Obama retoma el tema migratorio; es más campaña que compromiso: críticos

Nueva York, 10 de mayo. Por quinta ocasión en un mes el presidente Barack Obama se declaró hoy en favor de una reforma migratoria integral que incluya regularizar a más de 11 millones de indocumentados, pero ante la casi nula posibilidad política de lograr tal objetivo este año, algunos críticos señalaron que su llamado parece ser más parte de una estrategia electoral que un compromiso para cumplir su promesa.

En El Paso, Texas, en su primera visita como presidente a la frontera suroeste, Obama destacó sus logros sin precedente en la seguridad con más agentes de la Patrulla Fronteriza, de Inmigración, de la Guardia Nacional y mayor despliegue de tecnología y barreras, así como la cifra récord de deportaciones (casi 400 mil al año, que supera la de su antecesor George W. Bush), e invitó a la oposición republicana a sumarse al esfuerzo para reparar lo que todos coinciden es un “sistema migratorio descompuesto”.

Señaló que lo logrado en seguridad fronteriza cumple con las demandas de la oposición y que ya no pueden seguir empleando ese argumento para detener la cada vez más necesaria reforma migratoria. “Querían más agentes en la frontera. Bueno, ahora hay más botas sobre el terreno en la frontera suroeste que en cualquier momento en nuestra historia”, afirmó. Ahora, bromeó, los republicanos “tal vez necesitarán un foso. Tal vez quieren lagartos en el foso” en la frontera.

El argumento económico
A la vez, ofreció un argumento económico. “Una forma de fortalecer a la clase media en Estados Unidos es reformar nuestro sistema migratorio para que ya no exista una economía subterránea masiva que explote una fuente laboral barata mientras deprime los salarios para todos los demás”.

Aunque su retórica ofreció un gran elogio a las contribuciones de los inmigrantes a lo largo de la historia de este país, y afirmó que son parte clave para lograr un futuro próspero y supremo de un Estados Unidos del siglo XXI, las palabras no ofrecieron más que un marco de lo que sería una reforma y no hizo referencia a una propuesta legislativa concreta, ni menos un fecha para lograrlo.

Simplemente reiteró cuatro principios que ha mencionado durante dos años, incluido mayor financiamiento para fortalecer la seguridad fronteriza, penalizar a empresas que contratan a trabajadores indocumentados, hacer más eficiente el proceso migratorio y crear un proceso para regularizar la estancia de los indocumentados con una vía hacia la ciudadanía (si cumplen con ciertos requisitos y multas por violar la ley).

Obama tampoco indicó estar dispuesto a usar su autoridad ejecutiva, como han demandado algunos legisladores y activistas, para suspender las deportaciones de estudiantes y otros que podrían ser beneficiados con reformas parciales ni suspender programas que permitan que policías locales colaboren con las autoridades migratorias federales.

Eso provocó sospechas entre líderes latinos y defensores de inmigrantes de que el objetivo del renovado interés presidencial en el tema es menos lograr una reforma en el corto plazo y más una maniobra con fines electorales para recuperar la confianza cada vez más deteriorada de amplios sectores de votantes latinos, quienes podrían ser claves para su relección en 2012. En su elección en 2008, Obama gozó de 67 por ciento del voto latino, algo que tendrá que obtener otra vez, además de lograr el apoyo latino en estados claves del suroeste que podrían determinar su futuro.

Pero la Casa Blanca aseguró que ese no era el caso y que el presidente mantiene su compromiso de promover una reforma integral, con el argumento de que desean generar mayor presión popular para que la legislatura avance hacia ese objetivo para obtener un acuerdo bipartidista. La Casa Blanca solicitó a ciudadanos, a través del Twitter y otras herramientas cibernéticas, ofrecer propuestas y compartir opiniones. De hecho, se convoca a “asesorar” a Cecilia Muñoz, asesora del presidente sobre asuntos migratorios (lectores de La Jornada pueden hacerlo en www.whitehouse.gov/advise?utm_source=email114&utm_medium=text2&utm_campaign=immigration), u organizar discusiones en comunidades y reportar los resultados (www.whitehouse.gov/issues/immigration).

Sin embargo, aun para algunos que han apoyado a Obama, entre los promotores de una reforma hay cada vez más dudas. “Todos entendemos la importancia del proceso legislativo y que necesitamos un proyecto de ley bipartidista en el largo plazo, pero eso tardará mucho y dado el estancamiento político en Washington, es un resultado incierto. Las comunidades inmigrantes necesitan ayuda ahora mismo, nuestro sistema está descompuesto ahora, y el presidente puede hacer algo al respecto ahora”, comentó el representante federal Luis Gutiérrez.

“Si creen que esto movilizará a un electorado latino cada vez más decepcionado, creo que están equivocados. Van a tener que emprender una acción ejecutiva grande para superar el hecho de que él prometió algo en grande”, opinó Frank Sharry, director de America’s Voice Voter Education Fund, agrupación que promueve una reforma, en entrevista con el New York Times.

Ali Noorani, director del Foro Nacional de Inmigración, declaró que el discurso de Obama es “bienvenido”, pero agregó: “esperamos ver liderazgo firme y constante del presidente” y de su equipo, “de la misma manera que lo hicieron con las reformas de salud y regulación financiera”.

Mientras en Washington no hay acción decisiva, varios estados promueven sus propias medidas sobre inmigración, algunas al estilo de las leyes de Arizona (como Georgia y Alabama), y en Maryland el gobernador promulgó hoy una ley para otorgar derechos a la educación estatal a migrantes, y en Illinois el gobernador suspendió el acuerdo de cooperaciones entre autoridades de inmigración federal y las autoridades de seguridad pública estatales, entre otros ejemplos.

Otros sugirieron que el discurso de hoy no sólo tuvo fines electorales, sino un propósito más cínico: al viajar para hablar sobre migración hoy, Obama reduce el costo que tiene que pagar su campaña electoral para rembolsar los costos de viajar a actos para recaudar fondos para su relección.

Claudia Herrera y David Brooks, La Jornada, 11 de mayo.

0 Responses to "Obama retoma el tema migratorio; es más campaña que compromiso: críticos"