En medio de voces que cuestionaron el llamado voto blanco o nulo, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), María del Carmen Alanís, advirtió que para los comicios del 5 de julio se espera un abstencionismo de 70% o más.
Durante su participación en la mesa de análisis “México y su actual proceso electoral 2008-2009, una observación al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, Alanís presentó un estudio donde destacó que, cada tres años, la tasa promedio de ausencia en las urnas aumenta 20%.
“Con base en una proyección lineal, si tomamos en cuenta que en las últimas elecciones intermedias la tasa de crecimiento promedio ha sido alrededor de 20%, podemos considerar que el abstencionismo en las próximas elecciones pudiera llegar al 70% o más.
“Insisto, esta es una proyección donde exclusivamente estamos tomando en cuenta el crecimiento lineal en cada elección intermedia”, apuntó Alanís, tras aclarar que las cifras son parte de un estudio parcial con distintos temas en materia electoral.
En entrevista posterior, reiteró que “las cifras del abstencionismo provienen de un estudio con una tendencia latinoamericana donde el mundo nos da cifras generales de 50%, mientras que en elecciones intermedias siempre baja y en presidenciales aumenta (la votación)”.
Sobre las garantías que tienen los ciudadanos para acudir el próximo domingo a las urnas sin riesgo de ser víctimas de actos de violencia o por temor a sufragar en zonas relacionadas con el narcotráfico, la presidenta del TEPJF subrayó que hay condiciones para que la jornada electoral sea pacífica, con base en las leyes.
Ante los señalamientos del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que los magistrados se han sometido a los intereses de las mafias que controlan a México, Alanís reiteró que la resolución sobre la elección en Iztapalapa está apegada a derecho, ya que sólo se aplicó la normatividad para hacer cumplir la ley, sin otro interés de por medio.
En su intervención, Dong Nguyen Huu, del Proyecto de Asistencia a la Observación Electoral del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó que el voto no es un acto político, sino legal, porque antes de emitir el sufragio la ley establece las formas; esto es, quién tiene derecho a votar y quién no. “Sin embargo, lo más difícil es construir el consenso social para que cada contendiente acepte la posibilidad de ganar o de perder”.
La presidenta de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH), Eugenia Díez, enfatizó que mientras no se les exijan resultados ni cuentas a los representantes de los partidos, “ellos seguirán lejanos, por lo que es necesario cambiar la ley para que sean reelectos”.
“No entiendo un voto nulo, porque en este momento no sirve; solamente servirá a los intelectuales, que les redituará en ingresos para ellos”, indicó Díez.
Carlos Sánchez Mejorada, consejero de la CMDH, calificó como un “llamado a la ilegalidad, conducta subversiva y atentado contra la democracia”, la promoción a no votar o anular el sufragio.
Durante su participación en la mesa de análisis “México y su actual proceso electoral 2008-2009, una observación al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, Alanís presentó un estudio donde destacó que, cada tres años, la tasa promedio de ausencia en las urnas aumenta 20%.
“Con base en una proyección lineal, si tomamos en cuenta que en las últimas elecciones intermedias la tasa de crecimiento promedio ha sido alrededor de 20%, podemos considerar que el abstencionismo en las próximas elecciones pudiera llegar al 70% o más.
“Insisto, esta es una proyección donde exclusivamente estamos tomando en cuenta el crecimiento lineal en cada elección intermedia”, apuntó Alanís, tras aclarar que las cifras son parte de un estudio parcial con distintos temas en materia electoral.
En entrevista posterior, reiteró que “las cifras del abstencionismo provienen de un estudio con una tendencia latinoamericana donde el mundo nos da cifras generales de 50%, mientras que en elecciones intermedias siempre baja y en presidenciales aumenta (la votación)”.
Sobre las garantías que tienen los ciudadanos para acudir el próximo domingo a las urnas sin riesgo de ser víctimas de actos de violencia o por temor a sufragar en zonas relacionadas con el narcotráfico, la presidenta del TEPJF subrayó que hay condiciones para que la jornada electoral sea pacífica, con base en las leyes.
Ante los señalamientos del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que los magistrados se han sometido a los intereses de las mafias que controlan a México, Alanís reiteró que la resolución sobre la elección en Iztapalapa está apegada a derecho, ya que sólo se aplicó la normatividad para hacer cumplir la ley, sin otro interés de por medio.
En su intervención, Dong Nguyen Huu, del Proyecto de Asistencia a la Observación Electoral del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó que el voto no es un acto político, sino legal, porque antes de emitir el sufragio la ley establece las formas; esto es, quién tiene derecho a votar y quién no. “Sin embargo, lo más difícil es construir el consenso social para que cada contendiente acepte la posibilidad de ganar o de perder”.
La presidenta de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH), Eugenia Díez, enfatizó que mientras no se les exijan resultados ni cuentas a los representantes de los partidos, “ellos seguirán lejanos, por lo que es necesario cambiar la ley para que sean reelectos”.
“No entiendo un voto nulo, porque en este momento no sirve; solamente servirá a los intelectuales, que les redituará en ingresos para ellos”, indicó Díez.
Carlos Sánchez Mejorada, consejero de la CMDH, calificó como un “llamado a la ilegalidad, conducta subversiva y atentado contra la democracia”, la promoción a no votar o anular el sufragio.
José Gerardo Mejía, El Universal, 30 de junio.
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