Arzobispos y sacerdotes de la Provincia Eclesiástica y que participan en el primer Congreso Nacional de Sacerdotes, señalaron que la actitud de la Iglesia católica con los grupos de la delincuencia organizada no ha sido de amenazas ni venganza, sino de perdón, y los convocaron a que se conduzca por el camino de la misericordia y conversión.
Durante la conferencia de prensa en el último día de trabajo, los arzobispos de Acapulco Felipe Aguirre Franco y Alejo Zavala Castro, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, denunciaron que algunos clérigos, seminaristas y familiares han sido objetos de llamadas de extorsión, asesinatos y secuestros de parte de la delincuencia organizada.
Marcelino Hernández Rodríguez, coordinador del Congreso Nacional de Sacerdotes, dijo que se está estudiando y preparando un documento donde darán su postura sobre la violencia en México, y se dará a conocer a las autoridades gubernamentales que se busquen caminos de compromiso y se logre superar este flagelo que está destruyendo al país.
Dijeron que aún no hay fecha para presentar este documento, pero se está detallando y dando a conocer a la opinión pública por medio de todas las iglesias del país.
“Todos buscamos el camino de paz y de la reconciliación, hacemos un análisis y vemos la situación que estamos viviendo todos nosotros, después pasamos a un juzgar con una óptica evangélica y proponemos también nosotros como obispos y pastores caminos para poder seguir construyendo el reino de Dios”, refirió Marcelino Hernández.
A su vez, el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, insistió a los grupos de la delincuencia organizada que “dejen el mal camino”.
Añadió que las cuatro diócesis de Guerrero también tiene un documento donde se habla de la situación de violencia y el llamado que hacen a las autoridades gubernamentales para que realicen lo que les corresponda para abatir esta situación de violencia que existe, y sobre todo aquella provocada por el crimen organizado.
Recordó que varios sacerdotes han sido víctimas de extorsión vía telefónica, pero al no hacerles caso los dejaron de molestar.
Asimismo, dio a conocer que el pasado 13 de junio en el municipio de Arcelia fueron asesinados por varios sujetos armados el sacerdote Habacuc Hernández Benítez, de 39 años de edad, coordinador de la pastoral vocacional en la Diócesis de Altamirano, y los jóvenes seminaristas Eduardo Oregón Benítez, de 19, y Silvestre González Cambrón, de 21, ambos vecinos de Ajuchitlán, Guerrero.
En Xalapa, Veracruz, fue secuestrada y asesinada la sobrina del arzobispo de ese municipio en el 2009 Karina Reyes Larios.
El 16 de junio del 2009, en el puerto de Acapulco, también otros dos seminaristas fueron levantados y golpeados.
En las conclusiones que se derivaron del Primer Congreso Nacional de Sacerdotes, con el tema “Fidelidad de Cristo, Fidelidad del Sacerdote” la cúpula sacerdotal del país lamentó los signos de infidelidad que han dado algunos de sus ministros y se ponen en penitencia para abrirse al don de Dios, “que la hace capaz de aceptar toda clase de pruebas”.
Jesús Mendoza Zaragoza, encargado del pastoral social de Acapulco y quien leyó las conclusiones del evento, dijo que las circunstancias actuales suelen ser adversas al evangelio, a los planes de Dios. La cultura actual marcada por el individualismo, la carencia de compromisos definitivos, la obsesión por la comodidad y el confort.
“Estamos conscientes de que las circunstancias actuales suelen ser muy adversas al evangelio, a los planes de Dios… por estas razones, la Iglesia suele ser incomprendida y criticada. De manera particular, los sacerdotes llegan a ser vistos por esta cultura dominante como una amenaza y como un reproche ante situaciones de pecado que contrastan con el evangelio”.
En el documento que surgió del Congreso Nacional de Sacerdotes, que fue conducido por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, dan a conocer que hay quienes pregonan que la Iglesia es la causa de todos los males que sufre México.
“En varias ocasiones se llega a demandar a la Iglesia y a sus pastores que callen y guarden silencio ante hechos que degradan la dignidad humana”, refiere.
Al hablar sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, los prelados de la Iglesia católica insistieron en señalar que están en contra y los calificaron de inmoral, además de que está contra las leyes.
“Las leyes deben de apoyar la moralidad, proveerlas, y no son para destruirlas si no quiere decir que la inmoralidad está a merced de cada quien, como le parezca, y aunque existan leyes así no podemos aprobar algo que va en contra de la ley”, dijo el arzobispo de Acapulco a nombre de la Iglesia católica.
