El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, ordenó el envío de soldados de la Guardia Nacional para patrullar la zona limítrofe con México.
“Quiero que los residentes del sur de Nuevo México sepan que estamos tomando la violencia en la frontera muy en serio al sumar la presencia de la Guardia Nacional junto con agencias del orden estatales, locales y federales que patrullan nuestra frontera”, dijo el mandatario en un comunicado.
Los soldados trabajarán en conjunto con el Departamento de Seguridad y Emergencia de Nuevo México, dependencia que coordina a las distintas agencias del orden a lo largo de la frontera con Chihuahua y Sonora.
El gobernador también urgió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Departamento de Defensa de Estados Unidos incrementar la presencia de agentes federales y hacerla permanente en la región.
Los gobernadores Rick Perry, de Texas, y Jan Brewer, de Arizona, han solicitado al gobierno federal el envío de soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México, pero aún no han recibido respuesta de Washington.
El vocero de Richardson, Gilbert Gallegos, dijo que los soldados de la Guardia Nacional —cuyo número no fue dado a conocer— no participarán en la detención de indocumentados y su labor será monitorear la zona detectando y reportando actividades sospechosas.
Piden patrullaje
La gobernadora de Arizona dijo ayer a la cadena de televisión Fox News que no descarta ahora la posibilidad de ordenar ella misma el despliegue.
“Yo puedo y no lo he descartado”, dijo Brewer, al informar que ya ha ordenado el envío de más agentes de seguridad pública a la zona, para ayudar a coordinar la búsqueda del posible responsable de la muerte del ranchero.
El martes Richardson había anunciado un incremento en los patrullajes de la policía estatal y de los alguaciles de condados fronterizos, al tiempo que las autoridades de Arizona investigaban la muerte de un ranchero cerca de la frontera con México.
La muerte de Robert Krentz, ocurrida el pasado sábado aparentemente de un disparo proveniente de un traficante de indocumentados, llevó a la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, a escribir una carta al gobierno federal, en la que le reiteraba su solicitud de enviar 250 soldados de la Guardia Nacional para vigilar la frontera.
Movilización costosa
Perry y Brewer no han ordenado el envío de soldados a la frontera debido a los costos que implica este tipo de operativos y porque consideran que es una responsabilidad del gobierno federal.
En 2005, Richardson fue el primero en declarar estado de emergencia como resultado del incremento en la violencia generada por el tráfico humano y de drogas desde México.
En mayo de 2006, el presidente George W. Bush pidió a los gobernadores enviar soldados de la Guardia Nacional para la Operación Jump Start, a fin de reforzar la vigilancia en la frontera en tanto se entrenaba a nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza.
El operativo fue financiado totalmente por el gobierno federal. (Agencias)
“Quiero que los residentes del sur de Nuevo México sepan que estamos tomando la violencia en la frontera muy en serio al sumar la presencia de la Guardia Nacional junto con agencias del orden estatales, locales y federales que patrullan nuestra frontera”, dijo el mandatario en un comunicado.
Los soldados trabajarán en conjunto con el Departamento de Seguridad y Emergencia de Nuevo México, dependencia que coordina a las distintas agencias del orden a lo largo de la frontera con Chihuahua y Sonora.
El gobernador también urgió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y al Departamento de Defensa de Estados Unidos incrementar la presencia de agentes federales y hacerla permanente en la región.
Los gobernadores Rick Perry, de Texas, y Jan Brewer, de Arizona, han solicitado al gobierno federal el envío de soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México, pero aún no han recibido respuesta de Washington.
El vocero de Richardson, Gilbert Gallegos, dijo que los soldados de la Guardia Nacional —cuyo número no fue dado a conocer— no participarán en la detención de indocumentados y su labor será monitorear la zona detectando y reportando actividades sospechosas.
Piden patrullaje
La gobernadora de Arizona dijo ayer a la cadena de televisión Fox News que no descarta ahora la posibilidad de ordenar ella misma el despliegue.
“Yo puedo y no lo he descartado”, dijo Brewer, al informar que ya ha ordenado el envío de más agentes de seguridad pública a la zona, para ayudar a coordinar la búsqueda del posible responsable de la muerte del ranchero.
El martes Richardson había anunciado un incremento en los patrullajes de la policía estatal y de los alguaciles de condados fronterizos, al tiempo que las autoridades de Arizona investigaban la muerte de un ranchero cerca de la frontera con México.
La muerte de Robert Krentz, ocurrida el pasado sábado aparentemente de un disparo proveniente de un traficante de indocumentados, llevó a la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, a escribir una carta al gobierno federal, en la que le reiteraba su solicitud de enviar 250 soldados de la Guardia Nacional para vigilar la frontera.
Movilización costosa
Perry y Brewer no han ordenado el envío de soldados a la frontera debido a los costos que implica este tipo de operativos y porque consideran que es una responsabilidad del gobierno federal.
En 2005, Richardson fue el primero en declarar estado de emergencia como resultado del incremento en la violencia generada por el tráfico humano y de drogas desde México.
En mayo de 2006, el presidente George W. Bush pidió a los gobernadores enviar soldados de la Guardia Nacional para la Operación Jump Start, a fin de reforzar la vigilancia en la frontera en tanto se entrenaba a nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza.
El operativo fue financiado totalmente por el gobierno federal. (Agencias)
El Universal, 2 de abril.
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