El voto mexiquense “es volátil y caprichoso"

NAUCALPAN, Méx.— Con más de 10 millones 574 mil electores, el Estado de México representa el padrón electoral más grande del país e incluso supera al de tres países centroamericanos juntos. Lo que suceda el próximo 3 de julio podría ser determinante, pero no definitivo, para la elección presidencial de 2012, porque el voto mexiquense es caprichoso.

Los ciudadanos inscritos en la lista nominal en el Estado de México representan 14.03% del total del listado nominal a nivel nacional.

El municipio con más electores del estado y del país es Ecatepec, con un millón 212 mil 607, que representa 11.62% del total de la entidad.

El Estado de México no sólo ha sido la tierra del “chorizo power”, donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha gobernado por 82 años, también ha sido “el corredor azul” del Partido Acción Nacional (PAN) en los municipios que aportan el Producto Interno Bruto (PIB) más alto del país; y en la zona más poblada, en el oriente del Estado, el partido de la izquierda mexicana mantuvo su “voto duro” como una extensión del gobierno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal.

Los mexiquenses dan su voto lo mismo para hacer ganar al PRI, al PAN o al PRD, en una posición veleidosa que cambia en cada elección, señaló el analista y presidente de Democracia Social, Tomás López González.


Un poco de historia


En 1996, el PRI perdió su hegemonía en el Estado de México, cuando el PAN y el PRD lo desplazaron con más de 50% de los votos en los comicios para renovar los ayuntamientos.

Después, en 1999, Arturo Montiel Rojas ganó el gobierno mexiquense con un millón 371 mil votos, con un reducido margen de ventaja sobre el panista José Luis Durán Reveles, quien obtuvo un millón 146 mil sufragios, de acuerdo a datos del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).

En 2000, los mexiquenses contribuyeron con más de 2 millones 239 mil votos al triunfo del panista Vicente Fox, quien sacó al PRI de Los Pinos, cuando se registró la mayor participación electoral que superó 67% a nivel nacional, la más alta de la última década, indicó el Instituto Federal Electoral (IFE).

La volatilidad del voto mexiquense se volvió a notar en 2003, pues favoreció al PAN y al PRD, que ratificaron el triunfo en los municipios donde habita más del 50% de la población, incluida la capital, Toluca.

En tanto, el PRI, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), apenas retuvo 34% de la votación manteniendo las alcaldías rurales, con menos población y recursos.

En 2005, Enrique Peña Nieto logró el triunfo como gobernador del Estado de México, con un millón 801 mil votos y un abstencionismo que alcanzó 57%, año en que los electores “castigaron” al PAN y al PRD, quienes juntos lograron un millón 854 mil 952 sufragios.

Peña Nieto obtuvo en 2005, 430 mil sufragios más que en el proceso electoral de 1999 cuando Montiel Rojas obtuvo la gubernatura.

La ciudadanía cuestionaba las cuentas públicas de la administración del entonces presidente Vicente Fox, por considerar que hubo corrupción, mal uso de recursos públicos por parte de “la familia presidencial”, entre otras cosas, por los escándalos que ocasionaron los hijos de Marta Sahagún.

El gobierno del político guanajuatense no fue lo que se esperaba, no hubo tal “cambio”, el que prometió durante su campaña electoral.


El “boom” obradorista


En 2006, durante las presidenciales, los mexiquenses favorecieron a Andrés Manuel López Obrador, quien con la alianza PRD-PT logró 2 millones 469 mil 93 votos en el Edomex, con una participación de 62% del electorado. Aunque el político tabasqueño recibió más votos en territorio mexiquense, quien ganó la Presidencia de la República fue el panista Felipe Calderón.

En este mismo año, en los comicios locales, que no se empataron con el proceso electoral federal, para renovar ayuntamientos, los mexiquenses dieron 2 millones 168 mil sufragios al PAN y PRD, quienes mantuvieron el poder en los municipios metropolitanos del Valle de México en un corredor azul y un cinturón amarillo y el PRI obtuvo un millón 292 mil sufragios.

En 2009, en medio de una profunda división en el PRD y la creciente violencia en el país desatada por la guerra contra el narcotráfico, el PRI sorprendió al arrebatar al PAN y al PRD los gobiernos de todo el Valle de México y recuperar la alcaldía de Toluca, la capital, con triunfos en las 97 presidencias municipales más pobladas y con mayores recursos, dejando sólo seis ayuntamientos al PRD y 12 al PAN, básicamente en municipios rurales.

