BUENOS AIRES.— Mientras un escándalo, el de las escuchas ilegales desde el aparato de inteligencia, comienza a avanzar en la justicia otro podría desatarse en los alrededores del presidente Álvaro Uribe, después de que el ex jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, detenido en una cárcel de Washington, aseguró que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), apoyaron la candidatura del presidente en el 2002, y que “conmigo extraditaron la verdad”.
En una entrevista ofrecida desde la cárcel y publicada por el semanario Cambio, días después de haber recibido allí a la senadora Piedad Córdoba, Mancuso, quien fue extraditado el 13 de mayo de 2008, afirmó que “la gran mayoría de nosotros apoyamos a Uribe porque recibimos instrucciones de los comandantes de llevar a la gente de las poblaciones a votar por él porque decía lo mismo que nosotros, pero dentro de la legalidad”.
“El discurso ideológico de Uribe parecía calcado del nuestro pero dentro de la legalidad, lo apoyamos inmediatamente”, explicó el ex jefe de las AUC, desde el penal de Treatment Facility, de Washington, al tiempo que señaló a Miguel Narváez, ex subdirector del Departamento de Administración de Seguridad (DAS) entre el 2002 y 2005, como una persona que “impartió adoctrinamiento ideológico” a los paramilitares “antes de ingresar a esa dependencia junto al director Jorge Noguera, lo que demostraría la connivencia de algunos sectores del Estado con los paramilitares, aunque según el detenido “nuestra relación con el DAS venía de mucho antes”.
Noguera junto a Andrés Peñate, María del Pilar Hurtado y Joaquín Polo, todos ex directores del DAS, fueron ayer citados formalmente por la Fiscalía general para que ser interrogados con respecto al escándalo, que estalló en febrero último, de las escuchas telefónicas que se realizaban contra políticos y otras personas desde la institución.
La convocatoria llevó al presidente Uribe a admitir ayer que “la reforma del DAS es inminente, entre las muchas reformas que tenemos pendientes”.
Eso si la confesión de Mancuso ayer, sobre el apoyo paramilitar a su candidatura en 2002, no termina completando sus planes de perpetuación.
No obstante, Mancuso tampoco se olvidó del otro potencial candidato a la Presidencia en el caso de que Uribe desista, el ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
Sobre el precandidato a la Presidencia por el oficialismo reiteró que “yo me reuní con él para promover un golpe de Estado contra el presidente Ernesto Samper (1994-1998)”, quien por entonces estaba arrinconado por el presunto financiamiento de su campaña con dineros del narcotráfico.
En una entrevista ofrecida desde la cárcel y publicada por el semanario Cambio, días después de haber recibido allí a la senadora Piedad Córdoba, Mancuso, quien fue extraditado el 13 de mayo de 2008, afirmó que “la gran mayoría de nosotros apoyamos a Uribe porque recibimos instrucciones de los comandantes de llevar a la gente de las poblaciones a votar por él porque decía lo mismo que nosotros, pero dentro de la legalidad”.
“El discurso ideológico de Uribe parecía calcado del nuestro pero dentro de la legalidad, lo apoyamos inmediatamente”, explicó el ex jefe de las AUC, desde el penal de Treatment Facility, de Washington, al tiempo que señaló a Miguel Narváez, ex subdirector del Departamento de Administración de Seguridad (DAS) entre el 2002 y 2005, como una persona que “impartió adoctrinamiento ideológico” a los paramilitares “antes de ingresar a esa dependencia junto al director Jorge Noguera, lo que demostraría la connivencia de algunos sectores del Estado con los paramilitares, aunque según el detenido “nuestra relación con el DAS venía de mucho antes”.
Noguera junto a Andrés Peñate, María del Pilar Hurtado y Joaquín Polo, todos ex directores del DAS, fueron ayer citados formalmente por la Fiscalía general para que ser interrogados con respecto al escándalo, que estalló en febrero último, de las escuchas telefónicas que se realizaban contra políticos y otras personas desde la institución.
La convocatoria llevó al presidente Uribe a admitir ayer que “la reforma del DAS es inminente, entre las muchas reformas que tenemos pendientes”.
Eso si la confesión de Mancuso ayer, sobre el apoyo paramilitar a su candidatura en 2002, no termina completando sus planes de perpetuación.
No obstante, Mancuso tampoco se olvidó del otro potencial candidato a la Presidencia en el caso de que Uribe desista, el ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
Sobre el precandidato a la Presidencia por el oficialismo reiteró que “yo me reuní con él para promover un golpe de Estado contra el presidente Ernesto Samper (1994-1998)”, quien por entonces estaba arrinconado por el presunto financiamiento de su campaña con dineros del narcotráfico.
José Vales corresponsal, El Universal, 29 de mayo.
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