“Es cierto que los electores no tienen la mínima confianza en los políticos, y que tanto los diputados como los senadores tenemos un desprestigio ganado tras décadas de avalar las políticas del Ejecutivo, pero también que este llamado a no votar surgió desde la ultraderecha, para evitar un voto de castigo a la pésima administración de Felipe Calderón”, afirmó el diputado perredista Humberto Zazueta.
A su vez, el dirigente nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, señaló que el IFE necesita ser autocrítico y le toca “ejercer su derecho de inhibir la campaña (del voto nulo), toda vez que va en contra del proceso que organiza, y debe considerar que esos llamados atentan contra la incipiente democracia en el país y favorecen a gente que quiere mantenerse en el poder”.
Se trata, abundó el secretario de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, José Manuel del Río Virgen, de propaganda que tiene como fin aprovecharse del descontento social hacia las políticas públicas para que los mexicanos no salgan a votar el próximo 5 de julio.
Por su parte, el diputado priísta Samuel Aguilar Solís aceptó que los electores no se sienten atraídos a ejercer su derecho al sufragio, pues en las listas de los candidatos de todos los partidos políticos “existen personajes de pésima fama, pero sobre todo entre los panistas”, y ello facilita que tenga respuesta una corriente como la que llama a anular las boletas o depositarlas en blanco en las urnas.
Alfonso Ramírez Cuéllar, ex candidato a presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, consideró que no se trata de rebeldía electoral, sino de demócratas que señalan la crisis política del principal partido de la izquierda.
Asimismo, el Comité Ejecutivo Nacional del partido Convergencia lanzó un llamado a votar, porque no hacerlo “es anular la vía democrática para resolver los graves problemas que aquejan al país. Si se cierra ese camino el hartazgo del pueblo buscará otra salida”, advirtió.
Jorge Carlos Díaz Cuervo, dirigente del Partido Social Demócrata, acusó al PAN y al PRI de estar detrás de la campaña que llama a anular el sufragio, y exhortó a la población a hacer caso omiso de esa maniobra, porque perjudica la democracia y lo único que pretende es que “el pastel se lo repartan entre los mismos mafiosos de siempre”.
Para la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), anular el voto o depositar la boleta en blanco sería una “forma de reconocer que como sociedad todavía nos falta madurez para vivir una verdadera democracia”. Invalidar el sufragio en las próximas elecciones demostraría que “no nos interesan” los comicios, con lo cual se corre el riesgo de que “el país pueda caer incluso en autoritarismos” por lo que, en caso de hacerlo, “debemos estar conscientes de las consecuencias que esto trae”.
Finalmente, Carola García Calderón, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, indicó que todo apunta a que quien está detrás de esta campaña es quien está en el poder, porque con el sufragio nulo se quiere evitar el voto de castigo.
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