Durante la conferencia de prensa en el último día de trabajo, los arzobispos de Acapulco Felipe Aguirre Franco y Alejo Zavala Castro, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, denunciaron que algunos clérigos, seminaristas y familiares han sido objetos de llamadas de extorsión, asesinatos y secuestros de parte de la delincuencia organizada.
Marcelino Hernández Rodríguez, coordinador del Congreso Nacional de Sacerdotes, dijo que se está estudiando y preparando un documento donde darán su postura sobre la violencia en México, y se dará a conocer a las autoridades gubernamentales que se busquen caminos de compromiso y se logre superar este flagelo que está destruyendo al país.
Dijeron que aún no hay fecha para presentar este documento, pero se está detallando y dando a conocer a la opinión pública por medio de todas las iglesias del país.
“Todos buscamos el camino de paz y de la reconciliación, hacemos un análisis y vemos la situación que estamos viviendo todos nosotros, después pasamos a un juzgar con una óptica evangélica y proponemos también nosotros como obispos y pastores caminos para poder seguir construyendo el reino de Dios”, refirió Marcelino Hernández.
A su vez, el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, insistió a los grupos de la delincuencia organizada que “dejen el mal camino”.
Añadió que las cuatro diócesis de Guerrero también tiene un documento donde se habla de la situación de violencia y el llamado que hacen a las autoridades gubernamentales para que realicen lo que les corresponda para abatir esta situación de violencia que existe, y sobre todo aquella provocada por el crimen organizado.
Recordó que varios sacerdotes han sido víctimas de extorsión vía telefónica, pero al no hacerles caso los dejaron de molestar.
Asimismo, dio a conocer que el pasado 13 de junio en el municipio de Arcelia fueron asesinados por varios sujetos armados el sacerdote Habacuc Hernández Benítez, de 39 años de edad, coordinador de la pastoral vocacional en la Diócesis de Altamirano, y los jóvenes seminaristas Eduardo Oregón Benítez, de 19, y Silvestre González Cambrón, de 21, ambos vecinos de Ajuchitlán, Guerrero.
En Xalapa, Veracruz, fue secuestrada y asesinada la sobrina del arzobispo de ese municipio en el 2009 Karina Reyes Larios.
El 16 de junio del 2009, en el puerto de Acapulco, también otros dos seminaristas fueron levantados y golpeados.
En las conclusiones que se derivaron del Primer Congreso Nacional de Sacerdotes, con el tema “Fidelidad de Cristo, Fidelidad del Sacerdote” la cúpula sacerdotal del país lamentó los signos de infidelidad que han dado algunos de sus ministros y se ponen en penitencia para abrirse al don de Dios, “que la hace capaz de aceptar toda clase de pruebas”.
Jesús Mendoza Zaragoza, encargado del pastoral social de Acapulco y quien leyó las conclusiones del evento, dijo que las circunstancias actuales suelen ser adversas al evangelio, a los planes de Dios. La cultura actual marcada por el individualismo, la carencia de compromisos definitivos, la obsesión por la comodidad y el confort.
“Estamos conscientes de que las circunstancias actuales suelen ser muy adversas al evangelio, a los planes de Dios… por estas razones, la Iglesia suele ser incomprendida y criticada. De manera particular, los sacerdotes llegan a ser vistos por esta cultura dominante como una amenaza y como un reproche ante situaciones de pecado que contrastan con el evangelio”.
En el documento que surgió del Congreso Nacional de Sacerdotes, que fue conducido por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, dan a conocer que hay quienes pregonan que la Iglesia es la causa de todos los males que sufre México.
“En varias ocasiones se llega a demandar a la Iglesia y a sus pastores que callen y guarden silencio ante hechos que degradan la dignidad humana”, refiere.
Al hablar sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, los prelados de la Iglesia católica insistieron en señalar que están en contra y los calificaron de inmoral, además de que está contra las leyes.
“Las leyes deben de apoyar la moralidad, proveerlas, y no son para destruirlas si no quiere decir que la inmoralidad está a merced de cada quien, como le parezca, y aunque existan leyes así no podemos aprobar algo que va en contra de la ley”, dijo el arzobispo de Acapulco a nombre de la Iglesia católica.
Horacio Ramos en Acapulco, Crónica, 22 de enero.
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