La comisión no debe convertirse en “botín de los partidos”, dice De Swaan

El presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, indicó que no se debe permitir que el organismo regulador se convierta en “botín de los partidos políticos” frente a la reforma al sector de telecomunicaciones.
“Lo relevante es no perder el foco; es decir, que lo importante son los proyectos y la eficiencia de las instituciones, no tanto su conformación y por otro lado, no convertir a la Cofetel en un botín de los partidos políticos, porque le ha costado mucho trabajo alcanzar un carácter preponderantemente técnico”, expresó.
Los partidos políticos integrantes del Pacto por México propusieron la creación de un nuevo órgano regulador que sustituya a la Cofetel y que tenga la capacidad de declarar la dominancia de los participantes del sector. Según reportes de prensa, a la nueva instancia se le denominaría Instituto Federal de Telecomunicaciones.
El proyecto también prevé que el nuevo instituto podrá impedir que concesionarios impongan condiciones de acceso, convergencia e interconexión, o cometan acciones que atenten contra la libre concurrencia en el mercado. Se prevé que también licite nuevas concesiones para dos cadenas nacionales de televisión.
De Swaan señaló que el órgano regulador se ha enfocado a realizar un trabajo preponderantemente técnico y en la medida en que haya intenciones por partidizar sus tareas, en lugar de fortalecerla, se le estaría debilitando.
“Veo en el Pacto por México la posibilidad de tener una Comisión mucho más fuerte con un propósito específico, pero están ausentes los elementos necesarios para empujar y generar mayor competencia en el país, aún no conozco ningún texto en específico (de iniciativa de reforma)”, apuntó el presidente de la Cofetel.
Comentó que las personas que han conformado la Cofetel no han sido el problema, sino el marco institucional, que calificó de ineficaz. Apuntó que la Cofetel busca una revisión del marco jurídico, y que los objetivos que se le demandan sean consistentes respecto de sus facultades.

La Jornada, 27 de febrero.