En la entidad mexiquense se advirtió que aún cuando no están en riesgo los triunfos para el partido, si habrá una merma importante de votos, por los dirigentes perredistas que se pasaron a las filas del PRI o de Convergencia, como Miguel Ángel Luna o Emilio Ulloa.
Los perredistas encabezados por el delegado Guadalupe Acosta y el líder estatal, Luis Sánchez, acordaron centrar su estrategia contra el gobernador Enrique Peña Nieto, por el dispendio de recursos, particularmente en Ecatepec.
El caso de Campeche fue el más grave, debido a que el candidato a gobernador, Francisco Brown, ya se peleó con todos los dirigentes del partido en la entidad, lo que ha provocado “falta de unidad interna” en la campaña, reveló Jesús Zambrano, quien dijo que la campaña arrancó con 20 puntos de preferencia y se ha desplomado hasta 2 por ciento.
En Sonora, el derrumbe en la expectativas es consecuencia del apoyo del gobernador, Eduardo Bours, a los candidatos del PRI.
Pese a ello, Carlos Navarrete, coordinador en el Senado y delegado en Chiapas, aseguró que los ciudadanos que han votado por la izquierda, lo seguirán haciendo en estos comicios y “no se van a dejar confundir ni por el PAN, ni por el PRI, ni van a sangrar por el flanco izquierdo del PRD”, en referencia clara a la coalición Salvemos a México, respaldada por Andrés Manuel López Obrador.
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