El PRD prefirió cargar con la contradicción, indeterminación y la ambigüedad antes de poner en riesgo la frágil unidad recién adquirida durante el pasado Congreso “Refundacional”, como única estrategia de cara a la presidencia en 2012, pero “parece difícil que la izquierda partidaria pueda recuperar el terreno perdido por los errores cometidos y disputar el rumbo de la nación en esas elecciones”, advierte el perredista Fernando Belaunzarán.
Agrega que “todo parece indicar” que los diversos precandidatos internos de la izquierda, incluidos AMLO y Marcelo Ebrard, “no están en posibilidades” de crear una alternativa de cambio responsable e incluyente desde esa ideología, pues “el desgaste ha sido terrible”.
“Sólo un liderazgo emergente estaría en posibilidades de cambiar la correlación de fuerzas a favor de la izquierda”, considera al insistir en una candidatura externa o ciudadana en la persona de Juan Ramón de la Fuente o José Woldenberg.
Consejero nacional del PRD, Belaunzarán asegura que “sería terrible para el país” que la izquierda no pueda recuperar el terreno perdido de cara a la sucesión presidencial de 2012, pues la disyuntiva se expresaría entre “la continuidad desastrosa” que representa el PAN o el regreso al pasado autoritario y corrupto que personifica el PRI
Por ello, se hace urgente crear una alternativa de cambio responsable e incluyente desde la izquierda y, para ello, ésta debe romper el cerco de su voto duro, por lo cual se requiere de un liderazgo emergente, dice.
Quien formó parte de la comisión para la reforma del PRD, aplaudió que durante los trabajos del Congreso Refundacional de Oaxtepec no se presentara ningún conflicto de reconsideración y prevalecieran los acuerdos de mayorías abrumadoras.
Sin embargo —terció— deben lamentarse los costos, entre ellos el de la ausencia de una línea política congruente que sea resultado del análisis crítico y autocrítico de la situación y de la historia reciente, y que lleven a la superación de la esquizofrenia mostrada por el PRD en los últimos años, para rectificar el rumbo y aprender de los errores cometidos.
“La única estrategia común es la unidad convertida en fin en sí misma y entendida exclusivamente como cohabitación que parte de la necesidad de garantizar que en 2012 la izquierda tenga un solo candidato a la presidencia y que éste sea el que esté mejor posicionado”, detalla.
Belaunzarán acepta como ventaja el evitar la ruptura y que las corrientes perredistas vayan juntas a la elección presidencial, pero advierte que ello es insuficiente “pues la división dista mucho de ser el único problema” que enfrenta el sol azteca de cara a 2012 e, incluso, asevera que “ni siquiera es el más importante”.
“La esquizofrenia o bipolaridad que acompañó al partido en los últimos años quedó plasmada y legitimada en el documento de línea política que, más que expresar una estrategia para recuperar a los electores y sectores que se han alejado, es un collage contradictorio en el que posiciones antagónicas pueden encontrar su justificación y, por tanto, existe el riesgo latente de que persistan las mismas prácticas que regresaron a la izquierda al reducto de su voto duro”, advierte.
Agrega que “todo parece indicar” que los diversos precandidatos internos de la izquierda, incluidos AMLO y Marcelo Ebrard, “no están en posibilidades” de crear una alternativa de cambio responsable e incluyente desde esa ideología, pues “el desgaste ha sido terrible”.
“Sólo un liderazgo emergente estaría en posibilidades de cambiar la correlación de fuerzas a favor de la izquierda”, considera al insistir en una candidatura externa o ciudadana en la persona de Juan Ramón de la Fuente o José Woldenberg.
Consejero nacional del PRD, Belaunzarán asegura que “sería terrible para el país” que la izquierda no pueda recuperar el terreno perdido de cara a la sucesión presidencial de 2012, pues la disyuntiva se expresaría entre “la continuidad desastrosa” que representa el PAN o el regreso al pasado autoritario y corrupto que personifica el PRI
Por ello, se hace urgente crear una alternativa de cambio responsable e incluyente desde la izquierda y, para ello, ésta debe romper el cerco de su voto duro, por lo cual se requiere de un liderazgo emergente, dice.
Quien formó parte de la comisión para la reforma del PRD, aplaudió que durante los trabajos del Congreso Refundacional de Oaxtepec no se presentara ningún conflicto de reconsideración y prevalecieran los acuerdos de mayorías abrumadoras.
Sin embargo —terció— deben lamentarse los costos, entre ellos el de la ausencia de una línea política congruente que sea resultado del análisis crítico y autocrítico de la situación y de la historia reciente, y que lleven a la superación de la esquizofrenia mostrada por el PRD en los últimos años, para rectificar el rumbo y aprender de los errores cometidos.
“La única estrategia común es la unidad convertida en fin en sí misma y entendida exclusivamente como cohabitación que parte de la necesidad de garantizar que en 2012 la izquierda tenga un solo candidato a la presidencia y que éste sea el que esté mejor posicionado”, detalla.
Belaunzarán acepta como ventaja el evitar la ruptura y que las corrientes perredistas vayan juntas a la elección presidencial, pero advierte que ello es insuficiente “pues la división dista mucho de ser el único problema” que enfrenta el sol azteca de cara a 2012 e, incluso, asevera que “ni siquiera es el más importante”.
“La esquizofrenia o bipolaridad que acompañó al partido en los últimos años quedó plasmada y legitimada en el documento de línea política que, más que expresar una estrategia para recuperar a los electores y sectores que se han alejado, es un collage contradictorio en el que posiciones antagónicas pueden encontrar su justificación y, por tanto, existe el riesgo latente de que persistan las mismas prácticas que regresaron a la izquierda al reducto de su voto duro”, advierte.
Alejandro Páez, Crónica, 14 de diciembre.
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