Acelerado crecimiento de la inversión privada en PEMEX

Ante el debate por la reforma energética, en el que se menciona la posibilidad de permitir a Petróleos Mexicanos asociarse con empresas privadas, se ha dejado de lado el hecho de que esos capitales ya operan en la paraestatal.

Entre 80 y 90 por ciento de la inversión de los proyectos que realiza Pemex está financiada por particulares, mediante el esquema de Proyectos de Infraestructura Diferidos en el Registro del Gasto (Pidiregas), aprobado por el Congreso en 1995 para que la inversión privada pueda financiar las actividades de exploración y explotación. En el sexenio de Vicente Fox se utilizaron incluso para la reconfiguración de refinerías.

Al cierre de 2007 el saldo de la deuda de Pemex se ubicó en 500 mil 900 millones de pesos; casi la totalidad corresponde a endeudamiento vía Pidiregas, según cifras de la propia paraestatal.

De aquí a 2010 están presupuestados proyectos por 363 mil millones de pesos (33 mil millones de dólares) en prácticamente todas las actividades de la empresa, lo que contrasta con la caída continua de las inversiones financieras propias de la paraestatal, de acuerdo con información enviada a la comisión de valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

La inversión privada en el sector energético nacional ya se venía dando mediante contratos llave en mano, pero ha crecido en forma acelerada en los últimos 13 años mediante las figuras de Pidiregas, Contratos de Servicios Múltiples (en gas y generación de electricidad) y adjudicaciones directas, explica Sarahí Ángeles, académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

A través de esos mecanismos, señala la especialista, el inversionista privado financia las obras que Pemex licita.

Si se consultan las cifras de Pemex, las inversiones con Pidiregas han pasado de 4 mil 831 millones de pesos, en 1997, a 130 mil 267 millones al cierre de 2006, último año reportado.

Es más: la inversión privada en Pidiregas representó 86.6 por ciento del total de 150 mil 398 millones de pesos de inversión total de la paraestatal en 2006.

Sin embargo, esos recursos no los contabiliza como inversión extranjera directa la Secretaría de Economía, pues se trata de inversión disfrazada, apunta Sarahí Ángeles.

Ese tipo de inversión comenzó y se ha extendido a todas las áreas de Pemex, pero ha crecido explosivamente en la actividad más rentable: exploración y producción, señala la académica.

Al cierre de 2006, la inversión vía Pidiregas en este renglón llegó a 121 mil 929 millones de pesos, y representó 93.7 por ciento de la inversión total de 130 mil millones de pesos, según cifras de la propia paraestatal enviadas a la Bolsa Mexicana de Valores.

En Pemex-Refinación la inversión no es tan grande, pero no es porque no sea un buen negocio, sino porque a los extranjeros les resulta más rentable enviar a México gasolinas y otros productos refinados en sus propias plantas.

En refinación, la inversión con Pidiregas inició en 2000, y pasó de 15 mil 198 millones de pesos a 21 mil 562 millones al cierre de 2006; eso representa 60 por ciento del total de lo que se invirtió en ese sector.

“En México la producción está estancada. La política ha sido no atender con refinerías propias el crecimiento de la demanda de productos derivados”, dice. Es más: la reconfiguración de las refinerías de Cadereyta, Madero, Salamanca, Tula y Minatitlán se realizó con Pidiregas.

Ese modelo de Pidiregas resulta muy caro para Pemex. Según cifras de la propia paraestatal, prácticamente desde 1997 no se ha construido ni un kilómetro de poliductos. Para el transporte se recurre a pipas —actividad que fue abierta a la inversión privada en 1992, primero en gas—, pero esto es 12 veces más caro que distribuir los petrolíferos por ductos.

La industria menos rentable para la inversión privada es Gas y Petroquímica. Las inversiones con Pidiregas empezaron en 1998, con 30 por ciento del total de ese año (890 millones de pesos), que se redujo a 14.3 por ciento (477 millones de pesos) del total de los 3 mil 322 millones de pesos invertidos en ese sector al cierre de 2006. “Eso no es rentable, no les interesa a los privados”, comenta la académica.

“La política que han seguido los últimos gobiernos ha sido abrir la puerta a los privados. El discurso oficial es que no se privatiza la industria, no se venden activos, ni un tornillo, pero lo importante es que se traslada a privados, dentro y fuera del país, la producción y el financiamiento de las operaciones”, concluye la investigadora.


El camino de los Pidiregas

1. Pemex identifica un proyecto como Pidiregas. El gobierno autoriza la inversión.

2. Las empresas privadas, en cooperación con Pemex, construyen y entregan el proyecto específico a la subsidiaria encargada de cada proyecto.

3. Con la autorización del Congreso, se paga a los contratistas y se recibe el proyecto completo. Éste pasa a formar parte de los activos de Pemex.

Los proyectos Pidiregas están prácticamente en todas las actividades que realiza la paraestatal. En total, están considerados en el presupuesto 132 mil 256 millones de pesos en 2007.

Incluyen 29 proyectos de exploración y producción, entre los que figuran los dos más importantes: Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, cada uno con 30 mil y 26 mil millones de pesos. También incluye el programa estratégico de gas, con 20 mil 664 millones de pesos.

En refinación están previstos proyectos de reconfiguración en las refinerías de Tula, Salamanca y Minatitlán, por 15 mil 314 millones de pesos.

En Pemex-Gas y Petroquímica Básica hay proyectos por mil 200 millones de pesos, y en Pemex-Petroquímica proyectos para modernizar el complejo La Cangrejera por mil 16 millones.

Esto contrasta con las inversiones consideradas no Pidiregas: 15 mil 735 millones de dólares en 2007, en todas las subsidiarias.


Claves

Mecanismo legal

• Desde los años 90, los particulares pueden hacer negocios con Pemex y sus empresas subsidiarias, así como con la CFE, con mecanismos legales.

• En 1992 el Congreso modificó las leyes secundarias para permitir la participación de empresas privadas y organizaciones sindicales en almacenamiento, distribución y transporte de gas natural.

• En enero de 2006, el Congreso también permitió la cogeneración de energía, para lo cual trabajan coordinadamente Pemex y la CFE, así como Luz y Fuerza del Centro.

• Las inversiones para esos proyectos deben ser incluidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, y son sujetos a discusión y aprobación de la Cámara de Diputados.
Nota de María Isabel Melchor, Milenio, 29 de marzo.

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