lo que requeriría del aval del Congreso.
Permitir el envío de remesas y los viajes familiares, en cambio, es algo que Obama puede hacer porque tiene la autoridad para ello. La decisión afectaría a los alrededor de 1.5 millones de estadounidenses que tienen familiares en Cuba, señaló el rotativo. Debido al embargo, los estadounidenses que tienen familia en la isla sólo pueden viajar allá una vez al año.
También quitaría el límite de mil 200 dólares por persona impuesto sobre el envío de remesas a familiares en Cuba.
En todo caso, el funcionario aclaró que el gobierno de Obama no está considerando ningún acercamiento diplomático específico con el gobierno comunista de Cuba.
De acuerdo con expertos, el anuncio podría producirse antes del viaje de Obama a Trinidad y Tobago, donde participará, del 17 al 19 de este mismo mes, en la Cumbre de las Américas.
El Congreso de EU está considerando actualmente proyectos que levantarían la prohibición de viajar a Cuba que rige para los ciudadanos estadounidenses y que fue impuesta junto a otras sanciones a principios de la década de 1960, cuando la isla se transformó en un aliado de la Unión Soviética.
En ese contexto, la llegada de los ocho legisladores, todos demócratas e integrantes del caucus afroestadounidense, fue vista como un nuevo ejemplo del cambio de actitud de Estados Unidos para con Cuba.
Aunque los congresistas, encabezados por Barbara Lee, líder del Caucus Negro, eludieron un encuentro formal con la prensa, Marcia Fudge, del estado de Ohio, admitió que el propósito del viaje de cinco días “es tender puentes entre Washington y La Habana”.
Antes de viajar a Cuba, Lee declaró: “Es tiempo de tener una discusión abierta y honesta sobre una nueva vía hacia adelante para las dos naciones y es mi deseo que esta delegación ayude a iniciar esa discusión”.
La idea de Obama, según el Wall Street Journal, que citó a un funcionario del gobierno que pidió el anonimato, es mandar una nueva señal al gobierno de Raúl Castro, sin que ello signifique que el mandatario estadounidense tenga intenciones de solicitar un levantamiento del embargo comercial a la isla, lo que requeriría del aval del Congreso.
Permitir el envío de remesas y los viajes familiares, en cambio, es algo que Obama puede hacer porque tiene la autoridad para ello. La decisión afectaría a los alrededor de 1.5 millones de estadounidenses que tienen familiares en Cuba, señaló el rotativo. Debido al embargo, los estadounidenses que tienen familia en la isla sólo pueden viajar allá una vez al año.
También quitaría el límite de mil 200 dólares por persona impuesto sobre el envío de remesas a familiares en Cuba.
En todo caso, el funcionario aclaró que el gobierno de Obama no está considerando ningún acercamiento diplomático específico con el gobierno comunista de Cuba.
De acuerdo con expertos, el anuncio podría producirse antes del viaje de Obama a Trinidad y Tobago, donde participará, del 17 al 19 de este mismo mes, en la Cumbre de las Américas.
El Congreso de EU está considerando actualmente proyectos que levantarían la prohibición de viajar a Cuba que rige para los ciudadanos estadounidenses y que fue impuesta junto a otras sanciones a principios de la década de 1960, cuando la isla se transformó en un aliado de la Unión Soviética.
En ese contexto, la llegada de los ocho legisladores, todos demócratas e integrantes del caucus afroestadounidense, fue vista como un nuevo ejemplo del cambio de actitud de Estados Unidos para con Cuba.
Aunque los congresistas, encabezados por Barbara Lee, líder del Caucus Negro, eludieron un encuentro formal con la prensa, Marcia Fudge, del estado de Ohio, admitió que el propósito del viaje de cinco días “es tender puentes entre Washington y La Habana”.
Antes de viajar a Cuba, Lee declaró: “Es tiempo de tener una discusión abierta y honesta sobre una nueva vía hacia adelante para las dos naciones y es mi deseo que esta delegación ayude a iniciar esa discusión”.
El Universal, 4 de abril.
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