Diputados federales del PRI, PAN y PRD consideraron que se pondrá en riesgo la democracia si la ciudadanía emite un voto nulo o blanco en las elecciones del próximo 5 de julio, por lo que llamaron a los ciudadanos a definir quién los debe representar.
La priista Beatriz Pagés aseguró que continuar con las fricciones y descalificaciones entre partidos políticos no sólo llevaría a la anulación del voto en las próximas elecciones o al abstencionismo, sino a estallidos sociales.
En entrevista, dijo que “actualmente la ciudadanía es rehén y víctima de la partidocracia, toda vez que los partidos políticos, lejos de proponer alternativas de desarrollo, se están convirtiendo en los autores intelectuales de posibles estallidos sociales”.
Manifestó que el llamado a emitir el voto en blanco el próximo 5 de julio no se hubiera dado si los partidos políticos no contaminaran el panorama electoral con la “guerra sucia”.
“Es una expresión del desaliento de la sociedad con respecto al tipo de democracia que tenemos, hacia el tipo de políticos que tenemos y, sin duda, al tipo de partidos que tenemos”, subrayó.
A su vez, el panista Cristián Castaño mencionó que la postura de algunos sectores de anular y/o “votar en blanco” obliga a los partidos a considerar dentro de sus agendas y discursos más atención a los intereses de la sociedad.
Señaló que quienes promueven la anulación del sufragio provocan que la ciudadanía deje en manos de la partidocracia el futuro del país, por lo que se debe poner más atención a estas demandas de manera que la sociedad vuelva a creer en los partidos.
Castaño Contreras confió en que los líderes de los partidos políticos harán lo propio para invitar a la sociedad a hacer uso de su derecho y contribuir a la democracia en los próximos comicios.
A su vez, el perredista José Alfonso Suárez del Real señaló que “promover y ejercer el voto blanco o nulo estaría dinamitando a la incipiente democracia mexicana”, y destacó que el abstencionismo en elecciones intermedias se ubica entre 65 y 70 por ciento, por lo que los resultados serían desastrosos.
Indicó que “el llamado de las asociaciones y líderes de opinión que están impulsando este proceso está teniendo eco en ciertos segmentos de la sociedad, fundamentalmente en las clases, media, media alta y alta”.
Por ello, agregó, “si ya nosotros esperábamos una participación de 40 por ciento máximo y no hay rectificación del esquema de protesta, se podría disminuir a 30 por ciento, es decir, de cada 10 ciudadanos estarían votando tres”.
La priista Beatriz Pagés aseguró que continuar con las fricciones y descalificaciones entre partidos políticos no sólo llevaría a la anulación del voto en las próximas elecciones o al abstencionismo, sino a estallidos sociales.
En entrevista, dijo que “actualmente la ciudadanía es rehén y víctima de la partidocracia, toda vez que los partidos políticos, lejos de proponer alternativas de desarrollo, se están convirtiendo en los autores intelectuales de posibles estallidos sociales”.
Manifestó que el llamado a emitir el voto en blanco el próximo 5 de julio no se hubiera dado si los partidos políticos no contaminaran el panorama electoral con la “guerra sucia”.
“Es una expresión del desaliento de la sociedad con respecto al tipo de democracia que tenemos, hacia el tipo de políticos que tenemos y, sin duda, al tipo de partidos que tenemos”, subrayó.
A su vez, el panista Cristián Castaño mencionó que la postura de algunos sectores de anular y/o “votar en blanco” obliga a los partidos a considerar dentro de sus agendas y discursos más atención a los intereses de la sociedad.
Señaló que quienes promueven la anulación del sufragio provocan que la ciudadanía deje en manos de la partidocracia el futuro del país, por lo que se debe poner más atención a estas demandas de manera que la sociedad vuelva a creer en los partidos.
Castaño Contreras confió en que los líderes de los partidos políticos harán lo propio para invitar a la sociedad a hacer uso de su derecho y contribuir a la democracia en los próximos comicios.
A su vez, el perredista José Alfonso Suárez del Real señaló que “promover y ejercer el voto blanco o nulo estaría dinamitando a la incipiente democracia mexicana”, y destacó que el abstencionismo en elecciones intermedias se ubica entre 65 y 70 por ciento, por lo que los resultados serían desastrosos.
Indicó que “el llamado de las asociaciones y líderes de opinión que están impulsando este proceso está teniendo eco en ciertos segmentos de la sociedad, fundamentalmente en las clases, media, media alta y alta”.
Por ello, agregó, “si ya nosotros esperábamos una participación de 40 por ciento máximo y no hay rectificación del esquema de protesta, se podría disminuir a 30 por ciento, es decir, de cada 10 ciudadanos estarían votando tres”.
Notimex, Crónica, 7 de junio.
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