Cúpula y gobernadores priístas avalan aumento del IVA a 16%

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) y la cúpula del PRI acordaron incrementar la tasa de IVA a 16 por ciento en el país y a 11 por ciento en la frontera –excepto en alimentos y medicinas–, apreciar a 59 dólares el barril de petróleo, subir a 1.5 por ciento el déficit fiscal e imponer una tasa de 2 a 3 por ciento a telecomunicaciones.

En concordancia, anoche el PAN se expresó “abierto al diálogo con las otras fuerzas políticas para contribuir a un clima de entendimiento y escuchar otras propuestas y visiones que mejoren la recaudación”.

No obstante, el PRI y el gobierno no tocarán a los grandes consorcios empresariales, al diferir la discusión y el debate de los cambios a los regímenes especiales, como la consolidación fiscal que tan sólo en 2008 impidió recaudar 750 mil millones de pesos.

Esas medidas constituyen la moneda de cambio para que el PRI rechazara definitivamente el impuesto de 2 por ciento al consumo generalizado, para no tener que violar sus estatutos, pero sí recuperar los recortes al gasto de los estados. El acuerdo implica que sea el PAN el que cargue con el costo político, al proponer el aumento del IVA.

Ayer, los gobernadores surgidos del PRI ordenaron a sus diputados que lo recaudado por el incremento a ese gravamen no se traslade, como planteó Felipe Calderón con el 2 por ciento generalizado, al programa Oportunidades, porque éste se ha constituido en una fábrica de pobres, al entregar sólo dádivas que no inciden en la producción y el empleo, sino que se trasfiera a las entidades.

La intención del priísmo es que Oportunidades se replantee para orientarlo al desarrollo de capacidades, generación de empleo y proyectos productivos a fondo perdido.

La negociación entre el gobierno de Felipe Calderón y los priístas se concretó el sábado en las oficinas del titular de la SHCP, Agustín Carstens. Ahí, un “grupo selecto” de diputados priístas recibió la propuesta, una vez que le explicaron al funcionario la reticencia de un amplio sector de la bancada en contra del 2 por ciento.

Carstens, quien ya tenía preparada una segunda opción para tapar el hoyo financiero que implicaría no cobrar ese gravamen al consumo, puso sobre la mesa el aumento del IVA, acompañado del ajuste en la cotización de la mezcla mexicana de exportación y en el déficit.

La propuesta de Carstens se trasladó ayer a una comida a la que asistieron la presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel; el senador Francisco Labastida Ochoa; el coordinador de los diputados, Francisco Rojas Gutiérrez, y 10 de los 18 gobernadores priístas, entre ellos los de Oaxaca, estado de México, Chihuahua y Yucatán.

Durante el encuentro celebrado en la sede nacional del PRI, la propuesta gubernamental fue avalada, pero a condición expresa de que el costo político no recaiga en el tricolor, para no afectar sus compromisos electorales, con miras a la sucesión de 2012.

En este caso, como se los pidió Carstens, los priístas sólo “acompañarían” al PAN en la votación, y en un caso extremo se deslindarán durante el debate en el pleno, con el argumento de que su partido tiene un solo compromiso: el bienestar de la mayoría.

La reunión entre los gobernadores priístas y la cúpula de su partido trastocó la agenda de trabajo prevista en la Cámara de Diputados para discutir y, en su caso, aprobar el paquete fiscal en la Comisión de Hacienda, que fue convocada a las 14 horas. Se reprogramó para las ocho de la noche, cuando terminara la plenaria de la bancada priísta.

Incluso echó abajo la cita que se había emitido a todos los diputados del PRI para reunirse al mediodía en el salón Verde de la Cámara. A partir de entonces, el presidente de la Comisión de Hacienda, Alberto Becerra Pocoroba (PAN), quedó inhabilitado por los priístas, quienes al no presentarse a su cónclave para recibir información de las negociaciones con Hacienda, tampoco podían incorporarse a la comisión.

La comida en la sede nacional del Revolucionario Institucional se prolongó hasta cerca de las 18 horas, y casi simultáneamente un grupo de 50 diputados de ese partido se concentró en el salón Verde, con la esperanza de que el grupo del tema económico bajara la información de los acuerdos con la dirigencia.

A los legisladores les habían llegado versiones provenientes de los corrillos en San Lázaro, en el sentido de que aumentar a 16 por ciento el IVA constituye una alternativa a la propuesta de Felipe Calderón. “¿Qué traen ustedes, que siempre saben más que nosotros?”, preguntó un diputado al grupo de reporteros asignados a la cobertura de la Cámara.

Beatriz Paredes, al enterarse del creciente descontento que generó entre un importante grupo de diputados del PRI que no recibieron información del rumbo de las negociaciones, envió a César Augusto Santiago y a Jorge Carlos Ramírez Marín a brindarle a la cúpula un voto de confianza.

El coordinador de la bancada priísta, Francisco Rojas, les garantizó que el acuerdo de aumentar el IVA no pasará a la Comisión de Hacienda sin antes ponerse a consideración en el seno del grupo parlamentario, que está convocado para hoy al mediodía en el salón Verde.

Ramírez Marín, en entrevista matizó los compromisos con la Secretaría de Hacienda: “no estamos negociando en este momento, estamos consultando sobre la propuesta que hizo el Ejecutivo y la que tenemos que hacer nosotros para recortar lo que nos propuso”.

Obviamente la propuesta de Felipe Calderón para imponer un impuesto de 2 por ciento al consumo generalizado nació muerta para los priístas, porque sus estatutos impiden apoyar que se aplique cualquier tipo de gravamen a alimentos y medicinas.

Omar Fayad Meneses amagó sobre el acuerdo de la dirigencia con el gobierno de Calderón: “todos los que están afuera opinando no están en el salón ni en el pleno; cada diputado tendrá que decidir conforme a los intereses de sus distritos, de la gente que votó por ellos. La última palabra la tenemos nosotros”.

Consideró casi imposible que se apruebe el 2 por ciento al consumo. “Todavía no le doy la estocada final, pero casi está por recibirla”.

Guadalupe Acosta, vicecoordinador del PRD, rechazó la propuesta de incrementar el IVA a 16 por ciento, porque “en nuestro partido hemos presentado iniciativas claras y objetivas de cómo se pueden tener recursos para enfrentar el vacío fiscal. No lo aceptamos. Vamos en contra e impulsaremos nuestra propuesta con impuestos a la comida chatarra, que tanto daño ha hecho a la salud de los mexicanos”.
Enrique Méndez y Roberto Garduño, La Jornada, 19 de octubre.

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