Las abusos de militares como desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, abuso de autoridad e intimidación a los defensores de derechos humanos en Chihuahua son muestra de que la "guerra" contra el crimen organizado ha fracasado, señalaron organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales.
Para Humberto Guerrero, miembro de la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el fracaso de la estrategia federal parte de dos supuestos falsos: que el Ejército es una institución intachable y que el triunfo, si se diera, soportaba violaciones a las garantías de los ciudadanos.
"El fracaso de la estrategia se debe a que el Presidente partió de dos premisas falsas. La primera, que las fuerzas armadas no son corruptas. La segunda, no se puede hablar de un triunfo si de por medio hubo violaciones a los derechos humanos", dijo en entrevista.
Apenas el 3 de enero fue ejecutada la activista Josefina Reyes, quien había protestado por los abusos cometidos por militares en Ciudad Juárez y había denunciado ante las autoridades las amenazas de muerte que sufrió meses previos a su ejecución.
Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, sostuvo que los abusos cometidos por militares están insertos en el marco de impunidad y falta de rendición de cuentas con que actúa el Ejército.
"El caso de Josefina Reyes, que es el último caso escandaloso del que hemos tenido noticia, se inserta en una realidad de abusos sistemáticos contra los defensores y defensoras de derechos humanos en nuestro País y de abusos de grandes dimensiones que son habituales por parte del Ejército y cuyo eje transversal es la impunidad, la falta de rendición de cuentas", sostuvo.
En el Informe "Defender los derechos humanos, entre el compromiso y el riesgo", publicado a finales del año pasado, la oficina de Naciones Unidas en México advirtió cómo la violencia obstaculiza e inhibe su trabajo, creando una situación de temor e indefensión.
Para Humberto Guerrero, miembro de la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el fracaso de la estrategia federal parte de dos supuestos falsos: que el Ejército es una institución intachable y que el triunfo, si se diera, soportaba violaciones a las garantías de los ciudadanos.
"El fracaso de la estrategia se debe a que el Presidente partió de dos premisas falsas. La primera, que las fuerzas armadas no son corruptas. La segunda, no se puede hablar de un triunfo si de por medio hubo violaciones a los derechos humanos", dijo en entrevista.
Apenas el 3 de enero fue ejecutada la activista Josefina Reyes, quien había protestado por los abusos cometidos por militares en Ciudad Juárez y había denunciado ante las autoridades las amenazas de muerte que sufrió meses previos a su ejecución.
Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, sostuvo que los abusos cometidos por militares están insertos en el marco de impunidad y falta de rendición de cuentas con que actúa el Ejército.
"El caso de Josefina Reyes, que es el último caso escandaloso del que hemos tenido noticia, se inserta en una realidad de abusos sistemáticos contra los defensores y defensoras de derechos humanos en nuestro País y de abusos de grandes dimensiones que son habituales por parte del Ejército y cuyo eje transversal es la impunidad, la falta de rendición de cuentas", sostuvo.
En el Informe "Defender los derechos humanos, entre el compromiso y el riesgo", publicado a finales del año pasado, la oficina de Naciones Unidas en México advirtió cómo la violencia obstaculiza e inhibe su trabajo, creando una situación de temor e indefensión.
Daniela Rea, Reforma, 14 de enero.
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