La derecha promueve el voto en blanco o nulo para deslegitimar al Congreso de la Unión y dejarlo sin apoyo social, mientras el Poder Ejecutivo recibe un cheque en blanco y se mantiene sin control, advirtió en Morelia Jesús Ortega Martínez, líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En conferencia de prensa consideró preocupante que por medio de esta campaña se quiera promover aún más el abstencionismo existente, sobre todo en elecciones intermedias, para separar a la gente del poder y propiciar una oligarquía.
Acompañado por la dirigente estatal perredista, Fabiola Alanís Sámano, y de los candidatos a diputados federales Alma Bahena y Samuel Maldonado, Ortega denunció que “hay voces en la oscuridad de la derecha que quieren quitar su valor al voto y para ello descalifican a los legisladores diciendo que no trabajan y gastan mucho, e incluso que debe desaparecer el Congreso”.
La pretensión reaccionaria de la derecha –dijo– es potenciar un poder unipersonal y desaparecer el sistema democrático para regresar a los viejos tiempos en los que los partidos no tenían relevancia en la vida política.
Ortega refirió que los procesos electorales son el escenario propicio para que la ciudadanía designe a sus representantes, por lo que deben prevalecer ideas, propuestas y sugerencias, a fin de transformar el país, en vez de enfrascarse en “luchas a muerte”.
También criticó “la posición mercenaria” del Partido Verde Ecologista de México y demandó crear una ley que fortalezca la democracia interna y termine con vicios y negocios personales en los organismos políticos. Respecto de Michoacán, expresó que las preferencias electorales favorecen al PRD como primera fuerza, “pese a las actitudes provocadoras del gobierno federal”.
Por otro lado, en Aguascalientes, Ignacio Ruelas, vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral (IFE) en la entidad, planteó multar a quienes no voten, pues a su juicio “ya es tiempo de sancionar el abstencionismo”.
En conferencia de prensa observó que naciones como Australia y Perú multan con 50 dólares y 200 soles, respectivamente, a los no votantes, a fin de preservar la cultura cívica. Es urgente, dijo, que los legisladores valoren con toda seriedad que la ciudadanía tenga connotaciones obligatorias y se sancionen ciertas conductas, como sucede con quienes no pagan impuestos.
También consideró innecesario entintar el pulgar a los votantes, pues “no estamos en un campo de concentración”, y pidió dejar atrás el criterio “liberalista” de una voluntad autónoma, pues en este caso la cuestión es por quién votar y no abstenerse.
En conferencia de prensa consideró preocupante que por medio de esta campaña se quiera promover aún más el abstencionismo existente, sobre todo en elecciones intermedias, para separar a la gente del poder y propiciar una oligarquía.
Acompañado por la dirigente estatal perredista, Fabiola Alanís Sámano, y de los candidatos a diputados federales Alma Bahena y Samuel Maldonado, Ortega denunció que “hay voces en la oscuridad de la derecha que quieren quitar su valor al voto y para ello descalifican a los legisladores diciendo que no trabajan y gastan mucho, e incluso que debe desaparecer el Congreso”.
La pretensión reaccionaria de la derecha –dijo– es potenciar un poder unipersonal y desaparecer el sistema democrático para regresar a los viejos tiempos en los que los partidos no tenían relevancia en la vida política.
Ortega refirió que los procesos electorales son el escenario propicio para que la ciudadanía designe a sus representantes, por lo que deben prevalecer ideas, propuestas y sugerencias, a fin de transformar el país, en vez de enfrascarse en “luchas a muerte”.
También criticó “la posición mercenaria” del Partido Verde Ecologista de México y demandó crear una ley que fortalezca la democracia interna y termine con vicios y negocios personales en los organismos políticos. Respecto de Michoacán, expresó que las preferencias electorales favorecen al PRD como primera fuerza, “pese a las actitudes provocadoras del gobierno federal”.
Por otro lado, en Aguascalientes, Ignacio Ruelas, vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral (IFE) en la entidad, planteó multar a quienes no voten, pues a su juicio “ya es tiempo de sancionar el abstencionismo”.
En conferencia de prensa observó que naciones como Australia y Perú multan con 50 dólares y 200 soles, respectivamente, a los no votantes, a fin de preservar la cultura cívica. Es urgente, dijo, que los legisladores valoren con toda seriedad que la ciudadanía tenga connotaciones obligatorias y se sancionen ciertas conductas, como sucede con quienes no pagan impuestos.
También consideró innecesario entintar el pulgar a los votantes, pues “no estamos en un campo de concentración”, y pidió dejar atrás el criterio “liberalista” de una voluntad autónoma, pues en este caso la cuestión es por quién votar y no abstenerse.
Ernesto Martínez Elorriaga y Claudio Bañuelos, La Jornada, 29 de junio.
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