Los desastres naturales incrementan la miseria

Los municipios del país pueden incrementar en promedio 3.6 por ciento sus niveles de pobreza extrema tras un desastre natural, según un análisis realizado por un grupo de investigadores de la Escuela de Graduados en Administración Pública (EGAP), del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.

De acuerdo con el estudio, el impacto de un fenómeno meteorológico puede incidir en un retroceso de hasta 2 años en indicadores de desarrollo humano de los municipios mexicanos.

Según Eduardo Rodríguez-Oreggia, académico que encabezó la investigación, los desastres naturales que afectan diversas partes del país, ya sea en forma de inundaciones como en Tabasco, tormentas en el Distrito Federal o huracanes y sequías, han tomado importancia tanto en la opinión pública como entre la comunidad académica para tratar de determinar cuáles son sus efectos económicos y sociales.

“Esto es altamente relevante dado que hay mayor evidencia de que el cambio climático aumentará la incidencia de estos eventos sobre la población”, dijo el docente.

Tras analizar una serie de datos municipales, abundó, y al considerar factores tanto geológicos y naturales así como la capacidad institucional y socioeconómica de los ayuntamientos, se concluyó que existe un impacto significativo adverso sobre los niveles de pobreza y los indicadores de desarrollo humano.

El análisis titulado “El impacto de los desastres naturales sobre la pobreza y el desarrollo humano en los municipios de México”, también señala que tras un acontecimiento de este tipo, la pobreza de capacidad puede aumentar en 3 por ciento, mientras que la pobreza de patrimonio puede ascender 1.5 por ciento en promedio.

Cabe destacar que, por tipo de evento, resultó que los desastres derivados de sequías e inundaciones tienen un efecto más significativo en los índices de pobreza y desarrollo.

Tan sólo los efectos de una sequía en cualquier municipio del país podrían alterar el índice de desarrollo humano en 1.3 por ciento aproximadamente.

Asimismo, el impacto de una inundación generaría que el nivel de pobreza extrema en cualquier localidad se disparará 3.5 por ciento; sin embargo, en el caso de una sequía tendría un impacto aún mayor, con un promedio de 4.2 por ciento al alza.

Respecto de la pobreza de capacidades, en caso de una sequía puede aumentar 3.7 por ciento, mientras que la inundación alcanzaría un incremento de 2.9.

El estudio también señala a la pobreza de patrimonio como otro indicador con tendencia al alza ante una tragedia natural como las dos antes mencionadas, pues aumentaría 1.9 por inundación, y 2.5 por ciento por sequía.

Finalmente, el estudio afirma que “las capacidades institucionales y sociodemográficas de los municipios son relevantes para determinar el impacto que sufren a causa de un desastre natural”.

Ordenamiento territorial

El cambio climático en México se ha traducido en 75 grandes desastres naturales en los últimos 25 años, por lo que se requiere un plan de ordenamiento del territorio nacional, con la señalización clara de espacios para el crecimiento urbano, para la agricultura y para los destinados a la conservación de los sistemas ecológicos fundamentales, de los que debe excluirse toda actividad humana.

Así lo consideró el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural en el Senado, Heladio Ramírez, quien hizo notar que la agricultura resiente bajas en la producción debido a las más frecuentes y agudas sequías, tormentas, inundaciones, olas de calor, heladas y huracanes que han azotado al país.

Entrevistado en la sede de la Confederación Nacional Campesina, el legislador dijo que, en reuniones convocadas por la comisión, los principales científicos e investigadores del país, como Úrsula Oswald Spring, informaron que esos desastres además dejaron millones de damnificados y pérdidas por nueve mil 600 millones de dólares.

Ramírez planteó que, además de los climas extremos, han aparecido plagas y han surgido males como el dengue o la influenza, propiciados también por el cambio climático. Afirmó que las principales víctimas de este fenómeno en México son la agricultura de temporal y los campesinos más pobres del país, sobre todo las mujeres del sector rural, los productores de maíz y de café de baja altura.

El senador priista aseguró que la amenaza es seria e hizo un llamado a tomar conciencia de la situación, ya que todo sector de gobierno se verá perjudicado por este fenómeno.

Planteó la necesidad de una cruzada nacional permanente para enfrentar lo que antes era ficción y hoy es una cruda realidad. (México. Mauricio Pérez)

Tragedias recientes

En 2007, la inundación de Tabasco fue uno de los peores desastres. Las lluvias superaron la capacidad de la presa Peñitas y fue necesario desfogar 2 millones de litros por segundo.

Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, y las indemnizaciones que han tenido que realizar, el desastre más costosos ha sido el huracán Wilma con pérdidas por mil 752 millones de dólares.

La sequía registrada en agosto de 2009 ha sido la peor en 70 años, afectó a más de 3.5 millones de campesinos y amenazó cultivos en 7 millones de hectáreas.
Mariana Otero, Milenio, 16 de diciembre.

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