La esposa de Ferrer y la hermana de Prieto dijeron por separado a este diario que sus familiares también están en huelga, pero la información no pudo ser confirmada por otras fuentes.
Por su parte, el canciller Bruno Rodríguez declaró en Nueva York que Fariñas y Orlando Zapata, muerto el 23 febrero tras 85 días de huelga de hambre, “son lamentablemente piezas que se manipulan en función de objetivos políticos contra Cuba”.
“Es desafortunado que esta manipulación y que los que instruyen, los que financian, los que organizan la subversión contra Cuba incurran en una grave responsabilidad moral cuando utilizan a personas, las colocan en posiciones de esta naturaleza”, dijo
Estos acontecimientos, sin embargo, no han calado en la mayoría de los cubanos, estremecidos desde la madrugada de hoy por la final del campeonato de béisbol, pasión nacional presente incluso en el único intercambio sostenido por Fariñas y un enviado del gobierno, hace casi dos semanas.
Fariñas cumplió ayer 36 días en ayuno por “la liberación de 26 presos enfermos” y permanece recluido en un hospital de Santa Clara —misma ciudad del centro del país donde miles de cubanos siguieron hasta en las calles la final allí del beisbol—, en tanto Peregrino del Toro cumple su protesta en Cacoum, nudo ferroviario de la provincia de Holguín (este).
Bertha Guerrero declaró a MILENIO que su esposo “está plantado en huelga desde el 28 de febrero en solidaridad con el hermano Fariñas y por la excarcelación de los 26 presos”. El miércoles del Toro y Guerrero fueron visitados en su casa por corresponsales de la prensa extranjera acreditada en Cuba.
En este contexto, la directora del Fondo Ucraniano de Chernobil, Olga Denisova, dijo a medios locales en La Habana que “Cuba es la isla de la libertad y los derechos humanos”, en referencia a 20 mil niños ucranianos asistidos gratuitamente en la isla contra el efecto radiactivo, desde el desastre nuclear de 1986.
En tanto trascendió que el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y una alta funcionaria estadunidense que se reunieron el miércoles en Nueva York para conversar sobre la ayuda a Haití, también abordaron el caso del estadunidense detenido en la isla desde diciembre, según confirmó ayer el Departamento de Estado.
En la conversación entre Rodríguez y Cheryl Mills, jefa de gabinete de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, “sacamos a relucir la cuestión de Alan Gross”, dijo el vocero del Departamento Philip Crowley, sin dar más detalles.
Gross era empleado de una empresa que trabajaba por encargo del Departamento de Estado y que, según fuentes oficiales cubanas, repartía teléfonos celulares y computadoras portátiles entre disidentes. El contratista se mantiene detenido desde entonces sin cargos y su caso ha contribuido a elevar la tensión entre Cuba y EU en los últimos meses.
La Habana. Manuel Juan Somoza/Agencias, Milenio, 2 de abril.
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