Emperatriz Castro, madre de un coronel de la policía colombiana muerto en 2006 cuando era rehén de las FARC, recibió ayer los restos de su hijo, que fueron devueltos por esa guerrilla a una misión humanitaria
en medio de un inusual tributo militar.
La mujer, de 73 años, recibió el féretro con los despojos del coronel Julián Guevara, secuestrado en 2008. Un helicóptero brasileño trasladó el féretro desde la selva colombiana hasta la ciudad de Villavicencio, donde se hizo la entrega. Luego, un avión de la policía lo llevó a Bogotá.
“Hoy se cumplió un objetivo. No era el que yo quería, traerlo vivo y en libertad. Pero tenemos sus despojos para darle cristiana sepultura. Gracias a todos los que me acompañaron en esta tarea de recuperar los restos de Julián”, dijo Castro a la prensa.
Tras una operación que tardó cerca de cinco horas, el helicóptero con delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), de la Iglesia católica y de la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz aterrizó en Villavicencio a las 15H15 locales (20H15 GMT).
La madre del oficial recibió el ataúd y entre lágrimas se abrazó con la senadora Piedad Córdoba, y el obispo Leonardo Gómez, miembros de la misión humanitaria. Todo, mientras de una trompeta salía una melodía fúnebre.
Al momento de la entrega, los rebeldes le rindieron honores militares al coronel que falleció aparentemente por una enfermedad.
“Guerrilleros y guerrilleras de las FARC dijeron que le rendían honores a un héroe de la Patria. Hubo dos filas de guerrilleros a cada lado (del ataúd) y le rindieron honores militares porque, según dijeron, fue capturado en combate y muerto como prisionero de guerra”, afirmó Córdoba.
La acción fue rechazada inmediatamente por el gobierno. “En primer lugar, nunca han debido secuestrarlo y, en segundo lugar, han debido permitirle salir de su secuestro para que él no hubiera muerto a causa de su enfermedad. Las FARC no han hecho hoy es un favor sino un gesto mínimo de humanidad”, dijo el comisionado de paz Karl Pearl.
El féretro fue llevado por la madre del oficial y otros familiares hacia un lugar privado donde le rindieron tributo. Posteriormente entregaron los restos a miembros de la Fiscalía, que comprobaran si son los del coronel Guevara.
En abril del año pasado las FARC anunciaron que entregarían los restos del oficial, y dejarían en libertad a los militares Pablo Moncayo y Josué Calvo, quienes finalmente fueron entregados a la misión humanitaria entre el domingo y el martes pasados.
Guevara, que tenía el rango de capitán cuando fue secuestrado por la guerrilla de las FARC el 1 de noviembre de 1998, murió en enero de 2006. Tras su muerte, el ejército lo ascendió al grado de mayor, y recientemente al de coronel.
Las FARC mantienen todavía en su poder a 21 militares y policías que esperan intercambiar por unos 500 rebeldes presos.
Para facilitar la entrega de los restos, las operaciones militares fueron suspendidas el miércoles en una zona entre los departamentos de Meta y Guaviare. Pero el jefe militar, general Freddy Padilla, advirtió que por instrucción del presidente Álvaro Uribe, el éjército no renunciará a la posibilidad de rescate de los rehenes.
Subastará cadenas
El profesor Gustavo Moncayo, padre del sargento Pablo Moncayo, de 32 años, ex rehén de las FARC por más de doce años, dijo ayer que planea subastar las cadenas que ató a sus manos desde 2007 como protesta para pedir la liberación de su hijo.
“Pienso que esto puede cumplir una función muy grande, no sé, que sirva para una obra de beneficencia, con niños, o con las mismas personas secuestradas”, dijo Moncayo a la radio Caracol. Moncayo, un humilde profesor de ciencias en su natal Sandoná (sur), es apodado el Caminante por la Paz al emprender, en 2007, caminatas por su país y otras ciudades de América Latina y Europa para pedir la liberación de su hijo Pablo Emilio, secuestrado en 1997, con 19 años.
El martes, al recuperar su libertad, éste le quitó las cadenas a su padre en un emotivo acto simbólico en el aeropuerto de la ciudad de Florencia (sur). “Escuché a mi padre decir que deseaba que yo le quitara las cadenas. Eso voy a hacer ahora”, dijo el militar.
