Superados, los problemas en la relación México-Cuba, asegura Ricardo Alarcón

Mérida, Yuc., 14 de mayo. Al concluir la 12 Reunión Interparlamentaria México-Cuba, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, sostuvo que ya se superó la etapa en que las relaciones bilaterales sufrieron algunos problemas. “Hoy están en buen nivel y aspiramos a que se eleven. Se ha logrado retomar el ritmo normal, pero aún tenemos una carga y debemos apurar el paso, sobre todo en el terreno comercial”.

Alarcón refirió que se mantiene el contacto para hacer efectiva una visita del presidente Felipe Calderón a La Habana; “espe- ramos que sea en un periodo relativamente cercano y con la certeza de que será recibido como jefe de Estado”.

Al respecto, diputados de la delegación mexicana señalaron que la Secretaría de Relaciones Exteriores les informó que se están negociando los detalles y que el viaje del Ejecutivo “está prácticamente listo”.

El titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo (PT), aseguró que con los acuerdos de este encuentro “quedó enterrada definitivamente la política aventurera y entreguista de Jorge Castañeda, así como las diferencias provocadas por el gobierno de Vicente Fox. Se superó el ‘comes y te vas’ y entramos en la etapa del ‘comes y te quedas’”, expresó.

Ello –comentaron legisladores de PRI y PT– porque el viernes, antes del primer receso, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y El Caribe del Senado, César Leal Angulo (PAN), urgió a terminar los trabajos para salir a comer, citando la frase con que Vicente Fox pidió a Fidel Castro no quedarse en la cumbre de jefes de Estado de Monterrey, en 2002. “Fue un pésimo chiste el de Leal, que no gustó nada”, dijo un legislador.

Por otra parte, interrogado sobre las declaraciones de Barack Obama a una televisora en Miami, en el sentido de que a pesar de las reformas aprobadas por el sexto Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC) no aprecia cambios significativos, y que “el disentir político aún no se tolera y el sistema económico aún está muy restringido”, Ricardo Alarcón reviró que el presidente de Estados Unidos “no tiene ni voz ni voto en este entierro”.

Recordó que los acuerdos del congreso del PCC se tomaron a partir de una consulta popular, y que los 313 lineamientos aprobados están en fase de aplicación, una vez que sean avalados por la Asamblea Nacional, y que ello a su vez derivará en la reforma de leyes y en la revisión de disposiciones administrativas y diversas regulaciones.

Además –dijo–, Obama “no es elector en Cuba ni va a serlo jamás. Cuba no pertenece a Estados Unidos; ellos no son dueños de Cuba y (Obama) no tiene parte ni arte en estos cambios. Washington ha mantenido un sistema que ha manchado a Cuba al tener (en Guantánamo) un centro de tortura, donde se violan los derechos humanos y se mantienen los instrumentos de la represión”.

Mientras, la declaración conjunta definió que la reunión “constituyó una muestra de la indestructible amistad de México y Cuba”, y confirmó la necesidad de relanzar las relaciones económicas “e impulsar una nueva etapa que supere el estancamiento” de los años recientes.

Al respecto, se acordó realizar un seminario –en La Habana– para definir los espacios de complementariedad y áreas de oportunidad para ambas economías, y en el que también se explique a los congresistas mexicanos el alcance de las reformas del sexto congreso del PCC.

La declaratoria incluye el compromiso de transferencia de información sobre la producción de medicamentos, de la industria farmacéutica, la fabricación de instrumental y equipo médico, así como el intercambio de patentes.

Enrique Méndez, La Jornada, 15 de mayo.

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