En la última elección local, el PRI también logró el control de la Legislatura local con 41 diputaciones, a los que se suman tres, del PVEM; cinco, del Partido Nueva Alianza y uno, del Partido Social Demócrata. Asegurando 50 de los 75 votos de los legisladores.

En la elección del próximo 3 de julio no sólo estará en juego la gubernatura, sino además el presupuesto que se destina al Estado de México, que es la entidad del país que mayores recursos recibe anualmente.

Para este 2011, la administración mexiquense dispone de más de 148 mil 343 millones de pesos. Sólo al Poder Ejecutivo y órganos autónomos, el Congreso local, mayoritariamente priísta, asignó 144 mil 628.3 millones de pesos, en tanto que para el Poder Judicial la cifra asciende a dos mil 404 millones de pesos y al Poder Legislativo mil 310 millones de pesos.


Pobreza, la constante


En sólo 10 años, la disponibilidad y calidad de los servicios de salud y bienestar social en el Estado de México se han desplomado, aseguró el dirigente perredista Luis Sánchez Jiménez.

Con base en datos de la Secretaría de Salud y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, advirtió que la entidad ocupa el último lugar nacional en número de médicos por cada 100 mil habitantes y el segundo en pobreza alimentaria, sólo debajo de Chiapas.

Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el Estado de México, de 2005 a 2008 el porcentaje de pobreza alimentaria aumentó en la entidad mexiquense de 14.3% a 14.9%. De un millón 999 mil 76 residentes se incrementó la cifra a 2 millones 185 mil 799 personas.

El Coneval se encarga de medir los parámetros de aprovechamiento de los programas sociales del país. En ellos, el Estado de México ocupa los primeros lugares en pobreza alimentaria, pobreza de capacidades y patrimonial.

La pobreza alimentaria es catalogada por el Coneval como la incapacidad para obtener la canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar en comprar sólo los bienes de dicha canasta.

También se registró un aumento en el número de personas con pobreza de capacidades en el Estado de México de 2005 a 2008; los datos establecen que se incrementó de 22.4% a 23.1%. De 3 millones 133 mil 143 habitantes en 2005, se modificó la cantidad en 2008 a 3 millones 388 mil 57 residentes.

A la pobreza de capacidades se le identifica como la insuficiencia del ingreso disponible para adquirir el valor de la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud y educación, aun dedicando el ingreso total de los hogares sólo para estos fines.

En pobreza patrimonial están siete millones 117 mil 187 personas que pagan renta o viven con familiares.

Entre los rezagos más marcados se encuentra el de salud, pues la entidad apenas cuenta con 76.4 médicos por cada 100 mil habitantes, Chiapas tiene 88.2 médicos por cada 100 mil habitantes y Oaxaca, 104.5 médicos por cada 100 mil habitantes, comparados con el Distrito Federal que tiene 307.9 médicos por cada 100 mil habitantes, afirmó Sánchez Jiménez.

En este rubro, agregó, el Estado de México ocupa el último lugar de las 32 entidades federales.

En cuanto a enfermeras, el DF tiene 432.2 enfermeras por cada 100 mil habitantes; el Edomex se ubica en el último lugar pues dispone de sólo 102.5 enfermeras por cada 100 mil habitantes, superada por Chiapas, Michoacán, Hidalgo, Oaxaca y Guerrero, dijo.

Ante esas carencias los mexiquenses tienen que trasladarse a hospitales capitalinos, donde cinco de cada 10 pacientes son mexiquenses.

Sánchez Jiménez expresó que a nivel nacional hay 23.16 millones de personas con rezago educativo, de los cuales 2.72 millones viven en el Edomex.


Grandes contrastes


El Estado de México está lleno de contrastes. Huixquilucan es uno de los municipios con el mayor ingreso per cápita del país. Mil 500 pesos, en promedio, obtienen al día los habitantes de esa localidad mexiquense.

En cambio, Chimalhuacán es considerado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol ) como el municipio urbano más marginado del país.

Del tamaño del padrón electoral del Estado de México son los problemas que enfrenta la sociedad mexiquense. Inseguridad, falta de fuentes de empleo e insuficientes servicios básicos son temas pendientes.

Seis años parecen pocos para que el sucesor de Enrique Peña Nieto pueda resolver los conflictos que viven de manera cotidiana los residentes de la entidad más poblada del país.

Rebeca Jiménez y EMilio Fernández corresponsales, El Universal, 15 de mayo.

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