El ministro Genaro Góngora Pimentel, en su último día como integrante de la Suprema Corte de Justicia, advirtió sobre el riesgo social que enfrenta México y urgió a definir lo que se hará en el corto, mediano y largo plazos.
"Es preocupante la distancia que separa a la sociedad (del) gobierno; de mantenerse esta tendencia, no es necesario tener una bola de cristal para avizorar sobre el alto riesgo social que corre nuestro País", afirmó ayer ante la cúpula del Poder Judicial reunida para un homenaje de despedida.
Góngora dijo que le preocupan la pobreza y los altos índices de inseguridad, llamó a supeditar los intereses privados a los públicos y señaló que el pueblo no puede seguir siendo presa de intereses políticos y de grupo.
"Hay que decirlo con todas sus letras: como mexicanos carecemos de un plan que responda verdaderamente a los intereses de las mayorías y rescate el principio político y constitucional de que la soberanía reside y seguirá residiendo en el pueblo", agregó.
De 72 años, Góngora también pidió dejar atrás el modelo decimonónico de impartición de justicia, que hace del juez una máquina que aplica literalmente la ley.
Los otros nueve ministros hablaron antes que Góngora, quien pasó 15 años en la Corte y 40 en el Poder Judicial.
Salvador Aguirre, opositor ideológico, con quien tuvo constantes debates y desencuentros, enfatizó la originalidad, sutileza y humor cáustico de su colega.
"Nuestras ideas enfrentadas han llegado al debate, la polémica y la controversia", dijo Aguirre. "Sus afirmaciones jamás han sido débiles".
José Ramón Cossío, quien llegó a calificar a Góngora de "perverso" y a abandonar una sesión en protesta por una de sus intervenciones, destacó la capacidad del ministro para colocar de inmediato su postura como eje central de muchas discusiones, y lo describió como un constructor de mayorías en la Corte.
Margarita Luna Ramos recordó las bromas que por años le han lanzado a Góngora por su parecido con el Papa Benedicto XVI, así como un verso de Aguirre en el que se refirió al ministro como "un friegaquedito".
Góngora tuvo su primer cargo en el Poder Judicial en 1969, como secretario de estudio y cuenta en la Corte. Tres años después ya era juez de distrito, y de 1978 a 1995 fue magistrado de circuito, hasta ser electo ministro luego de la reforma judicial de ese año.
En 1999 reemplazó a Vicente Aguinaco como presidente de la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal.
Desde esa época Góngora entabló una relación cercana y de abierta simpatía con el entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés López Obrador.
Aunque se postuló para consejero del IFE en 2007 -lo que le generó duras críticas en el Poder Judicial- y luego coqueteó con la presidencia de la CNDH, Góngora se dedicará a la cátedra en la Facultad de Derecho de la UNAM, en la que da clases desde 1964.
El pleno del Senado elegirá hoy a dos nuevos ministros.
Según legisladores del PAN, PRI y PRD, se perfilan para el cargo Luis María Aguilar Morales, en sustitución de Mariano Azuela, y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en lugar de Góngora.
"Es preocupante la distancia que separa a la sociedad (del) gobierno; de mantenerse esta tendencia, no es necesario tener una bola de cristal para avizorar sobre el alto riesgo social que corre nuestro País", afirmó ayer ante la cúpula del Poder Judicial reunida para un homenaje de despedida.
Góngora dijo que le preocupan la pobreza y los altos índices de inseguridad, llamó a supeditar los intereses privados a los públicos y señaló que el pueblo no puede seguir siendo presa de intereses políticos y de grupo.
"Hay que decirlo con todas sus letras: como mexicanos carecemos de un plan que responda verdaderamente a los intereses de las mayorías y rescate el principio político y constitucional de que la soberanía reside y seguirá residiendo en el pueblo", agregó.
De 72 años, Góngora también pidió dejar atrás el modelo decimonónico de impartición de justicia, que hace del juez una máquina que aplica literalmente la ley.
Los otros nueve ministros hablaron antes que Góngora, quien pasó 15 años en la Corte y 40 en el Poder Judicial.
Salvador Aguirre, opositor ideológico, con quien tuvo constantes debates y desencuentros, enfatizó la originalidad, sutileza y humor cáustico de su colega.
"Nuestras ideas enfrentadas han llegado al debate, la polémica y la controversia", dijo Aguirre. "Sus afirmaciones jamás han sido débiles".
José Ramón Cossío, quien llegó a calificar a Góngora de "perverso" y a abandonar una sesión en protesta por una de sus intervenciones, destacó la capacidad del ministro para colocar de inmediato su postura como eje central de muchas discusiones, y lo describió como un constructor de mayorías en la Corte.
Margarita Luna Ramos recordó las bromas que por años le han lanzado a Góngora por su parecido con el Papa Benedicto XVI, así como un verso de Aguirre en el que se refirió al ministro como "un friegaquedito".
Góngora tuvo su primer cargo en el Poder Judicial en 1969, como secretario de estudio y cuenta en la Corte. Tres años después ya era juez de distrito, y de 1978 a 1995 fue magistrado de circuito, hasta ser electo ministro luego de la reforma judicial de ese año.
En 1999 reemplazó a Vicente Aguinaco como presidente de la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal.
Desde esa época Góngora entabló una relación cercana y de abierta simpatía con el entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés López Obrador.
Aunque se postuló para consejero del IFE en 2007 -lo que le generó duras críticas en el Poder Judicial- y luego coqueteó con la presidencia de la CNDH, Góngora se dedicará a la cátedra en la Facultad de Derecho de la UNAM, en la que da clases desde 1964.
El pleno del Senado elegirá hoy a dos nuevos ministros.
Según legisladores del PAN, PRI y PRD, se perfilan para el cargo Luis María Aguilar Morales, en sustitución de Mariano Azuela, y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en lugar de Góngora.
Víctor Fuentes, Reforma, 1º de diciembre.
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