Televisoras y partidos se alían en una guerra para desgastar al IFE

La desafiante postura de las televisoras hacia el Instituto Federal Electoral, así como los partidos que han aprovechado los resquicios legales para violentar las restricciones de acceso a medios electrónicos, se han convertido en el conflicto central del proceso electoral en marcha. Nadie ha cuestionado el rumbo y el ritmo de la organización electoral, del padrón u otras actividades paralelas, pero la sola confrontación derivada de la inconformidad de los concesionarios de televisión ha terminado por desgastar al IFE.

En ese contexto, Julio Juárez, integrante del Centro de Investigaciones de Estudios Interdisciplinarios de la UNAM, advierte: “El Instituto Federal Electoral está pagando por la falta de una política de comunicación del Estado; es un IFE que por ingenuidad o alevosía está siendo obligado a aplicar las disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), cuando es un fenómeno que va mucho más allá de la legislación electoral y tiene que ver con las deficiencias de la ley en materia de medios”.

El saldo ha sido colocar a una de las instituciones centrales del Estado, el IFE, en una posición muy riesgosa, en una condición de gran tensión frente a las televisoras, por ser responsable de aplicar una reforma que desde su aprobación nunca fue aceptada por los concesionarios de radio y televisión, agrega Juárez.

Las televisoras han emprendido largos litigios para evadir multas, cuestionar decisiones de la autoridad electoral y combatir por la vía de los hechos la reforma electoral. Largos litigios donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha formado parte central; ha sido la secuela de la difícil y tensa relación entre el IFE y las concesionarias, según se asume en el propio instituto. Ante ello, la aparición del Instituto Federal Electoral en pantallas ha sido para enfatizar errores en resoluciones, pero difícilmente para aludir a la organización del proceso electoral.

Quizás el ejemplo más emblemático del desafío de las empresas de televisión ha sido el caso del Partido Verde, en especial mediante la aparición pagada de espots disfrazada de propaganda de la revista Tv y Novelas. Según el reporte de la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos, los promocionales donde aparecieron los actores Raúl Araiza y Maité Perroni –que fueron ofrecidos por la televisora al partido– aparecieron 551 veces al aire.

Aunque todo apunta a que se armó un paquete de publicidad integrada, si se contabilizara el pago del espot a la tarifa comercial de la televisora, tan sólo el día del “lanzamiento” de los mensajes del IFE, ese partido hubiera tenido que pagar, por los 27 promocionales aparecidos en los canales 2 y 5, 6 millones 611 mil pesos. Los espots estaban disfrazados de una falsa entrevista, como quedó demostrado con la confesión de Araiza de haber participado en un casting para hacer el anuncio.

Sin embargo, si se toma en cuenta el día que mayores impactos tuvieron los promocionales de Tv y Novelas, el 19 de junio –según el monitoreo del IFE y cuando ya aparecían los espots de la actriz Maité Perroni–, los 37 mensajes hubieran tenido un costo comercial sumado de 11 millones 267 mil pesos.

El comportamiento del Partido Verde Ecologista de México –que también ha aparecido con promocionales similares en las revistas Vértigo y Cambio– fue favorecido, de entrada, por la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que revocó multas por casi 20 millones de pesos que el IFE había aplicado por haber difundido presuntos informes de legisladores, que originalmente fueron considerados propaganda electoral.

Juárez subraya que el comportamiento de los partidos no se ha circunscrito al PVEM, pues son varios los que han desafiado al IFE con sus campañas mediáticas bajo el supuesto de que el TEPJF podrá revocar decisiones que eventualmente los afecten. “Ésta ha sido una forma en que los partidos han podido entrar en el círculo vicioso de la información electoral, fundado en romper las reglas porque si haces una campaña legal va a ser gris, y no vas a aparecer en los noticieros o en la prensa.”

El otro caso de mayor impacto en el que partidos y televisoras se han conjuntado ha sido otra presunta entrevista al candidato del PAN a la delegación Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi. Según el monitoreo de la organización Ciudadanos en Medios, Democracia e Información –que este año ha recibido financiamiento derivado del programa de observación electoral que coordina el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo–, cuando Sodi apareció casi dos minutos en la pantalla, ni Televisa ni TvAzteca habían difundido una sola nota de partidos políticos.

“Hasta ese momento –subraya Juárez– nadie había hablado en pantallas, ningún actor político, candidato o dirigente, y de repente Sodi aparece casi dos minutos al aire en un programa de alto rating, en un comportamiento atípico.”

De acuerdo con ese monitoreo, al 29 de mayo las empresas televisoras habían hecho casi un vacío a las campañas de los partidos –a los que responsabilizan de una reforma que afecta sus intereses–, pues sólo habían aparecido diez notas: seis en TvAzteca, tres en Canal Once y una en Televisa. En su caso, la televisora del Ajusco había editorializado la mayor parte de esas notas bajo el nombre de “El juego de las sillas”.
Alonso Urrutia y Fabiola Martínez, La Jornada, 29 de junio.

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