Juan Carlos Romero Hicks, director general del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt) resaltó la necesidad de encontrar distintas "combinaciones" en la aprobación de la Ley de Ingresos para el próximo año, ante la falta de recursos del gobierno federal para llevar a cabo diversas acciones.
Señaló que en México, la recaudación vía impuestos apenas representa 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en países como Chile, Brasil o Argentina supera 40 por ciento del PIB, "con lo que vemos que en México sólo una mínima parte de la población paga impuestos".
Entrevistado en el marco de la Jornada Nacional de Innovación y Competitividad "Componentes y retos de los sistemas locales y regionales de innovación", dijo que en el entorno actual económico una opción sería destinar una mayor partida al desarrollo de ciencia, la tecnología y la innovación, sector al que este año el gobierno federal sólo le destinó el 0.5% del PIB, es decir 45 mil millones de pesos.
Lo ideal para poder captar más inversión, generar riqueza, incrementar la formación de capital humano y generación de empleo "sin duda alguna es invertir en innovación y desarrollo de tecnología, y lo ideal es que se pudiera destinar al menos el doble de los recursos que hoy se canalizan".
Aunque reconoció que la propuesta de incrementar impuestos como el del Valor Agregado (IVA) al 16%, o el tres por ciento a las telecomunicaciones, no serán muy bien vistos por amplios sectores de la población, "porque a nadie le gusta pagar más impuestos, lo cierto es que las tasas de recaudación por el Impuesto Sobre la Renta en el país son muy bajas".
Por ello, dijo, habrá que analizar los alcances de gravar con tres por ciento a servicios como telefonía móvil e internet, ya que si la propuesta va acompañada de estímulos fiscales, esa podría ser una buena alternativa.
No debemos perder de vista, reiteró, que deben atenderse aspectos importantes como la educación, salud, la inseguridad "y si no se cuenta con los recursos suficientes, simplemente no podrán cubrirse.
En algunos países, añadió, se grava el consumo de manera generalizada, mientras que en el nuestro, "todo lo que no se grava en alimentos y medicinas beneficia a quienes tienen más y no a los pobres, tema que ya no se discutió porque hay una serie de prejuicios que dificultan ese tipo de discusiones", finalizó.
Señaló que en México, la recaudación vía impuestos apenas representa 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en países como Chile, Brasil o Argentina supera 40 por ciento del PIB, "con lo que vemos que en México sólo una mínima parte de la población paga impuestos".
Entrevistado en el marco de la Jornada Nacional de Innovación y Competitividad "Componentes y retos de los sistemas locales y regionales de innovación", dijo que en el entorno actual económico una opción sería destinar una mayor partida al desarrollo de ciencia, la tecnología y la innovación, sector al que este año el gobierno federal sólo le destinó el 0.5% del PIB, es decir 45 mil millones de pesos.
Lo ideal para poder captar más inversión, generar riqueza, incrementar la formación de capital humano y generación de empleo "sin duda alguna es invertir en innovación y desarrollo de tecnología, y lo ideal es que se pudiera destinar al menos el doble de los recursos que hoy se canalizan".
Aunque reconoció que la propuesta de incrementar impuestos como el del Valor Agregado (IVA) al 16%, o el tres por ciento a las telecomunicaciones, no serán muy bien vistos por amplios sectores de la población, "porque a nadie le gusta pagar más impuestos, lo cierto es que las tasas de recaudación por el Impuesto Sobre la Renta en el país son muy bajas".
Por ello, dijo, habrá que analizar los alcances de gravar con tres por ciento a servicios como telefonía móvil e internet, ya que si la propuesta va acompañada de estímulos fiscales, esa podría ser una buena alternativa.
No debemos perder de vista, reiteró, que deben atenderse aspectos importantes como la educación, salud, la inseguridad "y si no se cuenta con los recursos suficientes, simplemente no podrán cubrirse.
En algunos países, añadió, se grava el consumo de manera generalizada, mientras que en el nuestro, "todo lo que no se grava en alimentos y medicinas beneficia a quienes tienen más y no a los pobres, tema que ya no se discutió porque hay una serie de prejuicios que dificultan ese tipo de discusiones", finalizó.
Cecilia Higuera en Guadalajara, Crónica, 30 de octubre.
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