La cúpula del sector empresarial del país consideró que el paquete fiscal que apruebe el Senado será sólo un parche para pasar 2010, pero confió en que hay voluntad política para que dentro de seis o siete meses se discuta una verdadera reforma en la materia.
“Nos alienta la posibilidad de que haya un compromiso para tener una reforma fiscal antes de septiembre del próximo año, que sea verdaderamente responsable, competitiva, moderna y seria”, señaló el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González.
Entrevistado luego de la reunión semanal de la comisión ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el empresario sostuvo que el país necesita establecer una política fiscal duradera “y no que cada año estemos cambiando”.
En ese sentido, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) , Mario Sánchez Ruiz, dijo que el paquete fiscal no es la solución que el país requiere, pero consideró que los senadores ya no tienen tiempo de implementar mejoras de fondo.
“La propuesta que hicimos fue que el gobierno sacara ahorita la reforma que necesitaba sacar, pero vamos firmando un acuerdo en el cual en un tiempo razonable, digamos seis, siete meses, tengamos ya una reforma fiscal integral”, señaló.
No obstante, previó que debido al proceso electoral que habrá el próximo año, en el que se renovarán 11 gubernaturas, la reforma fiscal podría retrasarse.
“Nosotros quisiéramos que hubiera sido en junio, julio, pero a lo mejor nos podemos ir hasta septiembre, octubre del próximo año, para tener el paquete que el país requiere, no que los empresarios queremos, sino el paquete que el país necesita”, comentó.
Siendo realistas, indicó Sánchez Ruiz, “no creo que realmente nos podamos sentar a negociar sin que haya jaloneos y sin que haya políticos que se sientan presionados (por el proceso electoral) y que aprueben cosas que no deban de ser, por eso es importante que nos demos un plazo para que no coincida con las elecciones”, agregó.
Reiteró que la propuesta del sector empresarial es ampliar la base gravable, implementar el impuesto al consumo, reducir los impuestos al ingreso (como el ISR y IETU) y que los regímenes especiales se regulen para que realmente beneficien a los que menos tienen y no al revés.
Sobre las protestas que el sector privado externó por la propuesta de eliminar el régimen de consolidación fiscal y hacerlo retroactivo, el dirigente comentó que aún no hay un estimado del número de empresas que se pudieran amparar, pero precisó que “seguramente serán menos que las que se ampararon por el IETU.
“Ahí Hacienda, los diputados y los senadores, en algo se estarán amarrando para que el tema de la retroactividad les pueda funcionar, o sea, según yo el tema de la retroactividad era algo inconstitucional, no podía haber una ley retroactiva en perjuicio de persona alguna”, indicó.
“Nos alienta la posibilidad de que haya un compromiso para tener una reforma fiscal antes de septiembre del próximo año, que sea verdaderamente responsable, competitiva, moderna y seria”, señaló el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), Claudio X. González.
Entrevistado luego de la reunión semanal de la comisión ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el empresario sostuvo que el país necesita establecer una política fiscal duradera “y no que cada año estemos cambiando”.
En ese sentido, el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) , Mario Sánchez Ruiz, dijo que el paquete fiscal no es la solución que el país requiere, pero consideró que los senadores ya no tienen tiempo de implementar mejoras de fondo.
“La propuesta que hicimos fue que el gobierno sacara ahorita la reforma que necesitaba sacar, pero vamos firmando un acuerdo en el cual en un tiempo razonable, digamos seis, siete meses, tengamos ya una reforma fiscal integral”, señaló.
No obstante, previó que debido al proceso electoral que habrá el próximo año, en el que se renovarán 11 gubernaturas, la reforma fiscal podría retrasarse.
“Nosotros quisiéramos que hubiera sido en junio, julio, pero a lo mejor nos podemos ir hasta septiembre, octubre del próximo año, para tener el paquete que el país requiere, no que los empresarios queremos, sino el paquete que el país necesita”, comentó.
Siendo realistas, indicó Sánchez Ruiz, “no creo que realmente nos podamos sentar a negociar sin que haya jaloneos y sin que haya políticos que se sientan presionados (por el proceso electoral) y que aprueben cosas que no deban de ser, por eso es importante que nos demos un plazo para que no coincida con las elecciones”, agregó.
Reiteró que la propuesta del sector empresarial es ampliar la base gravable, implementar el impuesto al consumo, reducir los impuestos al ingreso (como el ISR y IETU) y que los regímenes especiales se regulen para que realmente beneficien a los que menos tienen y no al revés.
Sobre las protestas que el sector privado externó por la propuesta de eliminar el régimen de consolidación fiscal y hacerlo retroactivo, el dirigente comentó que aún no hay un estimado del número de empresas que se pudieran amparar, pero precisó que “seguramente serán menos que las que se ampararon por el IETU.
“Ahí Hacienda, los diputados y los senadores, en algo se estarán amarrando para que el tema de la retroactividad les pueda funcionar, o sea, según yo el tema de la retroactividad era algo inconstitucional, no podía haber una ley retroactiva en perjuicio de persona alguna”, indicó.
Juan Carlos Miranda, La Jornada, 30 de octubre.
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