Milenio, 2 de abril.
en medio de un inusual tributo militar.
La mujer, de 73 años, recibió el féretro con los despojos del coronel Julián Guevara, secuestrado en 2008. Un helicóptero brasileño trasladó el féretro desde la selva colombiana hasta la ciudad de Villavicencio, donde se hizo la entrega. Luego, un avión de la policía lo llevó a Bogotá.
“Hoy se cumplió un objetivo. No era el que yo quería, traerlo vivo y en libertad. Pero tenemos sus despojos para darle cristiana sepultura. Gracias a todos los que me acompañaron en esta tarea de recuperar los restos de Julián”, dijo Castro a la prensa.
Tras una operación que tardó cerca de cinco horas, el helicóptero con delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), de la Iglesia católica y de la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz aterrizó en Villavicencio a las 15H15 locales (20H15 GMT).
La madre del oficial recibió el ataúd y entre lágrimas se abrazó con la senadora Piedad Córdoba, y el obispo Leonardo Gómez, miembros de la misión humanitaria. Todo, mientras de una trompeta salía una melodía fúnebre.
Al momento de la entrega, los rebeldes le rindieron honores militares al coronel que falleció aparentemente por una enfermedad.
“Guerrilleros y guerrilleras de las FARC dijeron que le rendían honores a un héroe de la Patria. Hubo dos filas de guerrilleros a cada lado (del ataúd) y le rindieron honores militares porque, según dijeron, fue capturado en combate y muerto como prisionero de guerra”, afirmó Córdoba.
La acción fue rechazada inmediatamente por el gobierno. “En primer lugar, nunca han debido secuestrarlo y, en segundo lugar, han debido permitirle salir de su secuestro para que él no hubiera muerto a causa de su enfermedad. Las FARC no han hecho hoy es un favor sino un gesto mínimo de humanidad”, dijo el comisionado de paz Karl Pearl.
El féretro fue llevado por la madre del oficial y otros familiares hacia un lugar privado donde le rindieron tributo. Posteriormente entregaron los restos a miembros de la Fiscalía, que comprobaran si son los del coronel Guevara.
En abril del año pasado las FARC anunciaron que entregarían los restos del oficial, y dejarían en libertad a los militares Pablo Moncayo y Josué Calvo, quienes finalmente fueron entregados a la misión humanitaria entre el domingo y el martes pasados.
Guevara, que tenía el rango de capitán cuando fue secuestrado por la guerrilla de las FARC el 1 de noviembre de 1998, murió en enero de 2006. Tras su muerte, el ejército lo ascendió al grado de mayor, y recientemente al de coronel.
Las FARC mantienen todavía en su poder a 21 militares y policías que esperan intercambiar por unos 500 rebeldes presos.
Para facilitar la entrega de los restos, las operaciones militares fueron suspendidas el miércoles en una zona entre los departamentos de Meta y Guaviare. Pero el jefe militar, general Freddy Padilla, advirtió que por instrucción del presidente Álvaro Uribe, el éjército no renunciará a la posibilidad de rescate de los rehenes.
Subastará cadenas
El profesor Gustavo Moncayo, padre del sargento Pablo Moncayo, de 32 años, ex rehén de las FARC por más de doce años, dijo ayer que planea subastar las cadenas que ató a sus manos desde 2007 como protesta para pedir la liberación de su hijo.
“Pienso que esto puede cumplir una función muy grande, no sé, que sirva para una obra de beneficencia, con niños, o con las mismas personas secuestradas”, dijo Moncayo a la radio Caracol. Moncayo, un humilde profesor de ciencias en su natal Sandoná (sur), es apodado el Caminante por la Paz al emprender, en 2007, caminatas por su país y otras ciudades de América Latina y Europa para pedir la liberación de su hijo Pablo Emilio, secuestrado en 1997, con 19 años.
El martes, al recuperar su libertad, éste le quitó las cadenas a su padre en un emotivo acto simbólico en el aeropuerto de la ciudad de Florencia (sur). “Escuché a mi padre decir que deseaba que yo le quitara las cadenas. Eso voy a hacer ahora”, dijo el militar.
Milenio, 2 de abril.
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