Federación sindical de Cuba ofrece impulsar una nueva cultura laboral

La Habana, 1º de mayo. La Central de Trabajadores de Cuba (CTC, federación sindical única) ofreció hoy impulsar una nueva cultura laboral, basada en “el trabajo, el ahorro, la disciplina, el orden y la exigencia, como única manera de superar nuestras propias deficiencias y errores”.

En un breve discurso, antes del tradicional desfile sindical en La Habana, el líder de la CTC, Salvador Valdés, dijo que la reforma en curso busca una sociedad “más eficiente, productiva y racional en sus gastos”.

La celebración del Primero de Mayo, con marchas en todas las capitales provinciales, estuvo marcada por consignas como “unidad, productividad y eficiencia”, en respaldo a la reforma que aprobó hace diez días el sexto congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). La columna de sindicalistas caminó en la capital tras una manta que decía: “El socialismo es y será la esperanza”.

El congreso aprobó unos Lineamientos de la Política Económica y Social, pero modificó en más de dos tercios el texto original y aún se desconoce la versión final. Tampoco se sabe la forma en que se eliminará un millón de puestos de trabajo sobrantes y se realizarán los despidos masivos, pospuestos pero no eliminados del plan.

El presidente Raúl Castro presenció el desfile en Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país (oriente), rompiendo así la costumbre que ubicaba este día al jefe de Estado en la Plaza de la Revolución de La Habana. En la capital presidió la marcha el “número dos”, José Ramón Machado.

Como líder de la CTC, Valdés tiene un asiento ex officio en el Politburó del PCC. En su discurso dijo que “decenas de miles” de microempresarios y autoempleados se habían afiliado a los sindicatos oficiales.

Ese sector, ahora en crecimiento, incluye no sólo a típicos trabajadores, como artesanos y prestadores individuales de servicios, sino también a pequeños empresarios, que deben invertir capital y contratan mano de obra asalariada. Todos ellos están convocados a sindicalizarse.

Gerardo Arreola, La Jornada, 2 de mayo.