Los ex secretarios de Hacienda Jesús Silva Herzog y David Ibarra afirmaron que ante la crisis económica “México lo ha hecho mal, a tal grado que es considerado el país más afectado del mundo por la recesión”.
Puntualizaron que se debe promover más la inversión productiva y la generación de empleos para prevenir un estallido social.
Explicaron que para superar la crisis la mayoría de los países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Brasil e India, decidieron reducir impuestos, comprar activos, capitalizar las empresas a cargo del Estado, realizar más obra pública para crear empleos y otorgar créditos y avales para el rescate de compañías.
Sin embargo, en México además de no reducir los impuestos para propiciar la inversión, las autoridades proponen crear nuevos gravámenes al consumo.
Destacan también el aumento acelerado del desempleo en el país, con despidos tanto en las empresas privadas como en el sector público, mientras que otras naciones estimulan las inversiones para generar plazas laborales.
Estas afirmaciones las hicieron los ex funcionarios para el programa Radiografía de la crisis, que se transmitará hoy por Tv UNAM.
Silva Herzog, ex secretario de Hacienda en el gobierno de José López Portillo, durante el cual el país atravesó por una de sus crisis económicas más severas, lamentó que México tenga el peor desempeño económico de América Latina, cuando es un país que posee factores tan diversos para el crecimiento que lo deberían ubicar como el primero en la región.
“La crisis del año 82 fue causada principalmente por nosotros, aunque hubo factores externos que la propiciaron. Estalló la famosa crisis de la deuda. Ahora se conjugan errores tanto internos como externos, y una desatención a las políticas sociales”, explicó.
Por su parte, Ibarra aseguró que si no hay creación de empleos, la gente puede protestar y entonces habrá represión, por lo que el primer objetivo es la creación de empleos, e insistió en que se debe tener una política industrial propia.
“En Estados Unidos, en Europa, en Japón se está gastando dinero a ríos para recuperar sus economías, y es inaudito que en México no se haga”, señaló.
En su oportunidad, Guillermo Ortiz, actual gobernador del Banco de México y quien fuera secretario de Hacienda durante el gobierno de Ernesto Zedillo, afirmó que la urgente recuperación del empleo depende de que las políticas públicas eliminen los lastres de toda clase que evitan el crecimiento.
“Para dar empleo necesitamos crecimiento económico, inversión, que en buena medida debe venir del sector privado. El sector público también debe invertir en la medida de las posibilidades de la recaudación y el uso de los recursos”, subrayó.
El desplome del 82
David Ibarra y Jesús Silva Herzog fueron secretarios de Hacienda durante el gobierno de José López Portillo, el cual enfrentó una de las peores crisis económicas que ha tenido el país.
En 1982, por ejemplo, el peso se devaluó en casi 400 por ciento. En febrero la cotización se desplazó de 28.5 a 40 pesos por dólar. Meses más tarde, el billete verde se cotizaría en 150 pesos.
La situación produjo la quiebra de muchas empresas, sobre todo por sus pasivos en dólares, e incluso ese mismo año el gobierno se vio forzado a declarar una moratoria de pagos de su deuda externa.
Puntualizaron que se debe promover más la inversión productiva y la generación de empleos para prevenir un estallido social.
Explicaron que para superar la crisis la mayoría de los países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Brasil e India, decidieron reducir impuestos, comprar activos, capitalizar las empresas a cargo del Estado, realizar más obra pública para crear empleos y otorgar créditos y avales para el rescate de compañías.
Sin embargo, en México además de no reducir los impuestos para propiciar la inversión, las autoridades proponen crear nuevos gravámenes al consumo.
Destacan también el aumento acelerado del desempleo en el país, con despidos tanto en las empresas privadas como en el sector público, mientras que otras naciones estimulan las inversiones para generar plazas laborales.
Estas afirmaciones las hicieron los ex funcionarios para el programa Radiografía de la crisis, que se transmitará hoy por Tv UNAM.
Silva Herzog, ex secretario de Hacienda en el gobierno de José López Portillo, durante el cual el país atravesó por una de sus crisis económicas más severas, lamentó que México tenga el peor desempeño económico de América Latina, cuando es un país que posee factores tan diversos para el crecimiento que lo deberían ubicar como el primero en la región.
“La crisis del año 82 fue causada principalmente por nosotros, aunque hubo factores externos que la propiciaron. Estalló la famosa crisis de la deuda. Ahora se conjugan errores tanto internos como externos, y una desatención a las políticas sociales”, explicó.
Por su parte, Ibarra aseguró que si no hay creación de empleos, la gente puede protestar y entonces habrá represión, por lo que el primer objetivo es la creación de empleos, e insistió en que se debe tener una política industrial propia.
“En Estados Unidos, en Europa, en Japón se está gastando dinero a ríos para recuperar sus economías, y es inaudito que en México no se haga”, señaló.
En su oportunidad, Guillermo Ortiz, actual gobernador del Banco de México y quien fuera secretario de Hacienda durante el gobierno de Ernesto Zedillo, afirmó que la urgente recuperación del empleo depende de que las políticas públicas eliminen los lastres de toda clase que evitan el crecimiento.
“Para dar empleo necesitamos crecimiento económico, inversión, que en buena medida debe venir del sector privado. El sector público también debe invertir en la medida de las posibilidades de la recaudación y el uso de los recursos”, subrayó.
El desplome del 82
David Ibarra y Jesús Silva Herzog fueron secretarios de Hacienda durante el gobierno de José López Portillo, el cual enfrentó una de las peores crisis económicas que ha tenido el país.
En 1982, por ejemplo, el peso se devaluó en casi 400 por ciento. En febrero la cotización se desplazó de 28.5 a 40 pesos por dólar. Meses más tarde, el billete verde se cotizaría en 150 pesos.
La situación produjo la quiebra de muchas empresas, sobre todo por sus pasivos en dólares, e incluso ese mismo año el gobierno se vio forzado a declarar una moratoria de pagos de su deuda externa.
Milenio, 4 de octubre.
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