Las cosas están mal en el INM: Calderón

La nueva Ley de Migración descriminaliza dicho fenómeno y cerrará espacios al crimen organizado que secuestra, extorsiona y asesina a los migrantes, como sucedió en dos ocasiones en San Fernando Tamaulipas, afirmó el presidente Felipe Calderón.

Al promulgar dicha ley, el mandatario federal dijo que existen historias desgarradoras de migrantes “que han sido víctimas de autoridades corruptas y que nos dan muestra de que las cosas están, simple y sencillamente, funcionando mal y que hay que corregirlas”.

Por ello, Calderón reiteró la instrucción al secretario de Gobernación, Francisco Blake, para depurar al Instituto Nacional de Migración, porque “seguiremos adelante con las investigaciones y quien quiera que viole la ley será llevado ante la justicia”.

En Los Pinos, el mandatario afirmó que de acuerdo con la nueva legislación en la materia, “la división de competencias no será, no debe ser ya un pretexto para no atender los delitos ofensivos, graves, contra quienes migran, como son el secuestro, la extorsión, el tráfico de personas y la violación”.

Al firmar el decreto que otorga vigencia plena a lo aprobado por el Congreso el pasado 29 de abril, el presidente Calderón aseguró que la nueva ley migratoria es el avance más significativo en la materia durante los últimos 80 años y coloca a México en la vanguardia con una legislación de avanzada.

Expresó: “Todos tenemos muy presentes los dolorosos e indignantes acontecimientos” de Tamaulipas que “reflejan el grado de maldad, de perversidad, que ha alcanzado el crimen organizado que abusa de la condición de ilegalidad que prevalecía en la ley anterior”, y por ello la nueva norma “corrige lo que está funcionando mal”.

Calificó de inadmisible y ofensivo que las autoridades “participen en la violación de derechos humanos o que, incluso, se coludan con los delincuentes”, y expresó su deseo de que la nueva ley simbolice “una nueva era migratoria para México”.

Junto a legisladores y representantes de la sociedad civil, el presidente Calderón destacó que la nueva ley obliga al personal migratorio a ser permanentemente revisado y se establecen sanciones para quienes violen los derechos humanos al eliminar disposiciones “que favorecían la arbitrariedad, la ambigüedad y propiciaban, desde luego, la corrupción de los servidores públicos y la extorsión de los migrantes”.

Destacó también que se derogó la pena de dos años de prisión a los migrantes expulsados reincidentes, por lo cual “el gobierno mexicano está haciendo lo que durante muchos años hemos pedido, por ejemplo, a Estados Unidos: descriminalizar la migración”, y se establece la posibilidad de otorgar visas por razones humanitarias.

Al saludar el esfuerzo de su homólogo estadunidense, Barack Obama, para aprobar una reforma migratoria, el Ejecutivo dijo que este país hace con esta nueva ley la parte que le corresponde para mejorar el sistema migratorio de América del Norte.

Sin embargo, señaló que mientras Estados Unidos no tenga un marco legal que permita el flujo natural, legal y ordenado de personas, “los migrantes seguirán corriendo el riesgo de ser parte de un mercado manejado por criminales sin escrúpulos”.

México. Lorena López, Milenio, 25 de mayo.