El acto de “repudio”, como se llama en la isla a esas contra-manifestaciones, comenzó en un parque del centro de La Habana, donde decenas de personas respondieron con gritos de “viva Fidel” y “viva la revolución” a la intervención realizada allí por las Damas de Blanco para pedir la liberación de sus familiares.
Las disidentes se vieron obligadas a abandonar el parque y caminar de regreso hasta la casa de Laura Pollán, portavoz de la organización, mientras decenas de personas se fueron sumando a la marcha en su contra con consignas a favor del Gobierno de la isla.
Durante varias cuadras y hasta la puerta de la vivienda de Pollán, las mujeres fueron perseguidas con gritos de “mercenarias”, “vendepatrias”, “que se vayan”, “socialismo”, “abajo la gusanera”, al tiempo que cantaban el himno nacional.
Las acción de las Damas de Blanco es la primera actividad pública organizada este año por un grupo disidente para recordar el día internacional de los derechos humanos, que se celebra hoy.
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