En cinco años de gobierno de Felipe Calderón, la CNDH ha registrado 11 mil 269 anomalías relacionadas con detenciones ilegales y prácticas de tortura

En cinco años de gobierno de Felipe Calderón, la CNDH ha registrado 11 mil 269 anomalías relacionadas con detenciones ilegales y prácticas de tortura en lugares de internamiento y detención, lo cual equivale a seis expedientes diarios.

El lapso de análisis abarca del 1 de enero de 2007, cuando la Comisión comenzó a fungir como el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, al 31 de diciembre de 2011.

Estas irregularidades fueron detectadas en casi dos mil visitas (mil 936) a centros de retención.

Entre los sitios donde se documentaron los casos están cárceles municipales, separos de seguridad pública, juzgados, centros para adolecentes, agencias del Ministerio Público, albergues para atención a víctimas de delitos, hospitales, instituciones psiquiátricas y centros para adultos.

Por estos hechos, la Comisión ha emitido ya 33 informes, los cuales contienen igual número de recomendaciones dirigidas a autoridades federales, estatales y municipales.

Este escenario fue revelado en el marco de una reunión entre el ombudsman nacional Raúl Plascencia y Víctor Rodríguez Rescia, miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas.

Tan sólo el año pasado, visitadores del organismo coordinaron 100 visitas a espacios de reclusión; impartieron ahí 32 cursos de capacitación dirigidos a 227 servidores públicos, con un impacto —aseguró— a 161 mil 823 personas internas.

El encuentro con el representante de la ONU tuvo como propósito promover la colaboración entre el Subcomité referido y el Mecanismo.

“Ambas instituciones fueron creadas por el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes para prevenir y erradicar esta grave e inaceptable violación a los derechos humanos en México y el mundo”, indicó la CNDH.

Plascencia se comprometió a trabajar aún más en el combate a este agravio y a respaldar a otros

países que también buscan frenarlo.

Se acordó compartir las llamadas Guías de Supervisión, que  son los protocolos desarrollados para hacer más eficiente el trabajo de inspección en los diversos lugares de detención e internamiento.

La Comisión instó a las autoridades de todos los niveles de gobierno a “establecer un frente común para combatir la tortura y fortalecer la cultura de respeto a los derechos humanos de toda la sociedad”.


Daniel Blancas Madrigal, La Crónica, 5 de febrero.